Durante las últimas dos semanas hemos visto como Donald Trump había empezado un camino de auto destrucción al decir cosas que no eran exactamente ciertas o al atacar a familias de héroes caídos en combate lo cual le ha causado un bajón en las encuestas. Pero el candidato, al parecer, ha empezado a rectificar el rumbo lo cual se ha visto en las encuestas. Sin embargo, y como lo había pronosticado, Clinton tendría escándalos de carácter mucho más preocupantes como lo son su manejo de la fundación Clinton -global initiative- y los favores que se han pagado a aquellos que han donado a la fundación durante años. Esta semana surgió un escándalo que expone ese manejo de aquellos que han donado y después han querido sacar provecho personal del Gobierno EEUU cobrándole a Clinton esas donaciones exigiendo favores que van desde pedir puestos en el Departamento de Estado como influenciar decisiones de Estado en favor de aquellos que han donado dinero a dicha fundación.
Esto no es nuevo, ya vimos como en el pasado tratados tan importantes como el TLC entre Colombia y EEUU fue retrasado en su aprobación y millones fueron cobrados por la fundación Clinton para hacer lobby en el Congreso para por fin aprobarlo cuando la Hillary llego a ser secretaria de Estado, y aunque no hay una relación directa entre lo dado a la fundación Clinton, y la rápida aprobación después de su llegada al Departamento de Estado, sí resulta muy curioso este manejo oscuro de las relaciones en donde para que algo se haga en el Gobierno, o para tener acceso a los Clinton, primero hay que donar millones para después cobrar esos favores por ventanilla. Este nuevo escándalo con los correos llegó en las peores semanas de Trump en donde medios como CNN se han ensañado con el candidato republicano mostrando un sesgo irresponsable y que claramente evidencia que solo quieren proteger a Clinton y evitar que Trump sea Presidente. Lo curioso es ver cómo, cuando atacan a Trump, especialmente Don Lemmon de CNN Tonight, este lo hace sin objetividad y plantea unos temas que sinceramente son de pasillo de primero de primaria. Es claro que Clinton es una candidata preparada, pero la pregunta que surge es; ¿Acaso está corriendo para ser presidenta de los EEUU, o para representar solo a aquellos que le dan dinero? Estos correos, al parecer, demuestran que ella no es la candidata del pueblo, sino la candidata de intereses creados, y esto es lo que a muchos les genera serias dudas sobre su posible gestión como presidenta. Si así manejó el Departamento de Estado, ¿cómo manejará la Casa Blanca?
Finalmente, ambos candidatos tienen serias dudas a su alrededor. Por un lado Trump, que a veces parece que dice lo primero que se le viene a la mente, lo cual lo muestra falto de distancia y un poco demente, lo convierte así mismo en su peor enemigo. Esto lo debe corregir si pretende ganar ya que su discurso en medio de todo es claro y contundente con una gran aceptación en el pueblo. Pero no puede seguir dándose el lujo de darle de qué hablar a los medios porque ya es hora de mostrar sus propuestas y como hará su trabajo sin dejar de ser él, pero sin autodestruirse con comentarios fuera de contexto. Por el otro lado está Clinton, quien está muy preparada para el puesto, pero que deja serias dudas sobre sus manejos políticos y, que al parecer, es de aquellas que piensa que el fin justifica los medios. La impresión que tiene la gente no es de una política limpia, sino más bien de una líder corrupta que impone la política del todo vale, y eso, precisamente, será lo que le haga perder en noviembre sino da la cara y explica con argumentos sólidos de que se tratan esos correos y las relaciones de fondos con la fundación Clinton.
Todo está por verse, pero lo único cierto es se vienen más sorpresas y todo no se ha decidido aún, a pesar que CNN quiera imponer a Clinton al costo que sea.