lunes 25  de  marzo 2024
MIAMI-DADE

"El tráfico humano está en nuestro vecindario, en nuestras escuelas"

MIAMI.- “Hay que romper la ley del silencio, no es malo informar sobre las personas que puedan estar comprometidas en ese delito”, subrayó la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle

Los medios tradicionales de comunicación y las redes sociales son responsables de la banalización y el “embellecimiento”, de la explotación sexual, según se debatió este martes, en el cuarto foro anual sobre tráfico humano.

Al respecto, la presidenta de la Universidad de Miami, Donna Chalala, dijo “no tenemos que tomar exclusivamente como culpable a quien comete ese delito de tráfico humano. La culpable es la sociedad que ha hecho del tráfico sexual algo glamoroso”.

La fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, hizo hincapié en que el tráfico humano está en nuestro vecindario, en nuestras escuelas, en nuestra comunidad, y puede afectar a nuestros hijos.

“Hay que romper la ley del silencio, no es malo informar sobre las personas que puedan estar comprometidas en ese delito”, subrayó y puso el ejemplo de una niña de 14 años que fue víctima del “matoneo” por internet y prefirió prostituirse que señalar a quienes la explotaban como prostituta, influida por  esa cultura que exalta al “chulo” o al hombre que usa los servicios de una dama de compañía, en lugar de hacerlo objeto en los medios, de una sanción social. 

Para explicar la importancia del impacto de los medios y de las redes sociales, sobre todo en las nuevas generaciones, Fernández Rundle trajo a colación estadísticas muy impactantes sobre las horas que invierte un joven, entre 16 y 18 años, en diversas actividades: “con sus padres, 2.000 horas; en la escuela, 11.000 horas; y en los medios (electrónicos y digitales) 50.869 horas, consumiendo todo lo que hay en los medios. Imagínense el impacto de lo que están recibiendo todo el tiempo”, comentó la fiscal, alarmada por esas cifras.

Señaló además, que en Estados Unidos se destinan 17.000 millones de dólares en publicidad dirigida a los niños y jóvenes.

Como un primer paso para contrarrestar el impacto de esos medios, anunció un concurso, que se hará en todos los colegios de los nueve distritos escolares, en el que se premie el mejor mensaje relacionado con el tráfico humano.

“Hay una información sin filtro. Por lo tanto,  ¿quién en realidad está educando a nuestros hijos?” se preguntó el superintendente del distrito escolar del Condado Miami-Dade, Alberto Carvalho, quien fue uno de los conferencistas del foro. “Tenemos una responsabilidad moral con ellos, y debemos luchar no sólo por ellos, sino además tener el coraje de denunciar ese tráfico sexual”,  añadió.

Cambio de enfoque

Fernández Rundle explicó que en estos últimos tres años ha habido un cambio de perspectiva en cómo tratar ese fenómeno. Las niñas –a veces de 12 o 13 años – son las víctimas, que les cuesta trabajo hablar o denunciar.

Por lo tanto, los casos se centran en quienes han sufrido esa explotación, y no en la construcción de un hecho delictivo como tal, sin tener en cuenta la sensibilidad de las víctimas. Por eso los equipos de investigación y los fiscales se han vuelto especialistas en evidencia digital: “Lo que las niñas no nos van a decir, lo dirán sus teléfonos celulares. A través de los textos vemos cómo se porta la persona que las utiliza”, puntualizó.

La fiscal hizo énfasis en que se han endurecido las penas contra los que utilizan los servicios de las víctimas de tráfico sexual y citó el caso de un hombre que acaba de ser condenado a 10 años por ese delito. En este sentido, mientras que en 2012 hubo apenas 8 casos que llegaron a la justicia por explotación sexual, en enero de 2015 hay ya 250 casos.

Al mismo tiempo, ha habido avances en los derechos de privacidad de las víctimas, en asistencia para su relocalización  y en compensaciones económicas para que puedan rehacer sus vidas.

En estos últimos tres años, cuando empezó esta campaña contra el tráfico humano, se creó una unidad en la fiscalía encargada de este delito.  También existen fiscales especializados, que trabajan todo el tiempo en estos casos, e investigadores que están siguiendo la pista de los delincuentes y de un comercio sexual que sigue siendo difícil de detectar.

Y además hay un instituto de políticas contra el tráfico sexual que, cada semana, se reúne a discutir y proponer actividades, en el plano legal, educativo, policiaco, para combatir un fenómeno que  en el mundo  tiene a 2.7 millones de personas forzadas al comercio sexual, una “industria” de 32 mil millones de dólares al año, según cifras dadas a conocer por la fiscal Fernández-Rundle.

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