jueves 12  de  septiembre 2024
Manifestantes

Cuba: Recibir ayuda de EEUU, argumento para fabricar un delito

Del periférico barrio La Güinera, uno de los arrestados por las protestas de julio es cuestionado por las remesas que le envía un amigo
Por DARCY BORRERO BATISTA

Darcy Borrero Batista
@cabezamestiza

MIAMI.- Desde diciembre último, comenzaron a efectuarse los juicios a los manifestantes de las protestas del 11 y 12 de julio en Cuba, entre ellos los de la barriada periférica La Güinera, en La Habana. Aunque se trata de un área poblada por alrededor de 25.000 habitantes, la protesta allí fue tan (o más) grande que la de cualquier provincia. No solo por la cantidad de personas que salió a las calles, sino por la respuesta represiva de la Policía y las largas condenas de cárcel (hasta 30 años) que les están imponiendo a los implicados.

A diferencia del domingo 11 de julio de 2021, cuando protestaron residentes de la mayoría de las provincias y oficialmente no se reportó ninguna muerte, el lunes 12 el policía Yoennis Pelegrín disparó y alcanzó por la espalda al manifestante Diubis Laurencio Tejeda en medio de la protesta que volvió a poner a La Güinera en el mapa de Cuba, por si alguien la había olvidado. Si el domingo 11 algunos manifestantes se defendieron con piedras y volcaron patrullas, fue el 12 cuando estalló en La Güinera una guerra de militares contra civiles de la que varios salieron heridos y Diubis no sobrevivió.

Sin el factor sorpresa que tuvieron de su lado las protestas del 11, el 12 de julio escaló la represión policial al punto de dejar una especie de mártir para el barrio y convertir en héroes a los manifestantes que están recibiendo penas ejemplarizantes y desproporcionadas.

Entretanto, la misma pregunta pende en el aire: ¿Por qué son tan severas las condenas a los manifestantes de La Güinera? Muchos intentan responderla apelando a la marginalidad del barrio, la falta de oportunidades y la poca visibilidad e influencia de sus habitantes, lo que puede propiciar impunidad.

Otros hurgan en el historial de disidencia en una comunidad que treinta años atrás era presentada como ejemplo de construcción por el auge de las microbrigadas. La Fiscalía busca relacionar con la oposición del exilio a manifestantes sin vínculo previo con esta, o incluso apelan a nexos de amistad entre un manifestante y un exiliado (ambos músicos) para crear un caso y elevar una condena.

¿Quién es Rolando Regata?

Según la Fiscalía, desde el año 2017, Wilmer Moreno Suárez recibía de parte del ciudadano cubano residente en los Estados Unidos Rolando Regata, la suma de 240 USD mensuales a través de los Estudios Odisea para promover su trabajo de cantante, arreglista musical y compositor independiente.

La Fiscalía encuentra un ‘retorcido vínculo’, basado en el dinero, entre estos dos amigos y señala como elemento de culpabilidad la comunicación mantenida por ambos entre los días 8 y 9 de julio de 2021. “Contactó vía WhatsApp con el acusado Moreno Suárez, informándole que ese fin de semana se iban a suscitar disturbios en toda La Habana, le exigió que debía asumir el liderazgo de la que ocurriría en la barriada de La Güinera, que formara un grupo que replicara la convocatoria, y para ello le mencionó toda la inversión que él había hecho en su carrera y la condición que tenía de productor musical, con lo que el acusado estuvo de acuerdo y ofreció su consentimiento para formar parte en lo que se estaba gestando”.

expediente fiscal
Expediente de la Fiscalía

Expediente de la Fiscalía

Desde DIARIO LAS AMÉRICAS, contactamos a Rolando Regata, quien no sabía que lo mencionaban en un documento judicial y percibió todo esto como un montaje. “Quisiera ayudar a mi amigo porque yo quisiera que vieran cómo vive, la casa se le está cayendo encima y es una persona muy noble. Me siento un poco culpable porque me desahogué con él debido a la indignación que tenía por la represión del 11 de julio y todo lo que sufre mi pueblo. Preferiría estar preso yo en lugar de él, no es culpable de nada”.

Regata aclaró que él es un músico al igual que su amigo. “No tengo nada que ver con política, vivo en EEUU desde los 12 años, solo quiero libertad para mi pueblo y para mi amigo. El dinero que mandaba era para ayudarlo y por nuestras colaboraciones musicales. En ningún momento le pagué para que saliera a manifestarse. Además, si yo fuera opositor, ¿iba a mandar solo 240 dólares?, eso no tiene sentido”, afirma Regata desde Fort Myers, donde reside. Y añade: "A ellos no les importa hacer justicia, solo buscan culpables".

Otro cumpleaños en prisión

Liliana Oropesa Ferrer no solo estuvo alejada de su familia durante los días festivos de fin de año, sino que también ha pasado su cumpleaños número 21 en las mismas condiciones, privada de su libertad, por un periodo de tiempo que se va prolongando mientras espera su juicio.

Será, como han sido los de sus vecinos de La Güinera y compañeras de celda en la cárcel de mujeres del Guatao, un juicio politizado, en el que pasará a ser oral todo lo escrito en el expediente de fase preparatoria 145-D/21. En ese documento se deja claro que solo una parte de los manifestantes del 12 de julio en La Güinera deben ser juzgados a consideración del régimen, aun cuando este modo de proceder refleja el sesgo ideológico de los tribunales y el sistema judicial. Tal cual lo ha advertido la jurista Laritza Diversent, directora de la organización no gubernamental Cubalex, que trabaja para instaurar la democracia, el Estado de derecho y las garantías de respeto de los derechos humanos en Cuba.

Cubalex junto a Justicia 11-J, grupo de trabajo sobre detenciones por motivos políticos en la isla, ha logrado monitorear los expedientes de la Fiscalía y los juicios a manifestantes, a partir de un listado de personas detenidas que fue creado por iniciativa ciudadana pocas horas después de las protestas. Hasta ahora, el documento público registra 1.340 casos. Permanecen en prisión, de estos, más de 700. Una es, precisamente, Liliana Oropesa, detenida en La Güinera desde julio y actualmente “asegurada” en la prisión del Guatao.

Primero, según le decían a su madre Lisandra Ferrer, la muchacha estaba acusada de atentado porque “sale en un video poniendo una botella en el piso”. Sin embargo, en el expediente 145-D/21 se hace constar una petición a Liliana, por parte de la fiscalía provincial, de 19 años de privación de libertad por el delito de “sedición”, el mismo del que acusan a la mayoría de los manifestantes de La Güinera que están siendo procesados y a quienes les piden condenas similares. Liliana, que acaba de cumplir los 21, saldría de la prisión con 40 años.

Según relatan este y otros documento de la Fiscalía relativos a La Güinera, “los acusados se incorporaron a la protesta, y a partir de propósitos comunes, de desafiar e irrespetar instituciones oficiales cubanas comprometidas con garantizar la seguridad y tranquilidad ciudadana; muy especialmente las personas y bienes que representan o pertenecen al Ministerio del Interior, o contra simpatizantes o defensores del gobierno cubano, formaron un tumulto, cuya cantidad oscilaba entre las 300 y las 400 personas”.

Dónde están los “400”

Otra mención a la cantidad de personas aparece en la documentación obtenida: “Las personas que se fueron uniendo junto a los acusados fueron creando una muchedumbre de aproximadamente 300 a 400 personas, quienes de forma desorganizada, pero con el propósito común de mostrar un estado de inconformidad (...) avanzaron por la avenida de La Güinera, mientras expresaban frases denigrantes en contra de la dirección del país e incitando a convocar a que otras personas se les sumaran de forma tal que se mostrara un clima de intranquilidad y violencia”.

No se ha sabido qué va a pasar con esas otras personas que mencionan las autoridades y que exceden en alrededor de 200 a las que aparecen en el primer expediente, un total de 161, de los cuales Justicia 11-J ha podido verificar 147.

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