LA PAZ - La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez se declaró inocente este viernes en la recta final del juicio por un supuesto "golpe de Estado" en 2019 contra su predecesor, Evo Morales, y defendió su llegada al Gobierno.
LA PAZ - La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez se declaró inocente este viernes en la recta final del juicio por un supuesto "golpe de Estado" en 2019 contra su predecesor, Evo Morales, y defendió su llegada al Gobierno.
Áñez es acusada por el régimen del Movimiento Al Socialismo (MAS), el partido de Morales, que reformó la Constitución para permanecer en el poder tras 14 años en el gobierno de Bolivia. Además del cambio a la Carta Magna, Morales logró declarar "victoria" en medio de cuestionamientos de un fraude electoral. Las protestas lo obligaron a huir del país, pero Morales y su delfín Luis Arce, acusan a Áñez de "golpe de Estado", pese a que Evo Morales renunció a la presidencia y huyó dejando acéfalo el gobierno.
"Hice lo que tenía hacer, asumí la presidencia por compromiso... Lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad", aseguró la exmandataria de 54 años.
"Todos saben que soy inocente", agregó Áñez, que gobernó entre 2019 y 2020.
Áñez, encarcelada en La Paz desde hace 15 meses, es juzgada junto a exjefes militares desde febrero por supuesto "incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución", el argumento empleado por el MAS a través de la "justicia".
Se le imputa haber asumido la presidencia de forma inconstitucional en noviembre de 2019 tras la renuncia y huida de Morales (2006-2019) en medio de protestas multitudinarias por un supuesto fraude electoral denunciado por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Áñez se define como "presa política" del régimen del MAS.
Tras varias interrupciones, el juicio se retomó el lunes y se acerca a su fin: concluidos los últimos alegatos de los acusados, el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz, que actúa como juzgador, deliberará y dictará sentencia.
La Fiscalía ha solicitado que Áñez sea sancionada con 15 años de cárcel, pena máxima según la ley boliviana para la combinación de los delitos que se le imputan.
Uno de sus abogados, Luis Guillén, denunció esta semana que "están tratando de forzar la sentencia". Áñez, su defensa y la oposición denuncian presiones del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) para una condena rápida.
"Es poco considerado someterme a cansadoras horas, porque mi salud no lo permite", dijo Áñez el jueves.
La expresidenta se ha descompensado durante varias audiencias, estuvo dos semanas en huelga de hambre al comienzo de su juicio y se hizo cortes en un brazo en agosto de 2021.
Este viernes, un grupo de 23 expresidentes de países iberoamericanos pidió a la ONU y la Unión Europea "repudiar la intención de sentenciarla de forma arbitraria".
Áñez se proclamó presidenta interina el 12 de noviembre de 2019, después de que el izquierdista Morales huyera del país tras perder el respaldo de mandos militares y policiales en medio de una fuerte convulsión social por el fraude electoral en las elecciones de octubre de ese año para continuar su mandato hasta 2025.
La abogada y expresentadora de televisión dejó el poder en noviembre de 2020 tras nuevos comicios en los que resultó electo Luis Arce, delfín de Morales, y en marzo de 2021 fue detenida.
Áñez fue finalista del premio Sájarov de defensa de los derechos humanos y de libertad de pensamiento, que entrega el parlamento europeo, pero finalmente este fue otorgado al opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni.
FUENTE: Con información de AFP