WASHINGTON.- Estados Unidos siempre ha estado en favor de la libertad y la democracia. Sin embargo, las recientes acciones del Presidente, tal como se describe en su Discurso del Estado de la Unión, tienen el potencial para deshacer el legado de nuestra nación como faro de libertad y justicia. Como la voz de los oprimidos, no podemos quedarnos cruzados de brazos y permitir a esta Administración implementar iniciativas que abandonan a quienes nos necesitan en lugares donde estos principios se ven amenazados. Este Presidente ha emponderado a nuestros enemigos mientras aleja a nuestros aliados más confiables a través de peligrosas y malas políticas. Me queda claro que en vez de promover los intereses de nuestra nación, las acciones recientes de la política exterior de esta Administración han fortalecido a la dictadura totalitaria en Cuba, se ha rendido ante el programa nuclear de Teherán, y promulgado medidas ineficaces lidiando con Irak y Siria.
En su discurso del Estado de la Unión, Barack Obama le pidió al Congreso que expandiera sus concesiones unilaterales al régimen de Raúl Castro y que levantara el embargo. Levantar el embargo traicionaría a más de 11 millones de cubanos que viven bajo la tiranía de un régimen comunista. La Administración les ha ofrecido concesiones a los hermanos Castro recibiendo poco o nada a cambio. Cuba ha asesinado ciudadanos americanos, dado santuario a fugitivos y ayudado a organizaciones terroristas. Al negociar con un enemigo declarado, el Presidente arriesga nuestra seguridad nacional.
La Administración apacigua a nuestros enemigos y aísla a sus aliados. Ofrecer concesiones a los regímenes dictatoriales del mundo no cambiará sus naturalezas represivas. Al permitir que Teherán continúe enriqueciendo uranio y que el régimen de los Castro mantenga su férreo control sobre la isla, en contra de nuestros propios intereses, demuestra al mundo una política exterior irresponsable. El Congreso debe continuar utilizando cada herramienta a su disposición para prevenir la entrada en vigencia de estas desastrosas políticas.
La política de concesiones de Obama crea un precedente peligroso que alienta a otros regímenes totalitarios desesperados. No debemos darle la espalda a aquéllos cuyos derechos fundamentales son pisoteados. El Presidente le debe dar voz a quienes luchan para traer libertad y democracia a lugares como Cuba, Rusia, Siria e Irán. Desafortunadamente, Obama continúa ignorando a aquéllos que anhelan tener los mismos derechos que todos en EEUU disfrutan. Debemos apoyar las libertades, Justicia y la paz alrededor del mundo y no apoyar a los regímenes que socavan los valores universales que nuestra nación ha llegado a representar ante el mundo.