"Nos están atacando", dice el capitán. El puente de mando se sacude y poco después aparece una nave klingon en la pantalla. "Activen los escudos, carguen los torpedos", ordena el oficial, mientras el piloto y el jefe de ingenieros preparan todo para el combate.
La nave "U.S.S. Aegis" responde. Con un par de movimientos, el oficial dispara los torpedos, rompe el escudo protector de los klingon y el enemigo huye. Ahora, la tripulación puede dedicarse al auténtico objetivo de su misión.
Se trata de una situación bastante típica que, con sus variantes, puede aparecer en el juego "Star Trek: Bridge Crew". Cuatro jugadores se meten en la piel de los principales tripulantes y dan órdenes como el capitán, analizan objetos como oficial de comunicaciones, determinan el uso de la energía en los motores como ingeniero jefe o pilotan la nave por el espacio.
Gracias al uso de gafas de realidad virtual, es como si los jugadores realmente se sentaran en el puente de mando. Girando la cabeza hacia la derecha o izquierda pueden verse, hacer gestos con la mano o hablar unos con otros a través de los micrófonos y auriculares. Con los mandos de las Oculus Rift, HTC Vive o Playstation VR controlan las manos del personaje que encarnan y pueden apretar o girar los botones del panel.
Hasta aquí todo conocido, pero lo nuevo en juegos como "Star Trek: Bridge Crew" es que todos los jugadores tienen que colaborar estrechamente, porque cada uno tiene su área de trabajo y la victoria llega únicamente a través de la cooperación.
Se trata de una forma de juego que está en auge en la actualidad, no solamente en los videojuegos sino también en los juegos de mesa. Otro ejemplo es la búsqueda de Mister X en "Scotland Yard", aunque aquí Mister X y el resto tienen objetivos asimétricos.
En cambio, en "Star Trek: Bridge Crew", todos los jugadores tienen la misma meta y deben cumplir distintas tareas, señala Markus Wiemker, director de estudios de Game Design en la Escuela Académica de Medios de Stuttgart, Alemania.
Lo mismo ocurre con "Keep Talking and Nobody Explodes", en el que hay que desactivar una bomba de tiempo. Un jugador tiene el explosivo delante y debe resolver pequeños acertijos, cortar cables o poner los botones en su posición correcta.
Sus compañeros tienen las soluciones a los acertijos, pero no ven la bomba. Así que el encargado de desactivarla tiene que describirla correctamente en detalle y distribuir tareas para que al final no estalle. Y cuanto menos tiempo queda, más tensión hay.
"La cooperación es un elemento clave en la realidad virtual", dice Wiemker. Esto tiene que ver en primer término con la influencia del jugador en el mundo del juego, que aumenta mediante la colaboración. Y en segundo lugar con las posibilidades de los juegos de rol.
"No soy un gran fan de los juegos de rol, pero me sorprendí de lo rápido que me metí en el papel y cómo nos convertimos en un equipo", dice Wiemker sobre su expeciencia con "Star Trek: Bridge Crew". "Uno deja de pensar en las barreras típicas respecto de los juegos de rol".
Ubisoft, creador de "Bridge Crew", está trabajando en otros juegos cooperativos. El juego de hombres lobo "Werewolves Within", usado en viajes escolares o para ejercicios de grupo, tendrá una edición en VR.
En vez de representar un pueblo con hombres lobo, "Werewolves Within" funciona como un juego de mesa. Cuando uno se coloca las gafas de realidad virtual, aparece sentado bajo un árbol junto con los demás, con los que puede intercambiar información según sea el papel de cada uno.
El entorno tiene un papel importante en estas experiencias, asegura Matthew Wagner, diseñador de juegos en Red Storm Entertainment y que participó en "Bridge Crew". "Uno no solamente está conectado con otras personas... está con ellas en el espacio".
¿Y qué pasa si la cooperación no funciona o alguien actúa a propósito en contra del objetivo? En ese caso existen formas de expulsar a un jugador y bloquearlo, explica Wagner.
FUENTE: dpa
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