BOGOTÁ.- A pesar de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha mantenido al margen de las críticas y denuncias en contra de los abusos de poder y arbitrariedades del régimen de Nicolás Maduro, este jueves su canciller Luis Gilberto Murillo, afirmó que su país está "preocupado" por los últimos acontecimientos políticos en la nación vecina.
“La coyuntura que tenemos hoy y expresar nuestra preocupación por los efectos de los últimos acontecimientos de la ruta del proceso político en Venezuela en el marco de los acuerdos alcanzados en Barbados y en el propósito de realizar unas elecciones que permitan la participación de todas las fuerzas políticas en Venezuela”, afirmó Murillo, desde un acto en la ciudad de Montería, al norte de Colombia.
Murillo también confirmó que el gobierno colombiano ha mantenido contacto diplomático con los venezolanos, para "ayudar en lo que esté a nuestro alcance a través de los canales diplomáticos".
Murillo aseguró, además, que "Colombia está comprometida en una solución que acompañe a la sociedad venezolana, que responda al fondo de sus desafíos en un marco de respeto a la soberanía de Venezuela y a sus decisiones autónomas”.
Más temprano, la Cancillería colombiana emitió un comunicado en el manifestó "preocupación" por la situación en Venezuela y pidió "garantías para todos los partidos y candidatos" en las elecciones del 28 de julio, aunque no mencionó la inhabilitación de la líder opositora Maria Corina Machado.
"Colombia expresa su preocupación por los efectos que los últimos acontecimientos puedan tener en la ruta del proceso político en Venezuela en el marco de los acuerdos alcanzados en Barbados", indicó la cancillería en un comunicado.
Se refirió al pacto alcanzado en octubre entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición en Barbados, que estableció una serie de garantías democráticas para la realización de las próximas elecciones presidenciales en Venezuela y que el régimen de Maduro no ha respetado, según denuncias de la oposición.
Hasta ahora, el presidente Gustavo Petro ha mantenido cierta distancia frente a los comicios venezolanos y evita pronunciarse al respecto. Ha sido fuertemente criticado por su silencio con relación a la inhabilitación a Machado, líder opositora que encabeza las encuestas y que ganó las primarias opositoras en octubre pasado con 92% de los votos, en un proceso electoral que contó con amplia participación del padrón electoral de Venezuela.
Asimismo, el izquierdista Petro, aliado de Maduro, ha sido criticado por no endurecer su posición frente a Venezuela y se le ha acusado de ser cómplice de un posible intento del oficialismo de perpetrarse en el poder.
No obstante, las declaraciones del canciller Murillo dejan entrever que ni Pedro está dispuesto a tolerar las arbitrariedades de Maduro.
Ofensiva contra Machado
Venezuela se prepara para unas elecciones marcadas por las inhabilitaciones a Machado y otros opositores y la ofensiva judicial contra el partido de Machado, Vente Venezuela. Siete de sus colaboradores fueron detenidos en los dos últimos meses y otros siete tienen orden de captura, incluida su mano derecha, Magalli Meda, quien asomaba como posible sustituta.
La oposición venezolana expresó el miércoles su rechazo a las "detenciones arbitrarias" y "persecuciones", que tildó como "una nueva violación al acuerdo de Barbados".
Desde la ciudad caribeña de Montería, canciller Murillo, pidió "la realización de elecciones con garantías para todos los partidos, candidatos y candidatas".
"Nos han dicho que no hemos hablado mucho sobre Venezuela, pero (...) Colombia está comprometida en una solución que acompañe a la sociedad venezolana que responda al fondo de sus desafíos en un marco de respeto a la soberanía de Venezuela", indicó Murillo.
La popularidad de Maduro está en el piso, tras 11 años en el poder, en los que Venezuela ha experimentado la crisis económica más grave de su historia, con la caída del PIB en más de 80% desde 2014 a 2020, debido al declive de su producción petrolera y los efectos de las políticas socialistas implementadas desde la llegada del chavismo en 1999.
El país vivió una hiperinflación desde 2017 hasta final de 2020, y el bolívar, la moneda local, ha perdido su valor de tal manera que el régimen chavista le ha eliminado 14 ceros en tres procesos de reconversión monetaria -en 2008, 2018 y 2021-. En 2023, el bolívar perdió un 50.18% de su valor frente al dólar.
En ese contexto, Maduro, cuyo régimen tiene una acusación ante la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad, busca repetir otros seis años en el poder y para ello se vale del control de las instituciones, lo que le permite arremeter en contra de sus adversarios políticos y fabricarse unas elecciones a la medida, en la que los opositores no representen un riesgo para su intención de quedarse en el poder.
Con el triunfo de Machado en las primarias de octubre, la oposición logró congregarse en una candidatura unitaria, necesaria para enfrentar a Maduro en las urnas y que según analistas le permitiría derrotarlo electoralmente. Sin embargo, Machado tiene una inhabilitación política que le impide ejercer cargos públicos por 15 años. Dicha inhabilitación fue dictada de forma ilegal por la Contraloría General, controlada por el régimen, con el objetivo de sacarla del juego.
FUENTE: Con información de noticiasrcn.com / AFP