MANAGUA — El régimen de Daniel Ortega ordenó el corte de los servicios de agua y electricidad a la iglesia San Miguel, en Monimbó, Masaya. Ahí permanecen 11 mujeres en huelga de hambre en demanda de la liberación de sus hijos y familiares presos políticos. La huelga de hambre cumplió el miércoles siete días, mientras en la capital se registró una nueva protesta de estudiantes al interior de una universidad privada.
El ayuno inició el pasado jueves en la parroquia San Miguel Arcángel, regentada por el sacerdote Edwing Román, conocido crítico del régimen de Daniel Ortega, que acompaña a las 11 personas que permanecen en huelga de hambre. Desde ese día el templo permanece rodeado por la Policía, que impide la entrada y la salida de personas, así como el ingreso de asistencia humanitaria.
En las últimas horas no se ha tenido información sobre la situación de los huelguistas, que exigen la excarcelación de sus hijos y hermanos detenidos por protestar contra el gobierno. El padre Edwing Román no responde llamadas a su teléfono móvil.
El religioso denunció el martes que el régimen mantenía cortados los servicios de agua potable y luz en la zona de la iglesia, lo según ha dicho pone en riesgo su vida porque es diabético y necesita tener alimentos y medicinas refrigeradas.
“La situación es terrible, no tienen agua ni luz, ni tampoco tienen ya baterías para las linternas. Tememos por sus vidas”, dijo a The Associated Press Haydeé Castillo, directiva de la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).
En las redes se ha desatado una campaña de denuncias porque el agua que tenían de reserva los huelgistas se agotó y el padre padece de diabetes y ya no tiene insulina. La Policía impidió que se le entregara la insulina.
La iglesia Católica se pronunció sobre el estado en que permanece el cura párroco de San Miguel.
Universitarios protestan
Mientras tanto, decenas de estudiantes de la Universidad Americana (UAM) de Managua realizaron el miércoles un plantón en el campus para reclamar la liberación de opositores detenidos.
Con banderas de Nicaragua y globos azules y blancos (colores del emblema nacional), los universitarios gritaron lemas contra el régimen sandinista, como “Ortega criminal, se acerca tu final", "la dictadura va a caer" y otras consignas. La mayoría de los manifestantes cubrieron sus rostros con pañuelos y máscaras para no ser reconocidos.
Esta es la segunda protesta estudiantil contra la dictadura que se realiza en Managua en las últimas 24 horas. Ayer, alumnos de la jesuita Universidad Centroamericana (UCA) efectuaron un mitin donde lanzaron agua con una manguera a efectivos antimotines que se agolparon frente a la entrada principal.
Los estudiantes habían anunciado una nueva protesta para este miércoles en las instalaciones de la UCA, pero las clases fueron suspendidas, informó la Rectoría en un comunicado.
Las manifestaciones opositoras están prohibidas en Nicaragua desde septiembre del año pasado, aunque la Constitución las consigna como un derecho cívico.
El régimen de Daniel Ortega ha acusado a la oposición de promover “un fallido golpe de Estado” contra Ortega, tras el estallido de las protestas estudiantiles el 18 de abril de 2018. Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la crisis ha dejado dejó 328 muertos, 2.000 heridos, cientos de detenidos y 88.000 exiliados.
En tanto, la Unión Europea emitió una declaración de la alta representante, Federica Mogherini, en la que calificó la detención de los activistas opositores como “un serio retroceso para el proceso político, que transmite una señal negativa sobre la voluntad del gobierno de trabajar hacia una salida pacífica y democrática de la crisis”.
FUENTE: Con información de AP y Redacción DLA