miércoles 2  de  octubre 2024
lNDEPENDENCIA DE CENTROAMÉRICA

Cinco naciones divididas y debilitadas democráticamente

Centroamérica celebra 203 aniversario con el reto de recuperar la integración política y económica soñada, asegura el analista político

Por Lydnel Reyes

La región centroamericana conformada por Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica conmemora, este 15 de septiembre, 203 años del sello de su emancipación del imperio español y atraviesa, según analista, la época más oscura de los últimos años a consecuencia de la pérdida de espacios democráticos, la migración, el crimen organizado y la corrupción.

Tras 300 años del dominio español, el movimiento independentista centroamericano, que se prolongó por 10 años y culminó con la conocida batalla de San Jacinto en 1821, dio paso a la constitución de una república federal libre e independiente.

El analista político y miembro de la organización Acción Ciudadana de Guatemala, Manfredo Marroquín, dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que, en la actualidad, las cinconaciones de Centroamérica enfrentan problemas políticos, sociales y económicos como “el impacto de la migración masiva hacia Estados Unidos, España y otros países, la escasas oportunidades para el desarrollo de la población, la violencia, la exclusión y la desigualdad".

Asegura que Centroamérica hoy está “más fragmentada y desintegrada” que nunca. “La mayoría de los países llegaron al bicentenario de la independencia más debilitados de lo que estuvieron hace 20 años, con dictaduras y gobiernos débiles que lo han llevado a una de las etapas más oscuras que pudieron haber vivido en estos 200 años”, indica.

Para Marroquín, dos siglos después, los Estados centroamericanos tienen esquemas políticos poco funcionales, "de mucha ingobernabilidad interna. Sin embargo, se podría decir que sí existen actualmente libertades democráticas, que aunque no se respetan absolutamente, están ahí”, apunta.

El Salvador

El primer grito independentista de América Central se dio en San Salvador el 5 de noviembre de 1811, cuando se desarrolló una sublevación a las autoridades de la Capitanía General de Guatemala, culminando con la firma del Acta de Independencia de América Central.

Actualmente, El Salvador, una nación de 21.041 kilómetros, con una población de casi 7 millones de personas, es presidido por el Gobierno de Nayib Bukele (desde 2019) y concentra los tres poderes del Estado. Ha estado marcado por la lucha contra la violencia, las pandillas, el narcotráfico y la corrupción en los últimos años.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció "abusos en el uso de la fuerza" durante el estado de excepción en ese país, vigente desde 2022, y pidió al gobierno de Bukele que lo derogue porque "no puede convertirse en parte de su política de seguridad" permanente.

Guatemala

Casi dos siglos después, Guatemala, en manos del gobierno del sociólogo y escritor del Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, lucha por una real independencia y restaurar la democracia, que se ha visto convulsionada por la pobreza, la corrupción, el narcotráfico, el crimen organizado, los homicidios y las pandillas.

Marroquín considera que el nuevo gobierno de Árevalo ha luchado “contra el modelo de corrupción y mafias dominantes en las últimas décadas, que durante mucho tiempo ha enriquecido a ciertas élites, protegiendo a narcotraficantes y desalentado la inversión".

Costa Rica

El Acta de Independencia llegó a Costa Rica el 29 de octubre de 1821 en el ayuntamiento de Cartago, ciudad capital de lo que entonces era la provincia costarricense. Aún con sus dificultades, su sistema político le ha permitido ser una de las naciones más desarrolladas del istmo por su larga tradición democrática, que se remonta a más de 200 años.

“Hoy Costa Rica es uno de los países con una de las democracias más sólidas de Centroamérica, debido a que no tiene las connotaciones históricas de regímenes y esclavitud a la población indígena”, expresa Marroquín.

Sin embargo, el presidente Rodrigo Chaves enfrenta un momento político desafiante, al llegar a la mitad de su mandato con una crisis de inseguridad por narcotráfico y un 65% de la población que padece los niveles de corrupción.

Nicaragua

Desde su independencia, Nicaragua ha enfrentado otros yugos y dictaduras. Hoy, es nuevamente esclava de otro régimen, impuesto por el exguerrillero sandinista Daniel Ortega, que ha instaurado un sistema totalitario con control absoluto de los poderes del estado, dándole continuidad al mismo régimen desde la década de los 1980.

Organizaciones nacionales e internacionales acusan a Ortega y su esposa Rosario Murillo, vicepresidenta de la nación, de “terrorismo de Estado”, en medio de una política sistemática de persecución a la disidencia, que alcanza a dirigentes políticos detenidos, universidades, gremios, ONG y la Iglesia.

Liberó a más de 500 personas, a la mayoría las desterró y desnacionalizó; mantiene encarcelados a 141 ciudadanos por razones políticas, a quienes les acusa de “terrorismo”.

Honduras

En Honduras, la presidenta Xiomara Castro dio un giro a la izquierda. Como El Salvador y Guatemala, tiene problemas de corrupción, asesinatos, pandillas, narcotráficos y pobreza.

La nación tiene 8,7 millones de habitantes sobre una extensión de 112,492 kilómetros.

En medio de tensiones y un controvertido panorama político, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Honduras convocó las elecciones primarias para el 9 de marzo de 2025, que se verán marcadas por la reciente renuncia del ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, sobrino de la presidenta, luego de que se revelaran posibles vínculos de su padre con el narcotráfico.

Centroamérica dividida

Manfredo Marroquín expone que, a más de 200 años de independencia, Centroamérica podría considerarse una región dividida en dos.

“La del sur, que la conforman Costa Rica y Panamá, que ahora se le incluye como parte del istmo centroamericano. Aunque no tiene la misma raíz política e histórica, son los países más estables políticamente y con mejores desempeños económicos”, precisa el politólogo. “Después tenemos al resto como Nicaragua, que se encuentra en una abierta dictadura, y los que integran el llamado Triángulo del Norte de Centroamérica: El Salvador, Honduras y Guatemala que tienen regímenes híbridos muy distintos, con rasgos autoritarios y democráticos al mismo tiempo”.

Marroquín sostiene que la región conmemora la independencia bajo desafíos comunes “que tienen que ver con amenazas como el narcotráfico y el crimen organizado, presentes en todos los países y sus gobiernos al más alto nivel, esto ha llevado a que las instituciones trabajen para las mafias y no para la gente”, denunció.

Otro reto, destaca el experto, es la integración política y económica regional. “Alguna vez, en los años 60 y 70, se soñó con una Centroamérica unida, en la que no hubiese países individuales. Un camino que se ha desintegrado, debido a que algunos gobiernos de la región quieren seguir a la inversa y tienen sus propios objetivos”, concluyó.

FUENTE: ENTREVISTA

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