Catherine Ashton, o Lady Ashton (porque la señora es inglesa y baronesa), es hoy en día la jefa de la Diplomacia Europea y ha tenido éxitos resonantes en la forma en que ha lidiado con Irán. Pero ahora le tocó a Cuba y la cosa cambia: no creo que pueda hacer lo que no han podido hacer cinco generaciones de cubanos ni 11 presidentes de Estados Unidos.
La Unión Europea ha tenido la llamada Posición Común respecto a Cuba desde 1996, cuando el entonces presidente español José María Aznar puso de acuerdo a esa hidra de 27 cabezas para que se hiciera algo, cualquier cosa, al menos una mueca, al régimen cubano, y demostrar el rechazo a los cohechos de la dictadura. Considero que fue su mejor milagro político: poner a 27 países en filas y columnas, como una especie de pelotón moral u2026 n
Como las hidras tienen un cerebro distinto para cada prolongación craneal, es obviamente imposible ponerlas de acuerdo a todas, pero aun así la Posición Común fue una nalgadita política coherente a una revolución casi cuarentona que seguía haciendo lo que le daba la gana y violaba los derechos y tratados que le deba la gana, cuando le daba la gana. Como sigue haciendo. n
Claro esta que esa Posición fue perdiendo fuerza. n
En 1999, el propio Aznar asistió en Cuba a una Cumbre Iberoamericana. u00bfDónde esta la coherencia? nEntre mañas y artimañas, hombres de negocios o políticos de distintos países intercedían a favor de los Castro y Europa fue aflojando hasta que en 2003 encarcelaron a 75 disidentes y ejecutaron a tres ciudadanos. España le prohibió entonces a Cuba firmar algún que otro convenio y -en venganza- Cuba cerró la Casa Cultural de España en la Habana u2026 Ahí empezó la Guerra de los Cocteles, que se libro entre Europa y el régimen, y que transcurría en las recepciones de las Embajadas, y donde podían, o no podían ir a hacer sus brindis los disidentes cubanos. El asunto de invitar o no a un opositor al régimen a comerse unos canapés se convirtió en una crisis diplomática y en una cuestión casi personal para cada embajador. n
Una de las cabezas de la hidra europea que nunca estuvo de acuerdo con eso de criticar a Fidel Castro fue la cabeza belga: a Monsieur Louis Michel, Comisario Europeo de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, le molestaba enormemente lo de la Posición Común, porque había países, a su juicio, con situaciones peores. Viajaba a Cuba a menudo a ver como podía ayudar un poquito mejor a mantener la dictadura. n
Un año después lo empezó a ayudar el canciller español, Miguel Angel Moratinos, quien no sólo ignoró a disidentes, presos políticos y golpizas a las Damas de Blanco, sino que llegó a recibir en Madrid a dos esposas de los espías de la Red Avispa, a las que prometió ayudar cuando supo que las pobres no tenían visas para entrar a Estados Unidos a visitar a sus maridos en la cárcel u2026 n
Moratinos aprovechó la presidencia de turno de España sobre la Hidra Europea para hacer una campaña sorprendente a favor de reanimar y legitimizar los lazos con el régimen. Se comprometió a u201csolucionar u201d el asunto de los 75 presos de 2003 y en 2010 encabezó una deportación masiva de los disidentes y sus familiares a la península Iberica. n
Pero en fin, si a Estados Unidos le derribaron unas avionetas civiles en aguas internacionales y no hubo represalia alguna, qué puede esperar uno de la Madre Patria, siempre tan indulgente con su Perla de las Antillas. n Para más confusión, resulta que Cuba es miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU u2026 n
Nada, que Lady Ashton tiene que tener el cerebro hecho cisco. n
Lo de eliminar las sanciones a Cuba viene caminando desde hace rato. Demasiados países mantienen un floreciente comercio con la isla, incluyendo Estados Unidos, y desde que Raúl Castro ha permitido que los cubanos arreglen zapatos y destupan inodoros u201cpor cuenta propia u201d, a Europa eso le suena a u201ctransición y cambios u201d. Allí en Bruselas parecen dispuestos a eliminar alegremente las sanciones a la tiranía más larga del mundo. u00bfQué puede esperarse de un país cuyo monumento nacional es un niñito orinando? n
He llegado a la conclusión de que la longevidad forma también parte de la astucia política. Como diría un hombre sabio: u201cMe sentaré en el umbral para ver el cadáver de mi enemigo pasar u201d. Eso han hecho los Castro en Cuba. Así que u201cLongevidad u201d y u201cConvertir el revés en Victoria u201d son las dos lecciones políticas que hay que aprender de ese manual que todavía no se ha escrito. n
Dice Ashton que la decisión de abrir los brazos al régimen no constituye un cambio político respecto al pasado. Pero, u00bfqué sabe ella del pasado?