Los reportes de detenciones arbitrarias de periodistas independientes en zonas del oriente cubano afectadas por el paso del huracán Matthew confirman que en la isla hay “una creciente preocupación por el periodismo independiente y el surgimiento de medios no controlados por el aparato ideológico del Partido Comunista”.
Así lo refleja el informe sobre la situación de la libertad de expresión en Cuba presentado ante la 72 Asamblea General de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que sesiona desde el 13 y hasta el 17 de octubre en Ciudad de México.
“La agresividad gubernamental crece en un momento de auge de la prensa no subordinada a la línea editorial del oficialismo”, denuncia el informe, que asocia este hecho con la llegada de las nuevas tecnologías y el aumento de la calidad del trabajo de los “periodistas ciudadanos” que han alcanzado mayor visibilidad en los medios internacionales y han hecho trascender los puntos de vista que la prensa oficial no refleja.
“El surgimiento y la consolidación de medios de prensa gestionados de forma independiente también han marcado los últimos meses. Entre ellos destacan sitios de periodismo narrativo como El Estornudo, el portal de investigación Periodismo de Barrio, la revista OnCuba y la plataforma El Toque”, refiere el informe, que confirma: “Los grandes obstáculos para la publicación digital se mantienen. Entre ellos la poca y costosa conectividad, el acoso y la represión institucional contra los periodistas independientes”.
Cuba no tiene ley de prensa y “carece de un marco legal que regule la libertad de prensa y proteja a los profesionales”, y entre los que laboran en medios oficiales, “la autocensura sigue siendo una de las prácticas más habituales” ante el temor “de recibir represalias si se atreven a tocar temas considerados tabú por el Gobierno”.
Sin embargo, refiere el informe sobre la libertad de expresión en Cuba, el año 2016 “se ha caracterizado también por las quejas publicadas por periodistas que laboran en medios oficiales en las que muestran su inconformidad con algunos aspectos de la política informativa oficial. En especial contra la prohibición de que empleados de medios estatales colaboren de forma paralela con espacios informativos independientes”.
Esta situación fue ratificada por un grupo de periodistas jóvenes del diario Vanguardia, en la ciudad de Santa clara, al centro de la isla, quienes exigieron en una carta hacer uso “del derecho más legítimo de escribir y opinar tanto en medios oficiales como en las plataformas digitales emergentes".
"Nosotros no podemos ni podremos mejorar el periodismo cubano mientras las políticas informativas no se liberen definitivamente de sus ataduras a las instituciones y a las fuentes oficiales", remarcaban los firmantes de la misiva.
Al igual que el resto de los informes presentados ante la SIP, el de la situación de la libertad de expresión en Cuba incluye un resumen de sucesos que confirman que “este año la prensa independiente cubana ha estado marcada por dos fenómenos contrarios: la censura y el crecimiento”.
Así como ha crecido y se ha intentado abrir camino el talento profesional, también aumentó la acción de las fuerzas del régimen por evitar que en el férreo control sobre la información que entra o sale de la isla se abra una brecha.
FUENTE: REDACCIÓN