La dictadura que tiranizó Venezuela durante las últimas dos décadas intentó deliberadamente destruir las instituciones, los cuerpos intermedios de la sociedad y el sector productivo, con el propósito de generar un complejo entramado de control social para eternizarse en el poder.
Pero el régimen no contó con la resiliencia de un bravo pueblo que se resistió a capitular, una y mil veces, ni con la irreverencia de unos jóvenes estudiantes que le salieron al paso cada vez que se pretendía acercar el país al castro-comunismo, ni con la constante y decidida campaña internacional que desenmascaró al régimen, llevada a cabo por la diáspora que el mismo régimen fomentó, ni con la inteligencia y capacidad de las nuevas generaciones de políticos venezolanos que finalmente logró gestar una monolítica unidad en torno a tres conceptos básicos:
- Cese de la Usurpación,
- Gobierno de Transición, y
- Elecciones Libres
Resiliencia, irreverencia, constancia, inteligencia y capacidad que han logrado desnudar a un régimen incapaz de ofrecer bienestar sostenible al pueblo y que ya ni siquiera gobierna, sino que pende de un hilo, conformado por los miembros del alto mando militar, a quienes va dirigido este mensaje.
Los estertores de esta dictadura están ya tan al descubierto, que el mismo Nicolás Maduro al increpar a Juan Guaidó porque se le estaba acabando el tiempo para convocar elecciones, conforme al mandato constitucional del artículo 233, inadvertidamente le reconoció como presidente encargado.
Muchos son los elementos objetivos que nos señalan, como claros indicadores, la inminente caída del régimen. Veamos.
El entusiasmo y el renacimiento de la esperanza que muestran las caras de todos los estratos sociales en el país, lo cual comporta en esta ocasión, una certeza de que el cambio político está por ocurrir.
El Tsunami de apoyo internacional al Gobierno Interino en cabeza de Juan Guaidó.
La monolítica unidad de las organizaciones civiles y políticas que adversan al régimen.
El bloqueo de cuentas del régimen y las sanciones sobre la venta del petróleo venezolano por parte de USA.
La decisión del Banco de Inglaterra de no entregar el oro de las reservas de Venezuela al régimen.
El bloqueo de Portugal a las órdenes de transferencias de dinero emitidas por el régimen sobre cuentas en bancos portugueses.
Las conversaciones de representantes de los gobiernos de Rusia y China con el Gobierno Interino de Juan Guaidó
La llegada y acopio de ayuda humanitaria, en ingente cantidad de medicina y alimento, a las fronteras de nuestros países vecinos, quienes están listos y prestos a socorrer a los millones de venezolanos que han sido víctimas de este genocidio tropical en cámara lenta.
El goteo constante y creciente de manifestaciones de reconocimiento al Gobierno Interino de Juan Guaidó por parte de militares venezolanos.
La oferta por parte de USA de levantamiento de sanciones a los miembros del alto mando militar que apoyen al Gobierno Interino de Juan Guaidó.
Y, por último, el carómetro oficial reflejado durante las últimas semanas en los actos del régimen, que muestra un profundo y descarnado temor, puro y duro, en la faz de todos los jerarcas y adláteres de esta dictadura, que ni los encuadres de cámara cerrados, ni los retoques de edición, ni el Photoshop son capaces de esconder.
A las Fuerzas Armadas les llegó el tiempo de la definición, les llegó la hora de decidir si están con la tiranía o sí están con el pueblo.
La invitación es a emular el estelar capítulo de nuestra gesta libertadora protagonizada por los lanceros de Páez en la Batalla de las Queseras del Medio, cuyo bicentenario se cumple este próximo 02 de abril, cuando al grito del León de Payara “Vuelvan Caras”, los lanceros voltearon sus bayonetas y diezmaron al muy superior ejercito del realista Pablo Morillo.
A ustedes les corresponde decidir, ahora, ya, cómo quieren que cese la usurpación: por las buenas, bajo la Ley de Amnistía y con la posibilidad de participar en los esfuerzos de recuperación del País; o, por las malas, enfrentados y muertos o perseguidos por una muy poderosa coalición internacional.
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