Las autoridades brasileñas lanzaron este martes una nueva operación anticorrupción contra un grupo de construcción, la empresa Queiroz Galvao, como parte de la investigación conocida como "Lava Jato", que implica a altas esferas políticas.
Queiroz Galvao es investigada por sus vínculos con la petrolera semiestatal Petrobras, que está en el centro del escándalo de corrupción por presuntos fraudes para entregar licitaciones millonarias a cambio de sobornos.
Queiroz Galvao figura como la tercera empresa en volumen de contratos con Petrobras, según informó la estatal agencia de noticias Brasil.
Unos 150 policías debían ejecutar desde hoy 32 órdenes judiciales contra la compañía, entre ellas 23 de búsqueda y captura, dos de prisión preventiva y una de prisión temporal, según el portal "O Globo".
El operativo abarca a seis estados de Brasil (Sao Paulo, Río de Janeiro, Río Grande de Sur, Goias, Pernambuco y Minais Gerais). Queiroz Galvao es una empresa privada que trabaja, entre otros, en grandes proyectos de infraestructura y que opera también en otros países de América Latina.
En el marco de la operación "Lava Jato", en marcha desde hace unos dos años, se investiga también a unos 50 políticos, entre ellos a algunos del Partido de los Trabajadores (PT), de la suspendida presidenta Dilma Rousseff, y del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), en el que milita el actual presidente en ejercicio, Michel Temer.
Se estima que los perjuicios causados por la inmensa red de corrupción en Petrobras ascienden a unos 6.100 millones de reales (1.879 millones de dólares).
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