jueves 13  de  noviembre 2025
AMÉRICA LATINA

Alza de salarios en Cuba agravaría hiperinflación

Con más dinero en circulación, sin respaldo productivo, lo que puede esperar la población cubana es que los precios se eleven de forma excesiva, afirman especialistas
Diario las Américas | IVÁN GARCÍA
Por IVÁN GARCÍA

ESPECIAL
@DesdeLaHabana

LA HABANA. - "Es como derramar gasolina al fuego", responde Gustavo, exprofesor universitario de economía en Cuba, cuando usted le pregunta sobre el alza salarial que se está aplicando en determinadas empresas estatales sin un adecuado respaldo productivo.

Desde su punto de vista, “la inflación en Cuba no es un fenómeno nuevo. Durante el Período Especial, esa crisis económica que en la década de 1990 provocó la caída del PIB en un 35%, el proceso inflacionario fue brutal. La liquidez en manos de la población representó un 73% del PIB y el déficit presupuestario alcanzó el 33%. Los salarios eran de diez a veinte veces más bajos que en estos momentos en la isla, pero las producciones agrícolas, incluidas las de azúcar, café y cítricos, así como las de la ganadería y la pesca, eran entre un 20 y un 50 por ciento mayor que las de 2021".

Gustavo recuerda que en 1988/89 se produjeron 8,1 millones de toneladas de azúcar y en 1991, cuando se desintegra la Unión Soviética y ya con el Período Especial en Cuba, "el azúcar representaba el 90% de los ingresos por exportaciones, pero en 1995/96, la zafra cayó a 4,3 millones de toneladas. A partir de esa fecha, las zafras azucareras comenzaron a disminuir. Actualmente la producción de azúcar a duras penas sobrepasa el millón de toneladas, y se ha llegado al extremo de importar azúcar. En 1993, la dolarización de un sector del comercio y los servicios, la apertura de negocios privados, el subsidio venezolano en divisas y el envío de combustible por parte de Hugo Chávez, fueron factores que contribuyeron a revertir la crisis económica y la inflación”.

Gobierno, el responsable

Para el exprofesor universitario, a la economía cubana le ha hecho mucho daño que el gobierno no tomara nota de los errores y siguiera apostando por el voluntarismo político, lo que propició que el tejido empresarial y agropecuario continuara descapitalizándose. En su criterio, "los gobernantes son los máximos culpables por el desastre actual de la economía, la agricultura y la industria. Del 2000 al 2018, el Estado importó más de 2.000 millones de dólares en alimentos. Lo ideal hubiera sido que una parte de esos dólares se hubieran invertido en la agricultura, que hubiera permitido cultivar en el país alimentos que se estaban importando. Pero el monopolio y capitalismo de amigos patentado por empresas militares como GAESA, priorizaron la importación. Les resultaba más rentable y les permitía amortizar los gastos en poco tiempo. Con excepción del turismo, extracción de níquel y telecomunicaciones, los empresarios militares, optaron por las ganancias fáciles generadas por el envío de remesas y por la venta de artículos en tiendas en divisas cuyo margen de beneficios se sitúa entre el 240% y el 400%”.

Esas aguas trajeron estos lodos, asevera Gustavo. “En la actualidad, un gran número de empresas estatales presentan un estado ruinoso. Otras, pertenecientes a la marina mercante y la industria pesquera, y más de un centenar de centrales azucareros, se vendieron en dólares como chatarra. Ya en 2018, debido a la crisis económica e inflación de tres dígitos en Venezuela, la improductiva economía cubana entró en una recesión que se aceleró entre 2019 y 2022, al coincidir con situaciones externas que provocaron una tormenta perfecta". Según el exprofesor, una de esas situaciones, "fueron las más de 240 medidas aplicadas por la administración de Trump, que afectaron al único sector lucrativo del país, el administrado por las empresas militares y el Consejo de Estado (turismo, remesas, biotecnología, telecomunicaciones). Debido a la deuda millonaria con la compañía canadiense Sherritt Intertational, la planta de niquel de Moa vio menguar su producción y rentabilidad”.

La pandemia

Otra situación imprevista fue la pandemia, que en Cuba generó un alza en los precios de alimentos y artículos de primera necesidad y afectó las cadenas productivas. "Por si no bastara, la aplicación de la absurda Tarea Ordenamiento, en enero de 2021, con una reforma salarial sin un respaldo de bienes y servicios, que al terminar el año había generado una inflación de un 77,33%, de acuerdo con estadísticas oficiales. Entre 2020 y 2021 el PIB casi cayó un 13% y la liquidez en manos de la población representó el 121% del PIB, con un déficit del presupuesto que ronda el 20 por ciento. Con la economía en números rojos, la pandemia en alza, sin turismo y en medio de un desabastecimiento general, el Estado decide abrir las Tiendas MLC (moneda libremente convertible). Fija el dólar a uno por 25 pesos, pero como los bancos no venden divisas, el mercado informal, la única vía de obtención para los que no reciben remesas, se vio superado por la creciente demanda", afirma Gustavo, quien alerta lanza una alerta:

"El miércoles 4 de mayo, por ejemplo, en el mercado informal, el euro se cotizaba a 126 pesos, el MLC, una divisa virtual del gobierno estaba a 123 pesos, y el dólar, que no circula en el sector bancario, pero la gente lo utiliza para viajar o comprar en el exterior, había subido a 115 pesos. Las divisas prometen seguir revalorizándose, provocando a su vez la devaluación de la deprimida moneda nacional. En medio de este caos económico, que ha traído aparejado un enorme descontento social y una emigración masiva, elevar los salarios de los trabajadores estatales es inyectar una masa monetaria que, al no existir una oferta adecuada de bienes, traerá como resultado una hiperinflación, si el gobierno no inicia reformas profundas”.

Sergio, contable en una empresa mixta, piensa que “no han surtido efecto ni la fallida Tarea Ordenamiento, las 63 medidas implementadas por el régimen en la agricultura, las más de tres mil MIPYMES (micros, pequeñas y medianas empresas) aprobadas, ni las 155 medidas recientemente aprobadas. La economía cubana está en estado de coma. Para reactivarla hay que desmontar el improductivo e ineficiente entramado empresarial del Estado. Comenzando por la Organización Superior de Dirección Empresarial (OSDE), que más que un incentivo es un lastre a la economía. En el modelo 'socialista' ganan mayores salarios los cargos burocráticos y los gerentes militares que no están insertados en la producción de bienes de consumo”.

Militares, los que más ganan

Y aprovecha para aclarar que el salario mensual de un militar de mediana graduación ronda los 10.000 pesos. "Superior a un ingeniero que aporta valor agregado y su sueldo es de 5.000 a 8.000 pesos al mes. Además, un oficial de las FAR o el MININT, recibe raciones de alimentos, atención médica de calidad, facilidades para obtener una vivienda, opciones recreativas a precios módicos, telefonía móvil y acceso a internet subsidiado por el gobierno. Los trabajadores estatales no reciben nada de eso. En la nueva escala salarial, se observa que un directivo a veces gana el triple de un obrero que interviene en la producción”, asegura Sergio.

Una fuente dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que dirigentes y funcionarios de la dictadura han declarado que no se subirían los salarios, pero “la dificilísima situación económica, política y social han presionado al gobierno y ha echado andar la máquina de hacer dinero”. Un dato: hace un año, el salario de un ingeniero de ETECSA, única empresa de telecomunicaciones en Cuba, entre estimulación y otros incentivos, superaba los 8.000 pesos, 200 dólares según la cotización de entonces, donde un dólar costaba 40 pesos. Hoy, el poder adquisitivo de ese salario, debido a la inflación, representa 71 dólares en el mercado negro.

Aumento sin respaldo

El director de una empresa estatal señala que “los trabajadores han visto mermar sus salarios entre un 50 y un 80 por ciento. En un país donde la mayoría de los bienes se compran en divisas, esa disminución salarial ha generado pérdidas de puestos de trabajo e incentivado la emigración". Y menciona el caso de una oficina de proyectos, que de 55 profesionales, 27, casi la mitad, pidió la baja. "El resto, en su jornada laboral se dedica a hacer gestiones o colas en busca de alimentos. A ello se suma que, desde hace dos semanas, el transporte que tienen está parado por falta de combustible”.

Recientemente, a un especialista de ETECSA le comunicaron que, a partir del mes de junio, le duplicarán su salario: en vez de 8.000 pesos, le pagarán 16.000. Y los directivos devengarán entre 24 y 27.000 pesos, tres veces más que un operario o técnico medio. “Esos aumentos son comida para hoy y hambre para mañana. Cuanto más dinero haya en circulación en la, calle más aumentarán los precios”, afirma el especialista.

Una afirmación con la que concuerda Gustavo, exprofesor universitario jubilado, pues aumentar salarios sin respaldo productivo "es como caminar por un barranco. Si con urgencia no se aplican reformas profundas que beneficien a la economía, la nueva ola inflacionaria en pocos meses va a devorar los aumentos salariales”.

Cuba se hunde inexorablemente. Mientras, las autoridades siguen vendiendo humo.

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