jueves 28  de  marzo 2024
OPINIÓN

Impuestos: deshojando la margarita

El tema tributario está tan arraigado en la cultura estadounidense que no en vano se dice, que nada es seguro excepto la muerte y los impuestos
Diario las Américas | SONIA SCHOTT
Por SONIA SCHOTT

La frase “impuestos sin representación”, de las matrículas de los autos que circulan en la capital estadounidense, busca recordarle al Congreso que utiliza millones de dólares de los contribuyentes del Distrito de Columbia sin considerar su opinión.

La consigna es un punto de honor que pretende revivir el momento histórico, cuando los colonos se rebelaron contra los impuestos de Gran Bretaña, que no les otorgaban voz en el parlamento de la corona británica. El lema, impuestos sin representación, germinó en la Declaración de Independencia el 4 de julio de 1776.

Según el portal del Servicio de Recaudación de Impuestos estadounidense, o IRS por sus siglas en inglés, el 5 de agosto de 1861, el presidente Abraham Lincoln impuso el primer impuesto sobre la renta federal al firmar la Ley de Ingresos. “Escasos de dinero en efectivo para llevar a cabo la Guerra Civil, Lincoln y el Congreso acordaron imponer un impuesto del 3 por ciento sobre los ingresos anuales de más de 800 dólares”.

El tema tributario está tan arraigado en la cultura estadounidense que no en vano se dice, que nada es seguro excepto la muerte y los impuestos.

Según el Banco Mundial, “para fomentar el crecimiento y desarrollo económico, los gobiernos necesitan fuentes sostenibles de financiación para programas sociales e inversiones públicas. Los programas que brindan salud, educación, infraestructura y otros servicios son importantes para lograr el objetivo común de una sociedad próspera, funcional y ordenada. Y eso exige que los gobiernos recauden ingresos”.

Durante un debate presidencial en 2016, el ahora expresidente Donald Trump refutó un señalamiento de su contendora política, la demócrata Hillary Clinton, afirmando que se consideraba inteligente por pagar menos impuestos.

Clinton dijo en esa oportunidad: "Los únicos años- de su declaración de impuestos- que alguien ha visto fueron un par de años en los que tuvo que entregarlos a las autoridades estatales cuando estaba tratando de obtener una licencia de casino, y demostraron que no pagó ningún impuesto federal sobre la renta" a lo que Trump respondió: “Eso me hace inteligente".

Esa afirmación puede tener consecuencias ahora, cuando parece estar deshojando la margarita sobre si será o no el próximo candidato a las elecciones presidenciales de 2024.

En una entrevista reciente, el magnate sostuvo que ya había tomado una decisión, sin revelar detalles, lo que ha hecho pensar a muchos republicanos que será inevitable que el expresidente se enfrente a Joe Biden en 2024.

Sin embargo, esa insinuación, dejando la puerta abierta para una posible nueva presidencia, coincidió con el anuncio de que la Organización Trump y su director de finanzas, Allen Weisselberg, han sido acusados de fraude fiscal,

El documento judicial acusó a la Organización Trump y a Weisselberg de ayudar a los ejecutivos a evadir impuestos, al pagarles mediante prebendas y bonos que no figuraron en los registros contables desde 2005, en una conspiración que se mantuvo durante 15 años. La acusación también menciona que la empresa evadió algunos impuestos que estaba obligada a pagar.

También se afirma que Weisselberg fue uno de los principales beneficiarios de este complot y agrega que recibió alrededor de 1.76 millones de dólares en pagos indirectos y ocultos, que, según la acusación, le permitieron evadir cientos de miles de dólares en impuestos en todos los niveles del gobierno y que recibió de manera indebida un total de 133.000 dólares como devolución de impuestos federales y estatales.

El fiscal de distrito de Manhattan a cargo de la investigación, Cyrus Vance, también acusó a la Organización Trump de falsificar registros.

“Algunos habían especulado que este sería un conjunto de cargos menores o menos complicados, pero cuando lees la acusación, los 15 cargos y la acusación de 24 páginas y el impresionante nivel de detalle, realmente presenta un caso de fraude fiscal amplio” sostiene Norman Eisen, investigador senior en Estudios de Gobernanza y experto en derecho, ética y lucha contra la corrupción del Instituto Brookings.

Aunque Trump no ha sido acusado directamente, según Eisen, la presión está sobre Weisselberg para que coopere y testifique contra Trump “y si se logra, tal vez el caso se mueva contra el propio expresidente” sostuvo.

No hay duda de que el tema se convertirá en un grito de guerra política para ambos partidos, que buscarán sacar el mayor provecho a costa de dividir aún más al país.

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