La justicia de Colombia impuso una condena de 28 años de prisión a un guerrillero marginado del proceso de paz, conocido con el alias de Cherry, por el secuestro y asesinato de un equipo periodístico ecuatoriano en 2018, anunció la fiscalía este viernes.
Gustavo Angulo Arboleda confesó su participación en el secuestro y custodia de los trabajadores del diario El Comercio en la frontera entre ambos países por el que también deberá pagar una multa equivalente a 1,2 millones de dólares.
"Las víctimas fueron retenidas por integrantes del grupo disidente de las FARC 'Oliver Sinisterra' en la provincia de Esmeraldas (Ecuador), el 26 de marzo de 2018" y luego "fueron trasladadas a territorio colombiano y entregadas a alias Cherry", indicó la fiscalía en un boletín.
En la investigación "se estableció que Angulo Arboleda hizo parte del denominado primer anillo que se encargó de custodiar a los secuestrados, hasta que 'Guacho'", entonces cabecilla de la estructura disidente, "ordenó el crimen del reportero Javier Ortega (32 años), el fotógrafo Paúl Rivas (45) y el conductor Efraín Segarra (60)", añadió.
Los cuerpos fueron hallados tres meses después del secuestro en una fosa clandestina ubicada del lado colombiano de la frontera, en el departamento de Nariño (sur), una de las zona con más narcocultivos del mundo.
El ecuatoriano Walther Arizala, alias Guacho, fue abatido por militares colombianos en diciembre del mismo año.
Angulo hizo un acto de perdón con los familiares de las víctimas y fue condenado por los delitos de "concierto para delinquir agravado y secuestro extorsivo agravado", de acuerdo a la fiscalía.
La justicia impuso la primera condena en este caso el 30 de marzo de 2020 contra Jesús Vargas, alias Reinel, por su participación en el secuestro.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos consideró "insuficientes" las acciones de Ecuador para proteger a los reporteros. Los familiares de las víctimas alegan igualmente poca diligencia en el esclarecimiento del crimen por parte de la fiscalía colombiana.
Sin un mando unificado, los disidentes que se apartaron del pacto de paz firmado por las FARC en 2016 suman unos 2.500 militantes y se nutren principalmente del tráfico de drogas y la minería ilegal, de acuerdo con inteligencia militar.
La frontera colombo ecuatoriana es uno de los territorios más golpeados por el rebrote de la violencia en Colombia tras la firma del pacto de paz.
Expertos señalan al Estado de no haber asumido el control de los territorios dejados por los rebeldes, lo que facilitó la consolidación de bandas de disidentes y narcotraficantes.
FUENTE: AFP