MANAGUA.-JOSUÉ BRAVO
Especial
El auge de las pandillas en Centroamérica en parte se debe a que durante la revolución sandinista en Nicaragua durante los años 80, Estados Unidos recibió a miles de ciudadanos de ese país a manera de bienvenida, contrario a otros inmigrantes y refugiados de Honduras, El Salvador y Guatemala que fueron deportados de Norteamérica, se apoderaron de territorios y empezaron su actividad delincuencial.
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Integrantes de pandillas salvadoreños estarían emigrando a Nicaragua por el golfo de Fonseca, un entrante protegido del océano pacífico que además de estos dos países también es compartido con Honduras.
El subdirector Antipandillas de la Policía de El Salvador, comisionado Pedro González, declaró al diario La Prensa en Managua mientras participaba en una reunión de la Asociación de jefes de Policías de la región, que por información de los mismos pandilleros saben que algunos autores de homicidios en su país han escapado a Nicaragua, donde tienen algún vínculo como doble nacionalidad.
El salvadoreño Saúl Turcios Ángel uno de los líderes de la pandilla Mara Salvatrucha (MS) capturado Policía nicaragüense EFE ARCHIVO
“No quisiéramos que nuestros vecinos también tengan ese problema que tenemos ahora nosotros lamentablemente”, refirió González. Las investigaciones salvadoreñas han encontrado casos particulares en departamentos (provincias) cercanos a la frontera con Nicaragua como La Unión y San Miguel, según el funcionario, quien añadió que “por eso hemos venido con alguna información para poderla compartir con colegas de la Policía de Nicaragua”.
Las maras están muy arraigadas en Honduras, El Salvador y Guatemala
Ni la Policía o el Gobierno de Nicaragua han reaccionado a la alarma, pero este país centroamericano se ha convertido literalmente en un muro de contención para evitar que estas organizaciones criminales trasnacionales se extiendan más al sur de Honduras, hasta donde han llegado.
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Las maras están muy arraigadas en Honduras, El Salvador y Guatemala; donde unos 100.000 pandilleros han teñido con sangre a estos países.
“Nicaragua se ha convertido en una especie de escudo inexpugnable para las maras. Hay que analizar qué es lo que está detrás de ese fenómeno, el que Nicaragua sea una barrera de las maras. Gracias a ellos no nos han llegado a Costa Rica", reconoció en 2008 el entonces director de migración de Costa Rica, Mario Zamora.
Los deportados de EEUU
En parte se debe a que durante la revolución sandinista en Nicaragua durante los años 80, Estados Unidos recibió a miles de ciudadanos de ese país a manera de bienvenida, contrario a otros inmigrantes y refugiados de Honduras, El Salvador y Guatemala que fueron deportados de Norteamérica, se apoderaron de territorios y empezaron su actividad delincuencial.
Además Nicaragua tiene un modelo policial de prevención de pandillas y a la vez de reinserción a la sociedad; que hacen unos de los países más seguros de Centroamérica.
Más controles en las fronteras
No es la primera ocasión que países vecinos a Nicaragua reportan la migración de criminales salvadoreños a sus territorios. Recientemente fueron autoridades de Honduras quienes revelaron estos movimientos, por lo que reforzaron los controles en puntos ciegos entre ambos países.
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El fiscal general salvadoreño, Luis Martínez, informó de la desarticulación a una banda de extorsionistas y traficantes que operaban en el centro de San Salvador.
La Fiscalía General de la República (FGR) emitió al menos 90 órdenes de capturas, en total fueron 118 los detenidos acusados de extorsión, tráfico de armas incluido desde Nicaragua y homicidio.
La mayoría de los detenidos son parte de la MS (Mara Salvatrucha), quienes se encargaban de pedir la "renta" a comerciantes del sector; además traficaban con armas de fuego traídas de Guatemala, Honduras y Nicaragua, según Martínez.
Autoridades detallaron que en algunas ocasiones los pandilleros viajaban a los países centroamericanos para realizar la compra e incluso recibían ayuda de algunos vigilantes privados para realizar la comercialización ya en el lugar.