Miguel Díaz-Canel pidió "no escatimar esfuerzos" para mostrar al turismo extranjero que "viajar a Cuba seguirá siendo atractivo, agradable y seguro", para lo cual el régimen abre una veintena de nuevos hoteles y amplía otros, pese a las escaseces que atribuye una y otra vez al embargo de EEUU.
Según publicó el diario oficial Granma, la industria turística en la Isla trabaja para garantizar una buena temporada alta con la incorporación este año de 3.768 habitaciones en 25 nuevos hoteles y la ampliación de otros cuatro, según se conoció en una reunión para evaluar las inversiones en este sector.
Manuel Marrero Cruz, ministro del Turismo, informó que entre las nuevas instalaciones que se incorporan este año sobresalen el Hotel Internacional de Varadero, inaugurado el pasado 14 de septiembre; el Paseo del Prado, en La Habana; el Resort Kempinski y el Grand Muthu, en Cayo Guillermo, y el primer hotel en Cayo Cruz.
A ellos se suman nuevas instalaciones de la marca Encanto en Sancti Spíritus, Camagüey, Gibara, Santiago de Cuba y la capital.
"En los últimos 15 años hemos recuperado 76 edificios patrimoniales, de ellos hoy 64 son hoteles-boutique y hoteles Encanto y 18 tienen funciones extrahoteleras", informó.
El ministro añadió que se ejecutan inversiones para el turismo de naturaleza, la recreación y el campismo popular; se avanza en la coordinación con el sector privado y se promueve el turismo cultural.
Además, las autoridades están promoviendo la comercialización de los tratamientos estéticos y médicos, a través de una estrategia conjunta con el Ministerio de Salud Pública.
La reunión analizó la sustitución de importaciones, esfuerzos en los que se trabaja con las instituciones de la Agricultura y la Industria, para la selección de productos que sustituyan la compra en el exterior.
Díaz-Canel calificó el turismo como "un puente". En palabras del gobernante, con cada turista que visita la Isla "se están rompiendo las cláusulas del bloqueo imperial".
"Muchas personas no vienen hoy por el bloqueo, pero nosotros lo vamos a superar y lo vamos a vencer. No podemos esperar a ese entonces para ampliar la planta hotelera. El turismo también debe ser expresión de los nexos entre el sector estatal y no estatal, así como con los programas de desarrollo local", dijo.
En 2018, el régimen cubano tuvo que redirigir sus esfuerzos de promoción turística hacia Rusia, Latinoamérica y Europa, para intentar salvarse de la caída del turismo estadounidense producida por las medidas tomadas por la Administración de Donald Trump.
Los esfuerzos no han sido suficientes, pues la llegada de turistas a Cuba se desplomó un 23,6% en julio, comparado con datos del mismo periodo del año anterior, según reportes oficiales publicados en agosto pasado.
Los datos de la Oficina de Estadísticas ya habían mostrado una caída del 20% del arribo de visitantes extranjeros en junio, el mismo mes en que Washington prohibió las visitas de cruceros a Cuba y dificultó a los ciudadanos estadounidenses obtener una exención a la prohibición para viajar a la Isla.
FUENTE: DIARIO DE CUBA/REDACCIÓN