La semana pasada me dirigí a la Cámara de Representantes para llamar la atención sobre la triste y trágica verdad de lo que realmente está pasando en Venezuela, bajo el nefasto régimen de Maduro. A pesar de que esta administración (Gobierno de Donald Trump) se ha pronunciado enérgicamente contra Maduro, todavía queda mucho más por hacer. El primer paso para obtener más acción es asegurarme de que todos mis colegas estén conscientes de la crisis en Venezuela y ayudar a entender a quienes se niegan a creer que Maduro puede ser tan malo, a comprender el sufrimiento y la frustración del pueblo venezolano.
Ya hemos visto que nuestras sanciones están funcionando, tanto que Maduro está buscando forma de eludirlas, como la idea de lanzar su propia moneda cifrada. Lo estamos golpeando donde le duele, y tenemos que aprovechar este acierto. Tampoco debemos olvidarnos de abogar en nombre del pueblo de Venezuela que sufre, que está desnutrido, enfermo y en la mayor pobreza de su historia. Carecen de los suministros médicos y los alimentos básicos que necesitan, una vez más, todo como resultado de las políticas de este régimen.
Maduro y sus matones se están aprovechando del empeoramiento de la situación humanitaria, defraudando a las organizaciones que buscan traer los alimentos y medicinas que tanto necesita el pueblo venezolano y dificultando la entrega de ayuda a aquéllos que la necesitan desesperadamente. Es por eso que mi colega, Eliot Engel, y yo presentamos la prouesta de ley Venezuela Humanitarian Assistance Act que llama la atención sobre la escasez de alimentos y agua, la grave falta de medicamentos y suministros médicos, y la falta de otros bienes y servicios vitales. Más importante aún, ordena a USAID y al estado desarrollar un plan para determinar cómo los EE UU puede ayudar a enviar ayuda humanitaria a través de organizaciones no gubernamentales confiables e independientes que operan en Venezuela o en países vecinos.
Este proyecto de ley fue aprobado por la Cámara el año pasado, enviando un fuerte mensaje de que apoyamos a los millones y millones de personas que sufren en Venezuela, a los que tenemos que ayudar. A medida que la situación política sigue deteriorándose, con Maduro anunciando su simulacro de elecciones, los líderes políticos aún en prisión; y los manifestantes enfrentándose a la violencia debemos seguir luchando hasta que se resuelva esta grave crisis humanitaria. Es por eso que insté; y continúo impulsando a mis colegas a trabajar de manera bipartidista y bicameral, para que se aprueben estas importantes medidas y así podamos ayudar al pueblo venezolano. No debemos dejar de trabajar hasta que volvamos a ver una Venezuela libre.