lunes 25  de  marzo 2024
POLÍTICA

Autoritarismo, el rumbo que estaría tomando Brasil

Lula podría aprovechar la insurrección de principios de mes para apoyarse en el poder judicial y mantenerse en el mando; ya dio el primer paso, censurar
Diario las Américas | REYES UREÑA
Por REYES UREÑA

Desde el retorno de Luiz Inácio Lula a la presidencia de Brasil el 1° de enero, la estabilidad política del gigante del sur de Latinoamérica se ha visto afectada. Miles de personas salieron a las calles y tomaron las sedes de tres poderes el 8 de enero, en muestra de rechazo al tercer mandato del líder socialista, a quien incluso algunas señalan de haber podido regresar como titular al palacio de Alvorada con métodos fraudulentos.

Horas después de las manifestaciones el gobierno retomó el control pero fue el punto de partida para medidas de autoritarismo. La izquierda brasileña no tardó en culpar al expresidente Jair Bolsonaro de los disturbios. El exmandatario en el momento de lo sucedido se encontraba en el sur de Florida, hospitalizado bajo cuidados médicos, atendiéndose un dolor abdominal por secuelas del atentado con arma blanca del que fue objeto cuando era presidente.

La prensa internacional, incluso estableció un paralelo de lo sucedido en Brasil con el asalto al Capitolio de EEUU ocurrido el 6 de enero de 2021.

Sin embargo, lo sucedido en días recientes en Brasil apenas podría ser la punta del iceberg, una pequeña muestra de lo que puede llegar a hacer el gobierno de Lula para mantenerse en el poder, aunque una gran parte del pueblo lo rechace.

“La situación es cada día más compleja”, comentó a DIARIO LAS AMÉRICAS desde el país suramericano el periodista Luca Ribeiro. “Las instituciones hoy en Brasil no son confiables y un buen porcentaje de la población del país no confía en ellas porque se puede ver un cierto sesgo a la izquierda y en contra de la derecha”.

Ribeiro mencionó al Supremo Tribunal de Brasil en varias ocasiones. Ese fue el organismo público que le dio libertad a Lula, luego de que estuviese arrestado bajo cargos de corrupción. La liberación del ahora presidente, que no fue vetado políticamente, se dio por procedimientos inadecuados en su proceso de enjuiciamiento y no porque estuviese libre de culpa, asegura el analista.

Ese mismo Supremo Tribunal, días atrás, comandado por el juez Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, prohibió la obstrucción de la vía pública, el ingreso de manifestantes a edificios públicos y diversos grupos de Telegram, a pedido la Oficina del fiscal general, ante los rumores de que el pueblo volvería a salir a las calles.

“Hay división política, claro, aseveró el periodista. Pero ese no es el centro del problema. En cualquier democracia normal hay sus divisiones y diferencias”, continuó Ribiero. “El problema es cuando hay diferentes polos políticos y uno de los dos tiene más influencia en las instituciones, como el PT (Partido de los Trabajadores) que si miran la Suprema Corte tiene una mayoría favorable a ellos. Entonces, las actitudes de esa institución, que censura a periodistas, medios sociales e influenciadores en redes sociales, es muy peligroso”.

A principios de enero, recuerda Ribeiro, el ministro del STF, Alexandre de Moraes, ordenó suspender las cuentas de los periodistas Paulo Figueiredo, Guilherme Fiuza y Rodrigo Constantino (quien vive en Estados Unidos) e incluso le cancelaron el pasaporte, pero por suerte es que ya tiene la ciudadanía americana.

La censura en Brasil ya alcanza a la prensa internacional, de acuerdo con el periodista estadounidense Glenn Greenwald, quien notificó que obtuvo «una orden de censura», en la que exigen a múltiples plataformas de redes sociales que eliminen a comentaristas y políticos destacados.

Greenwald asegura que el régimen de censura en Brasil está creciendo rápidamente, prácticamente a diario ahora. E invita a la izquierda y a la derecha a unirse ante una amenaza que afecta a todos.

Ribeiro comenta que “no debemos olvidar que las Big Tech favorecen a los ‘influencers’ de izquierda y se oponen a los ‘influencers’ de derecha. Revista Oeste fue vetada de transmitir en YouTube por 15 días desde el 10 de enero. El canal de Youtube del diario Brasil Sem Medo lleva dos meses sin poder transmitir. El Ministerio Público Federal también inició un proceso judicial para investigar a Jovem Pan por supuesta difusión de “noticias falsas”. La decisión se tomó el 9 de enero, según Brasil Sem Medo. Coincidentemente, todos los medios de comunicación y los periodistas censurados son de derecha y contrarios al PT”, aseguró Ribeiro.

Interrogante peligrosa de despejar

Claudio Fantini, periodista y analista político escribió una columna titulada “El otro riesgo en Brasil”, publicada en El País, de Uruguay, en la que hace una interrogante, a despejar en los próximos días, semanas o meses.

“¿Mantendrá Lula el gobierno de amplia coalición centrista y el apego a la democracia liberal?

Existe el riesgo de que, como hicieron Hugo Chávez (en Venezuela) y Recep Tayyip Erdogán (en Turquía), el presidente cuyo gobierno sobrevivió a la asonada en Brasilia, sienta la tentación de llevar la necesaria embestida judicial contra los llamados golpistas, a una embestida mayor, para desactivar toda oposición y toda crítica.

De caer en esa tentación, Lula da Silva no buscaría apoyarse en el sector militar que lo respalda, sino en el Poder Judicial”.

Otra muestra de autoritarismo

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, apartó a cuarenta militares destacados en la residencia presidencial, luego de prometer una "revisión profunda" del personal, tras los ataques del 8 de enero en Brasilia.

La medida, publicada el martes en el diario oficial de la Unión, afecta a funcionarios adscritos a la coordinación del Palacio de la Alvorada, domicilio oficial de los jefes de Estado.

Los militares apartados son de rangos bajos -soldados, cabos, sargentos-, algunos de los cuales prestaban seguridad al lugar

También, la presidenta de la Corte Suprema de Brasil, Rosa Weber, suspendió el decreto del exmandatario Jair Bolsonaro que podría beneficiar a policías condenados por la histórica masacre en la prisión de Carandiru, ocurrida en 1992.

La decisión respondió a una propuesta de la fiscalía general "que sustenta, entre otros puntos, que el trecho es una afronta a la dignidad humana y a los principios del derecho internacional público", dijo este martes el Supremo Tribunal Federal en un mensaje en Twitter.

Bolsonaro, cuestionado con frecuencia por sus opiniones sobre políticas carcelarias y de seguridad, indultó en diciembre, nueve días antes de dejar el poder, a agentes de las fuerzas de seguridad condenados por crímenes cometidos hace más de 30 años.

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