BOGOTÁ.- El 20 de julio de 1810, en el Cabildo de Santafé de Bogotá, se conformó una junta de gobierno, el primer paso hacia una regencia representativa que acabaría por destituir a las principales autoridades del antiguo Virreinato de la Nueva Granada.
Este evento marcaría el inicio de un proceso que se extendería por más de una década y culminaría, en medio de una guerra devastadora, con la transformación del país en una república independiente.
La situación actual de Colombia es significativamente diferente a la época independentista, en varios aspectos, aunque algunos desafíos históricos persisten. Durante la independencia, Colombia enfrentó una gran inestabilidad política, con guerras civiles y luchas internas que dificultaron la consolidación del Estado.
Aunque Colombia logró establecer un sistema democrático y ha tenido períodos de estabilidad, todavía enfrenta desafíos políticos, como la polarización y la corrupción. Sin embargo, las instituciones democráticas están más consolidadas.
La actualidad
Néstor Julián Restrepo politólogo colombiano, en entrevista para DIARIO LAS AMÉRICAS señala que Colombia vive una situación política compleja que tiene paralelismos con el periodo independentista. Especialmente en términos de polarización y lucha entre élites por el control del poder. Destacó que, aunque surgió una nueva élite política, representada por figuras como Gustavo Petro, no está claro si esta nueva fuerza tiene un respaldo sólido o consolidado detrás.
Restrepo enfatiza que los cambios políticos en Colombia no son fortuitos, están influenciados por diversos actores que buscan oportunidades para ejercer su influencia. Además, menciona que las divisiones políticas actuales reflejan conflictos históricos entre figuras como Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander.
A pesar del carácter centralista del país, Restrepo argumenta que las dinámicas regionales son significativas y podrían sugerir que Colombia funcionaría mejor como un estado federal.
Conflicto armado
La independencia estuvo marcada por conflictos armados entre patriotas y realistas, así como luchas internas entre diferentes fracciones. Actualmente, Colombia vive un conflicto armado interno que tiene más de cinco décadas, principalmente con grupos guerrilleros como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). No obstante, el acuerdo de paz firmado en 2016 con las FARC marca un momento importante hacia la resolución del conflicto, persisten problemas relacionados con la violencia y el narcotráfico.
Néstor Julián Restrepo sostiene que la inestabilidad política actual en Colombia es comparable con la vivida durante la época de independencia. Enfatiza que esta situación no se debe tanto a diferencias ideológicas, sino a las luchas por el control del poder entre diversas élites. A diferencia de otros países donde una sola élite ejerce un dominio absoluto, Colombia ha experimentado una fragmentación del poder político, lo que ha contribuido al conflicto armado.
Restrepo señala que, aunque el conflicto armado persiste, su naturaleza ha cambiado, ahora está ligado al narcotráfico, que se ha convertido en un negocio central y no necesariamente relacionado con intereses políticos tradicionales. Afirma que hay un consenso generalizado entre los colombianos sobre la improbabilidad de que grupos armados como las FARC o el ELN tomen el control total del país.
Economía
La economía colombiana durante la independencia era eminentemente agraria y se veía afectada por la inestabilidad política, caracterizándose por estructuras económicas rudimentarias y con escaso desarrollo. En contraste, la situación actual presenta una economía más diversificada, que incluye sectores como la minería, la agricultura, los servicios y el comercio. Sin embargo, Colombia aún enfrenta desafíos importantes como la desigualdad social y el desempleo.
Restrepo destaca que Colombia enfrenta importantes desafíos estructurales. Uno de los principales problemas es la falta de un Estado fuerte y presente en todo el territorio nacional. Para él, esto no se limita a tener fuerzas policiales en cada rincón del país, implica establecer un sistema eficiente para cobrar impuestos y gestionar adecuadamente el territorio.
El experto apuntó que mientras las grandes ciudades están bajo cierto control estatal, muchas áreas rurales, especialmente en regiones remotas como la Amazonía, carecen completamente de la presencia gubernamental. “Esta situación crea vacíos donde el Estado no ejerce autoridad ni proporciona servicios básicos”.
Desigualdad social
El analista subraya que las profundas desigualdades sociales presentes durante la época independentista continúan siendo un desafío significativo en la actualidad. Destaca el control desproporcionado de la tierra por unas pocas familias como un ejemplo claro de esta desigualdad y señala que en regiones como Caquetá una sola familia posee una gran parte del territorio.
Además, enfatizó que la corrupción es un obstáculo importante para el desarrollo y bienestar social en Colombia. Asegura que tanto el Estado como otros actores de poder están implicados en prácticas corruptas, lo cual limita la capacidad del gobierno para implementar políticas efectivas que beneficien a la población.
Mencionó que el acceso limitado a educación y servicios básicos es otro problema crítico que afecta al país y a toda América Latina. “Estos factores de desigualdad en el control de tierras, corrupción y deficiencias educativas representan desafíos interrelacionados que deben abordarse para lograr un progreso significativo en Colombia”.
Retos y oportunidades
Restrepo afirmó que el país tiene una gran ventaja en este momento, al igual que toda América Latina. Explicó que mientras Europa enfrenta una crisis seria, además de conflictos inminentes, y Estados Unidos lidia con problemas internos significativos y la competencia con China, en el caso de América Latina, especialmente Colombia, cuentan con diversas ventajas. “Estas incluyen tierras productivas que aún no han sido cultivadas y acceso marítimo a dos océanos”.
El politólogo colombiano finalmente mencionó que el nivel educativo en Colombia es superior al de África, aunque puede mejorar. Destacó la mentalidad trabajadora del colombiano como un activo valioso y resaltó que lo que falta es voluntad política para implementar cambios significativos.
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FUENTE: Entrevista al politólogo Néstor Restrepo, Semana, Infobae