Diputados latinoamericanos: "Ojalá prime la sensatez entre los colombianos"

Las elecciones presidenciales en Colombia han generado un sinnúmero de reflexiones en el contexto regional frente a la denunciada posibilidad de que la izquierda radical logre entronizarse en la cúpula de poder en ese país de larga tradición democrática.

Chiara Barchiesi
Diputada de Chile

El riesgo que tiene hoy día Colombia es tremendo. Yo espero que Los colombianos se den cuenta de este riesgo que puede cambiar totalmente el futuro de ese país, que si cae por el precipicio, porque va en camino hacia allá si Petro llega a ser presidente, pueda cambiar el rumbo y volver pronto al camino de la democracia y de la libertad. En Chile también hicimos un acuerdo por la paz, que lamentablemente en un principio se aprobó con una gran mayoría y que en estos momentos posiblemente se va a rechazar porque nos dimos cuenta del riesgo que significan las dictaduras totalitarias en Latinoamérica. En mi país también vamos siguiendo por ese camino. En Colombia, los colombianos lo rechazaron [el acuerdo de paz durante un plebiscito en 2016], pero aun así los políticos supieron darle ‘vuelta a la tortilla’ para volver a aprobarlo. Espero que ese poder que le intentaron dar a las FARC para que esté directamente en la política, sean los mismos colombianos que esta vez vuelvan a alzar su voz para que digan que quieren paz y libertad para Colombia. El estallido de violencia fue muy similar en los dos países [Chile y Colombia en 2020 y 2021]. Yo iba viendo cómo sucedía en Colombia y efectivamente era un copiar y pegar de lo que había ocurrido poco antes en Chile. No son estallidos espontáneos, son totalmente orquestados. La izquierda radical está detrás de todo esto y no podemos caer y ser ingenuos en pensar que si hacemos lo mismo que han hecho los países vecinos que nosotros tenemos, vamos a terminar de una forma distinta. Tenemos el ejemplo de Venezuela al lado de Colombia. En Chile hemos recibido muchos venezolanos que han necesitado otras tierras para poder volver a surgir y también ese mismo ejemplo de la libertad que queremos para Venezuela nos alienta para que nosotros, también Colombia, sigamos caminando por el camino de la democracia y no justifiquemos la violencia como acción política, y no justifiquemos el narcoterrorismo como una forma de alcanzar las metas.

Martín Elgue
Diputado de Uruguay

Ojalá que prime la sensatez y que el pueblo colombiano no caiga en manos de la izquierda radical y que no le pase lo que está padeciendo Venezuela, Chile, Argentina y que no elijan a alguien que está vinculado y apoyado por el Foro de Sao Paulo, pues sabemos el daño enorme que le está haciendo a muchos pueblos en América Latina. Deseamos que las mediciones [encuestas] estén equivocadas y que la gente de bien de todo Colombia pueda revertir esos datos que, a priori, están arrojando una posibilidad preocupante. Ojalá que prime el republicanismo, la libertad y la sensatez para el pueblo colombiano. En la cumbre del Frente Hemisférico por a Libertad [cuya sesión plenaria tuvo lugar en Miami los días 19 y 20 de mayo] hicimos un llamado a la comunidad internacional para poner sus ojos sobre todos estos procesos en la región y a la Comunidad Europea y al propio gobierno de Estados Unidos para que deje de financiar al régimen cubano, que apoya al Foro de Sao Paulo. Deseamos que el pueblo de Colombia vote con la razón y el corazón.

Ricardo Godoy
Diputado de El Salvador

Todos aquellos que tenemos vocación democrática en América Latina, hemos estado muy expectantes de lo que ha estado sucediendo en todo el continente latinoamericano. Es preocupante que toda la región sur tiene un embate sistemático. Hemos estado observando muy atentos los eventos electorales de los últimos tiempos que involucran a la izquierda más radical, la izquierda que somete a los pueblos, aquella izquierda que emana de ese enfermizo régimen de La Habana, de los Castro, evolucionado y mutado a los chavistas en Venezuela. Esos tipos de regímenes más ortodoxos, como los de Cuba y Venezuela, sin dejar a un lado el de Nicaragua, son los que están cada vez más metidos en los eventos electorales en los países latinoamericanos y ahora en el sur del continente. Lo vemos con mucha preocupación, como diputado salvadoreño de convicciones demócratas y fiel creyente de los Estados de derecho y el republicanismo. Me preocupa mucho porque nuestras sociedades han comprado aparentemente un discurso que se aleja de la democracia y que se somete por voluntad propia en comicios con candidatos de esa izquierda más ortodoxa. Lo hemos visto en Chile, vemos los problemas que hay en Argentina, vemos a Perú como está convulsionado por un presidente que se vendió como tal, como un hombre de la izquierda más radical y fue votado por los peruanos. Pero vemos cómo por su incapacidad, a los pocos meses, ha cambiado más de seis gabinetes, porque no hay ningún plan serio de políticas públicas. Esa izquierda radical no actúa en pro del beneficio social, sino nada más por sus únicos y perversos intereses de seguir financiando incluso hasta dictaduras como la cubana. Es preocupante que en Colombia la gente colombiana esté confiando y comprando un discurso que se aleja de la libertad, que se aleja de la democracia y que se aleja del bienestar verdadero de un pueblo.

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