jueves 21  de  agosto 2025
CONSEJOS

La peligrosa moda de los productos de belleza para las adolescentes

Cuando el marketing está disfrazado de cuidado: ¿ritual de autocuidado o riesgo silencioso?

Diario las Américas | DOREEN GUTIÉRREZ
Por DOREEN GUTIÉRREZ

En los pasillos de cualquier tienda de belleza, o mejor dicho, en los feeds de TikTok, los protagonistas ya no son solo las mujeres adultas con rutinas complejas de 10 pasos. Ahora, son niñas de 10 años aplicando sérums con retinol, mascarillas con ácido glicólico y tónicos que antes estaban reservados para pieles con más de dos décadas de vida. El auge del skincare entre adolescentes ha irrumpido como una tendencia viral, tan brillante como preocupante.

Con más de mil millones de vistas bajo hashtags como #TeenSkincare y #DrunkElephant, vemos a una generación que ha cambiado los juguetes por frascos de sueros. Y detrás de los empaques en tonos pasteles y texturas chic se esconde una realidad que muchas veces pasa desapercibida: estos productos no están diseñados para ellos.

Marcas como Glow Recipe, The Ordinary y Drunk Elephant —cuyos empaques parecen diseñados para protagonizar un unboxing en redes— han conquistado la curiosidad de niños y adolescentes, sin una diferenciación clara entre piel en desarrollo y piel adulta. Ingredientes como el ácido salicílico, la niacinamida o incluso el retinol se están usando sin orientación profesional, poniendo en riesgo la barrera natural de la piel. Aplicar estos activos de forma innecesaria puede provocar sensibilidad, brotes, irritación y desequilibrios.

La piel adolescente, por lo general, es saludable, elástica y con una excelente producción de colágeno. No necesita despigmentar, rejuvenecer ni exfoliarse con químicos potentes. Lo que sí necesita es educación: limpieza suave, hidratación básica y protector solar.

El problema no es solo el producto, sino el mensaje: que una piel natural ya no es suficiente. Que el "glow" debe venir en frasco. Que sin una rutina de ocho pasos no eres parte de la conversación.

No se trata de satanizar estas marcas ni los avances cosméticos, sino de educar a los padres y a los jóvenes sobre el uso adecuado de productos, la importancia de consultar con profesionales y la necesidad de regular mejor los mensajes publicitarios que, aunque visualmente encantadores, no siempre son responsables.

Como madre y como creadora de una marca de belleza consciente, no puedo quedarme callada ante esta ola que, aunque colorida y entretenida, puede dejar marcas invisibles en una generación que apenas empieza a definirse. El skincare debe ser un acto de autocuidado, no una imposición estética que genere ansiedad desde la infancia.

Más sobre Doreen Gutiérrez en @diariodebelleza @banacosmetics @diariodebellezapodcast

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