El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS) anunció una decisión histórica: tras más de dos décadas de desinformación alrededor de la terapia de reemplazo hormonal (HRT), la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) inició el proceso para eliminar las advertencias de “caja negra” en los tratamientos hormonales para la menopausia.
El anuncio fue realizado por el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., y el comisionado de la FDA, Dr. Marty Makary, ante más de 200 asistentes, entre ellos la segunda dama de Estados Unidos, Usha Vance, y la secretaria de Trabajo, Lori Chavez-DeRemer. Según Kennedy, esta medida devuelve a millones de mujeres la oportunidad de tomar decisiones informadas con base científica y sin miedo.
Durante décadas, millones de mujeres usaron HRT para tratar síntomas de la menopausia —como sofocos, sudoraciones nocturnas, trastornos del sueño y pérdida ósea—, hasta que, a inicios de los años 2000, la FDA impuso advertencias severas basadas en un estudio de la Women’s Health Initiative. Dicho estudio reportó un supuesto aumento en el riesgo de cáncer de mama, pero tenía graves limitaciones: la mayoría de las participantes tenían en promedio 63 años, más de una década después de la menopausia, y recibieron un tipo de formulación hoy casi en desuso.
Durante más de veinte años, esto generó alarma, pánico médico y una caída masiva en la prescripción de terapia hormonal. “Tens of millions of women have been denied the life-changing and long-term health benefits of hormone replacement therapy because of a medical dogma rooted in a distortion of risk,” afirmó el Comisionado Makary. Según él, la ciencia fue ignorada y la salud femenina quedó en desventaja.
La nueva decisión llega tras una revisión científica exhaustiva, un panel de expertos realizado en julio y un periodo de comentarios públicos.
Ahora la FDA trabaja con las farmacéuticas para eliminar menciones de riesgos relacionados con enfermedades cardiovasculares, cáncer de mama y demencia probable. Solo se mantendrá la advertencia de riesgo de cáncer endometrial para productos con estrógeno sistémico sin progesterona en mujeres con útero, tal como ya se recomendaba.
Los beneficios que habían quedado enterrados bajo el miedo son contundentes. Estudios aleatorizados muestran que iniciar terapia hormonal dentro de los primeros 10 años desde el inicio de la menopausia —generalmente antes de los 60 años— reduce la mortalidad por todas las causas y disminuye las fracturas óseas hasta en un 60%.
También puede reducir hasta un 50% el riesgo de enfermedades cardiovasculares y un 35% el riesgo de Alzheimer. El mensaje: el momento de inicio y la duración son decisiones personalizadas entre médico y paciente, pero la evidencia es clara.
Para la directora de la ARPA-H, Alicia Jackson, “cada parte del cuerpo de una mujer depende del estrógeno: cerebro, corazón, huesos, músculos. Quitar estas advertencias basadas en la mejor ciencia es un paso enorme para permitirles vivir más y mejor”.
Además, la FDA aprobó dos nuevas alternativas para quienes atraviesan la menopausia. La primera es el primer genérico de Premarin en más de 30 años, lo que podría reducir costos y mejorar el acceso. La segunda es una terapia no hormonal para sofocos moderados a severos, ideal para mujeres que no pueden o no desean usar estrógenos.
Con esta decisión, Estados Unidos no solo corrige dos décadas de miedo injustificado, sino que devuelve a millones de mujeres una herramienta médica valiosa, basada en ciencia real y no en suposiciones. Como dijo Kennedy: “Hoy estamos devolviendo a las mujeres el control sobre su salud”.
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