La mortalidad por Covid-19 por cada 100.000 habitantes es superior en Cuba que en EEUU, a juzgar por las cifras oficiales que semanas atrás publicara la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), y a la que echa mano la publicación The Economist reporta DIARIO DE CUBA.
De acuerdo con un artículo publicado por ese semanario con sede en Londres, que utiliza las infografías del proyecto de periodismo de datos Our World in Data, de la Universidad de Oxford, la Isla tuvo en 2021 un exceso de muertes del orden de los 550 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
"Esta cifra revisada de muertes lo ubicaría entre los 20 peores países del mundo. También convertiría a Cuba en un caso atípico en la región: el promedio en las Américas es 368", indica la publicación.
DIARIO DE CUBA subraya que esos números contrastan con los de EEUU, donde la pandemia se fue de las manos de las autoridades y tuvo un impacto sanitario y económico considerable. Pese a ello, en el país vecino el exceso de muertes fue de 354 por cada 100.000 habitantes.
Mientras ello sucedía y las autoridades cubanas elogiaban su actuación ante la pandemia, exportaban brigadas de médicos a más de 20 países para combatir la enfermedad, La Habana también encubría y minimizaba el impacto de la pandemia en Cuba, como hace por estos días con la nueva epidemia de dengue.
Recuerda The Economist: "Oficialmente, para agosto de 2022, el Covid ha matado a 8.529 de los 11 millones de habitantes de Cuba. Pero nuestro modelo estima que el número real podría ser mucho mayor. El exceso de mortalidad, la brecha entre cuántas personas han muerto en un período determinado, independientemente de la causa, y cuántas muertes normalmente se habrían esperado, sugiere que hasta 62.000 cubanos pueden haber muerto como resultado de la pandemia".
Agrega el texto que "ese aumento del 600% sobre el peaje oficial es probablemente el resultado de pruebas inadecuadas y otros problemas. Es posible que los funcionarios también hayan subestimado las muertes".
Entre las causas de semejante impacto está, dice el semanario, la alta tasa de envejecimiento de la población, los recortes presupuestarios para el sistema sanitario y la escasez de suministros esenciales que "estaban pasando factura incluso antes de la pandemia".
"Después del brote, los hospitales se vieron abrumados rápidamente; el oxígeno, el equipo de protección personal y los medicamentos escaseaban. Y aunque muchos cubanos ahora están vacunados, el país fue lento. Las muertes alcanzaron su punto máximo en agosto de 2021, durante la ola Delta", indica The Economist.
La publicación cuestiona que las autoridades cubanas no hayan recurrido a aliados como Rusia y China para comenzar a vacunar a su población mucho antes, en vez de apostar todo a los inyectables propios, que hicieron que para el verano de 2021, pico de la pandemia en el país, "solo alrededor del 35% de los cubanos había recibido un ciclo completo de vacunas (...) en comparación con el 64% de los británicos y el 54% de los estadounidenses".
"La pandemia ha sacado a la luz algo que los cubanos saben desde hace tiempo, pero que las autoridades querían mantener en secreto: el sistema de salud del país no es lo que solía ser", concluye la publicación.
Las cifras aportadas por la ONEI en junio pasado en torno a la cantidad de defunciones, nacimientos y otros indicadores demográficos en el país puso en evidencia que durante el año anterior se registraron 167.645 defunciones, mientras que la población total cayó en 68.380 personas.
DIARIO DE CUBA destaca que el promedio de fallecimientos en Cuba durante los pasados cinco años fue de 106.813 personas, manteniéndose estable con variaciones máximas de 7.540 casos entre 2016 (99.401) y 2017 (106.941), mientras en adelante no creció más de 4.000 casos, por lo que un salto tan elevado en la cifra anual solo podría estar dado por una emergencia sanitaria como la pandemia del Covid-19, que acabó con millones de vidas en el mundo durante los últimos dos años.
Durante el verano de 2021, cuando se produjo el colapso hospitalario y las denuncias a través de las redes sociales del hacinamiento de hospitales y morgues, así como de la ampliación relámpago de cementerios y enterramientos en fosas comunes, los medios y voceros oficiales se enfocaron en desmentir esas informaciones y en ofrecer explicaciones absurdas.
FUENTE: DIARIO DE CUBA