CARACAS.- REDACCIÓN
"La mayor parte de la oposición y algunos chavistas creen una transición negociada es la única forma de evitar un descenso a un derramamiento de sangre"
CARACAS.- REDACCIÓN
“Atrás quedaron los días en que se utilizaba un golpe de suerte masivo de petróleo triunfalmente para imponer su ´revolución bolivariana´, una mezcolanza de los subsidios indiscriminados, los controles de precios y de cambio”, describe The Economist a través de una crónica en la que advierte el desplome del chavismo como cúpula de poder en Venezuela.
El reportaje refleja las cifras rojas en las que está sumido el país y cómo esto se ha convertido en desabastecimiento de alimentos, enceres y medicinas. Además de una alta inflación de tres dígitos. "La mayor parte de la oposición y algunos chavistas creen que una transición negociada es la única forma de evitar la posibilidad de un derramamiento de sangre".
The Economist revela que el Gobierno ha admitido que en los 12 primeros meses del año 2015, la economía se contrajo un 7,1% y la inflación fue de141,5%. Incluso Nicolás Maduro, heredero desafortunado de Chávez, llamó a estos números "catastróficos". El FMI cree que lo peor está en el almacén: se calcula que la inflación aumentará a 720% este año y que la economía se contraerá un 8%, después de contraerse en un 10% en 2015. El Banco Central está imprimiendo dinero para cubrir gran parte de un déficit fiscal de alrededor del 20% del PIB.
La realidad del país caribeño es noticia a nivel mundial. Luego del revés electoral que sufrió el chavismo el 6 de diciembre en las elecciones parlamentarias y con el triunfo de la oposición que logró obtener la mayoría en la Asamblea Nacional, “Maduro no muestra signos de un cambio de rumbo. El mes pasado se emitió un decreto de 'emergencia económica', rechazado por la nueva mayoría, que principalmente ofrece más controles. Su gobierno parece paralizado por la indecisión y las luchas internas”.
El medio resalta que según el consultor Asdrúbal Oliveros, los salarios reales cayeron en un 35% el año pasado. De acuerdo con una encuesta realizada por un grupo de universidades, el 76% de los venezolanos ahora son pobres, en comparación con el 55% en 1998.
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