domingo 17  de  marzo 2024
economía

Cuba: Economía de emergencia, la vuelta al uso del dólar

Los cambios anunciados por el régimen en Cuba responden a una estrategia de intento de rescatar una economía agonizante, según un especialista
Por DANIEL CASTROPÉ
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MIAMI.- Más del 80% de la población en Cuba no obtendrá beneficios con la eliminación del gravamen del 10% impuesto por el régimen de La Habana al dólar estadounidense; tampoco de la creación de tiendas que venderán productos de primera necesidad solo en divisas. Esas medidas recientemente anunciadas significan una derrota al discurso retórico de ese sistema que siempre ha enarbolado el igualitarismo como fortaleza.

Así lo dijo desde España a DIARIO LAS AMÉRICAS el economista Elías Amor, presidente del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), quien afirmó que la decisión de no cobrar el 10% de las transacciones en dólares se enmarca en un “sistema de intermediación comercial que comenzó el año pasado”, como un mecanismo para hacerle frente a la crisis que atraviesa esa nación gobernada por una élite que es ciertamente quien sostiene el control del país.

De acuerdo con las nuevas disposiciones, los cubanos que reciban remesas del exterior o realicen otro tipo de transacciones en moneda estadounidense, ya no tendrán que “sufrir la injusticia”, según Amor, de perder un 10% de ese dinero. “Eso puede ser favorable, pero es solo una ilusión”, advirtió.

Por otro lado, “el sistema de intermediación” puesto en marcha por el régimen a través de la venta de electrodomésticos y otros enseres, que se autorizó en 2019, y ahora con la extensión a alimentos básicos y productos de limpieza en 72 tiendas anunciadas por el aparato totalitario cubano, es “una vía para superar la actual situación de crisis provocada por la COVID-19”, según el experto.

Amor estimó conveniente explicar que la aplicación de las nuevas normas que entrarán en vigor el próximo lunes 20 de julio no abren la posibilidad de que el cubano llegue a una tienda seleccionada y pueda comprar con dólares en mano.

“Todo será a través de una tarjeta en la que se debe depositar los dólares u otra moneda”, sostuvo el economista, como se ha venido haciendo desde el año pasado para captar divisas necesarias en la resquebrajada economía cubana.

Los 72 establecimientos comerciales minoristas anunciados por el gobernante Miguel Díaz-Canel estarán en todo el país, representados por las cadenas Caribe y Panamericana. De estos, 57 se dedicarán a expender alimentos y productos de aseo, y 15 ofrecerán artículos de ferretería.

De la mano de estos cambios, que en opinión de Amor no conducirán a una dolarización de la economía cubana, el especialista dijo que es factible un mayor protagonismo de la economía cambiaria informal, a la que recurriría el cubano que no tiene a nadie en el extranjero que le envíe dólares u otras divisas.

Es válido aclarar que el pago a los salarios en Cuba se efectúa en moneda nacional, una vez al mes, por montos que oscilan en el equivalente a 25 o 30 dólares, en el caso de los trabajos mejor remunerados. Hay quienes lo que ganan en un mes apenas equivale a 10 o 15 dólares.

Por lo general, el cubano residente en la isla o el visitante no recurre a los servicios de las llamadas CADECA, que son las casas de cambio oficiales del régimen porque los cambistas informales ofrecen tasas de conversión más favorables.

“La injusticia que esto supone seguro que la arregla la economía informal, con fórmulas que la creatividad de los cubanos enseguida nos mostrarán como un pueblo hábil y con capacidades, mientras que la Seguridad del Estado se entrena para poner fin a dichas ‘ilegalidades', que no son otra cosa que un grito de libertad”, dijo.

Dijo, además, que nunca antes de 1959, pese a la presunta "injerencia de Estados Unidos en la economía cubana tantas veces denostada por el régimen”, los precios de los productos se habían establecido en dólares en las tiendas a lo largo y ancho de esa nación insular.

“No hay ningún cubano que recuerde algo así de aquellos tiempos en los que el peso se cambiaba a la paridad con el dólar, porque la economía cubana contaba con unos fundamentales más sólidos que la de Estados Unidos”, aseguró.

Amor declaró que “tanta demagogia y largas horas de discursos vacíos de contenido, para [ahora] acabar vendiendo carne de cerdo, champú y hamburguesas en dólares a los cubanos, en una serie de tiendas selectas”.

“Esto es una derrota para la retórica castrista”, remarcó.

En su análisis, el especialista apuntó que en las tiendas asignadas por el régimen dentro de la nueva estrategia económica, “con seguridad no faltará nada”, a diferencia de las tiendas estatales “en las que después de largas colas y esperas, lo normal es no conseguir el producto que se desea”.

Añadió que, con la implementación de estas medidas, Cuba podrá importar alimentos y pagarlos con las divisas que se recauden en las tiendas por la venta de los productos, “divisas que no existen en la economía nacional porque ya van cuatro meses que los turistas no llegan a la isla, como lo reconoció el ministro de Economía”.

Así que –acotó– “las divisas necesarias para comprar en Estados Unidos maíz o arroz se conseguirán en esas tiendas”, con la esperanza de que se podrá alejar “la amenaza de crisis alimentaria (…) del lúgubre escenario de la economía cubana”.

Sin embargo, el experto conceptuó que “es de ilusos” esperar que “estas medidas revolucionen una economía que, según los últimos datos de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), se hundirá en 2020 hasta un -8%”.

En ese sentido, recordó que en abril ese organismo adscrito a la ONU había estimado solo un -3,8% de caída de la economía en la isla, por lo que, dijo, “muy mal están yendo las cosas, y lo que es peor, mucho peor pueden ir a continuación”.

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