"Llegó la hora". Esa es la frase que usó Henrique Capriles, el principal impulsor del Referéndum Revocatorio, para anunciar el inicio de protestas de calle, como la Gran Toma de Venezuela el próximo miércoles, para defender a la democracia en Venezuela.
La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) respondió este viernes en la tarde a lo que calificaron sus dirigentes como "un golpe de Estado" por parte del presidente Nicolás Maduro, a través de decisiones de tribunales penales de menor jerarquía, que dieron paso a la suspensión de la segunda fase para la activación del Referéndum Revocatorio,echando ya por tierra la posibilidad de una salida electoral a la crisis del país.
"Si nos quieren meter presos, échenle bolas", dijo en tono retador Capriles, quien estuvo acompañado de la dirigencia opositora en "unidad perfecta".
Este sábado la MUD apoyará un acto en Caracas convocado por mujeres, encabezadas por la esposa del dirigente preso Leopoldo López, Lilian Tintori y María Corina Machado, de Vente Venezuela, que inicialmente se organizó como una actividad independiente.
El domingo se realizará una sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional para tomar decisiones que van desde la nacionalidad del presidente Nicolás Maduro, un tema que para algunos había sido esquivo en el debate, y el abandono del cargo por parte del Jefe de Estado, acusado de romper el hilo constitucional al impedir a los ciudadanos expresarse en una consulta popular prevista en la Carta Magna de Venezuela.