Desde hace varios meses, cuando el Congreso de EEUU comenzó a tomar en serio el debate para una reforma migratoria, los argumentos de varios congresistas republicanos, para poner presión y mantener una especie de u201ccontrol u201d sobre la manera en que se fueran necesitando las cartas en este póker político, se centraron nuevamente en lo que llaman seguridad fronteriza. n
Todos estamos de acuerdo en que cada país puede y debe asegurar sus fronteras como mejor le parezca. Pero lo más sorprendente es que el senador Marcos Rubio ha insistido en una seguridad fronteriza férrea, persecutoria, militarizada. Y yo me pregunto, u00bfsabrá, entenderá el Senador Rubio que existe una frontera sur marítima? Más aún, u00bfrecordará el senador Rubio que por esa frontera sur marítima llegan sus connacionales de Cuba?
En mi opinión, no está pensando en los migrantes cubanos, sino en todos los migrantes no cubanos y por eso se le olvidó la frontera marítima. A todas luces, para algunos políticos -y no políticos- hay migrantes de primera y migrantes de segunda. nCon esta inquietud, traté de concertar una cita con Marcos Rubio y preguntarle su opinión sobre el tema.
Como era de esperarse, ni siquiera contestaron el mail que mi equipo de trabajo, encabezado por Licet Dorta, le envió. Entonces me acerqué a los representantes Ileana Ross-Lehtinen (R), Mario Díaz-Balart (R) y Joe García (D). n
La ley de ajuste cubano, que existe desde Noviembre de 1966 como respuesta del Gobierno federal para intentar una reivindicación con el exilio cubano, ha sido un paliativo para quienes huyen de la esclavitud del comunismo y les permite legalizar su situación al año con día de haber pisado tierra firme. nIleana me explicó por qué parecería que hay migrantes de segunda, ya que los cubanos no necesitan de una reforma migratoria.
u201cNo se puede comparar a los cubanos de Cuba, lo que están sufriendo ellos, con personas de México o Haití. La pobreza puede ser igual en algunas ciudades, en algunos lugares; pero la democracia, eso es lo distintivo de la población nuestra u201d. Y añadió: u201cEs algo importante que nuestro exilio le explique al resto del mundo de la ansiedad que tenemos de ser libres u201d. n Mario reconoce que u201cel pueblo americano y los Estados Unidos han sido extremadamente generosos con los cubanos u201d y advirtió de que esta realidad puede llevar a otras persona a pensar u201c u00a1ah! mira a ese lo tratan mejor, entonces por lo tanto a ese no lo deberían tratar tan bien u201d; lo cual tampoco sería necesariamente justo. n Para Joe, el asunto de la seguridad fronteriza es un despilfarro de dinero, toda vez que cualquier intento, todo intento ha fracasado. Se pretende invertir, de aceptarse la reforma migratoria en los términos actuales, 30.000 millones de dólares y doblar el número de agentes fronterizos a 48.000; de los cuales, 40.000 estarían asignados a la frontera Sur terrestre. u00bfY la marítima?
Para Joe la respuesta es muy clara, u201cEs absurdo, es jugar a los peores prejuicios: el de una persona que no entiende cómo funciona una frontera y no hay nadie que debería entenderla más u201d.
Y reconoce la naturaleza del discurso de Rubio: u201cYo entiendo que Marco está hablándole a una comunidad derechista, una comunidad que vive un miedo sobre la frontera u201d. Una frontera que muy pocos, contadísimos congresistas realmente conocen y entienden cómo funciona. nQuizás el mensaje no sea necesariamente que hay migrantes de primera, los cubanos; y migrantes de segunda, los no cubanos. Si no que se trata de migrantes más afortunados y migrantes menos afortunados.