viernes 29  de  marzo 2024

La Orchila, la base militar rusa y Estados Unidos

Otra vez, indiferencia total de las democracias occidentales. Todos conocemos las consecuencias de no "haberle parado el trote", a tiempo, al expansionismo alemán. Dios quiera, no se repita similar desdén, ante la penetración rusa en nuestro continente
Diario las Américas | OMAR ESTACIO Z.
Por OMAR ESTACIO Z.

La noticia de la posible instalación de una base militar rusa en la isla La Orchila, Venezuela, no puede ser minimizada, ni objeto de la indiferencia o la pasividad de los gobiernos democráticos del Mundo, en particular, los del continente americano. ¿Fue un “globo de ensayo” de TASS, la agencia oficial de noticias del potencial invasor, para tomarle el pulso a la comunidad internacional? ¿Es, en realidad, una decisión, ya tomada, por los desgobiernos gamberros de Vladimir Putin y Nicolás Maduro?

En marzo de 1936, el nazismo ocupó Renania, zona desmilitarizada según el Tratado de Versalles y el resto del Mundo permaneció con los brazos cruzados. Dos años después, Austria quedó anexionada a la Alemania hitleriana y esta última en verano de 1938, le exigió a Checoslovaquia la entrega de los Sudetes, territorio de mayoría germanoparlante. Otra vez, indiferencia total de las democracias occidentales. Todos conocemos las consecuencias de no “haberle parado el trote”, a tiempo, al expansionismo alemán. Dios quiera, no se repita similar desdén, ante la penetración rusa en nuestro Continente.

Pese a su inmenso territorio, Rusia, ocupa el 12 o 13 lugar entre los países con mayor producto interno bruto, PIB. Por debajo de Japón, Italia, Surcorea y similar al, PIB, de España, todos, con mucho menos superficie. Ni qué decir, de las distancias que la separan de, EEUU, China, Alemania, Reino Unido, Brasil, India y Canadá en lo que a PIB se refiere. Evidente, que las ansias expansionistas de Putin no se pueden basar en la productividad, ni en la generación de riqueza. Se fundamentan en el delito. Igual, manda a asesinar en el extranjero con polonio 210, a quienes considera sus adversarios políticos, ordena “puyar” con esteroides a los atletas de su país para mejorar en el tablero de medallas olímpicas, lo mismo que, tan campante, invierte millones de dólares en hackers, para defraudar elecciones en países “amigos”. Sin olvidar ¡faltaría más! que Putin e integrantes de su gavilla, son corruptos de siete suelas. Tráfico de influencias, ventas de chatarra militar con sobreprecios, empréstitos con cláusulas vejatorias, vista gorda ante el narcoterrorismo, sobornos activos y pasivos, pa’ los que salgan. Sus “sinergias” han calzado a la perfección con Nicolás Maduro, porque han saqueado al Erario venezolano a cambio de, tecnología represora y “protección” internacional mafiosa. Tal tipo de agresiones, no se neutralizan mirándole a los ojos al agresor, para encontrarle signos de bonhomía que no existen.

Lo primero que debe decretar el presidente de la transición que se va a producir en Venezuela, a partir del próximo 10 de enero (si se produce antes, mejor) es el reingreso de nuestro país, al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, TIAR, del dos de septiembre de 1947, del cual se desafilió Chávez en 2012. Una pretendida desincorporación, dolosa, con fines inconfesables, nula de toda nulidad, pero esa es otra historia. Lo que cuenta, ahora, es que quien encabece la transición reincorpore a Venezuela al TIAR y le exija al sistema interamericano, la aplicación de los mecanismos de recíproca defensa pertinentes. Decir, recíproca defensa en este caso, es decir EEUU, porque en el plano militar es el único contrapeso eficaz con que cuenta el continente americano, para detener el avance del gangsterismo internacional, personificado por Vladimir Putin.

¿Hasta qué extremos, la intrusión de Putin, en las elecciones presidenciales correspondientes a 2016 le otorgó influencia en las decisiones internas de EEUU? Opinamos que ninguna. De cualquier manera, he aquí el peligro que se cierne sobre el tema de La Orchila. Tiempos difíciles, para nuestra amada Patria y para América, en particular EEUU, si por cualquier motivo, no se puede o no se quiere repeler, con firmeza, el avance del gobierno forajido de Putin en la región.

@omarestacio

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