sábado 23  de  marzo 2024
Venezuela

El 87% de los venezolanos se encuentra por debajo de la línea de la pobreza

Un estudio revela que el Estado venezolano no disminuye las desigualdades territoriales presentes en el país a través de la distribución de bolsas de alimentos, sino que las mantiene como parte de su política pública
Por VERÓNICA EGUI BRITO

@VeroEgui

El impacto de la crisis político, económico y social que vive Venezuela ha sido devastador para la población, en solo cuatro años la pobreza se duplicó. En 2014, 48,4% se ubicaba en situación de vulnerabilidad económica y social, mientras que en 2017 alcanzó a 87% de los venezolanos, de acuerdo al más reciente estudio de las Encuestas de Condiciones de Vida (Encovi) desarrollado por las tres principales universidades del país: la Universidad Simón Bolívar (USB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

En un contexto inflacionario (2.600%) al momento de realizar la encuesta (julio-septiembre 2017) en 6.168 hogares distribuidos en toda Venezuela e hiperinflacionario en la actualidad se explica por qué ha aumentado en cada año de la medición la pobreza extrema hasta alcanzar el 61,2% de los hogares venezolanos, en esta categoría se ubican las personas cuyos ingresos son insuficientes para pagar el costo de la alimentación. Mientras que solo 13% de la población se ubica en una categoría de no pobre.

“Prácticamente todos los hogares venezolanos quedan por debajo de la línea de pobreza que termina siendo inalcanzable porque los salarios no están indexando, no pueden alcanzar la velocidad de la inflación, y la mayoría de los hogares viven de los ingresos por trabajo“, señala la socióloga María Gabriela Ponce durante la presentación de la encuesta.

Niveles de pobreza 2017 ENCOVI

Encovi encontró que la mayor parte de la población en pobreza reciente (56,2%) se ubica allí por su ingreso, un salto de casi siete puntos en comparación con 2016 cuando se situaba en 49,4%, lo que se traduce en la pulverización de la clase media en términos económicos. El impulso inflacionario y rezago que representa en los hogares ha causado el aumento de esta pobreza reciente, sentencia Ponce.

En pobreza crónica se ubican 30% de lo venezolanos, situación en donde coinciden los hogares con malas condiciones estructurales de vida con la pobreza por ingreso. Esta categoría aumentó 14%; pues en 2014 se encontraba en 16,1%. Ponce explica que esta situación obedece a que los hogares en pobreza son muchos más vulnerables a la crisis y caen automáticamente en pobreza crónica.

Cuando Encovi mide la pobreza multidimencional -toma en cuenta cinco dimensiones: vivienda, servicios, estándar de vida, educación, trabajo y protección social– evidencia un aumento sistemático entre 2015 (cuando se implementó esta medición por primera vez) hasta el presente, en el que 41,3% de la población tenía al menos 25% de las privaciones de estas cinco dimensiones a 51,1% en 2017.

Pobreza mulktidemsional factores Encovi 2017

Este método de encuesta le permitió a Encovi mostrar la diversidad en la desigualdad territorial en el país, siendo las zonas de desarrollo urbano aquellas con más oportunidades en el país, en donde se evidencia que una de cada cuatro (34%) personas que viven en Caracas (20% de la población nacional) viven en pobreza multidimensional (por muchas carencias) mientras que en zonas menos desarrolladas con ciudades pequeñas y caseríos, la proporción de la pobreza es 3 de cada 4 (74,5%). “La intensidad de la pobreza multidimensional se triplica, no solo hay más pobres sino que es mucho más profunda su pobreza", acota Ponce.

Probreza multidimensional Encovi 2017

En cuanto a las misiones creadas en 2003 como baluarte del presidente Hugo Chávez –que le ayudaron a ganar el revocatorio el año siguiente– ahora se concentran en la entrega de una bolsa de comida, principalmente. De los 13,4 millones de venezolanos que se benefician de dichos programas sociales, 12,6 millones de personas son beneficiarios de la distribución de CLAP, 200.000 personas reciben atención pública de Barrio Adentro (sistema sanitario primario) y 50.000 personas obtuvieron una vivienda.

A pesar de que la política de distribución de bolsas o cajas CLAP apuntaba a los sectores más vulnerables del país, la encuesta de Encovi revela que la Gran Caracas es la gran beneficiada a pesar de que su población no es la de mayores carencias económicas y sociales, por lo que Ponce apunta que las desigualdades territoriales también se reproducen en el acceso a los alimentos que provee el Estado, siendo parte de su política pública.

La frecuencia de recepción de las cajas CLAP es discrecional, en donde poco más de la mitad de los hogares beneficiarios no la reciben periódicamente, 69% en las ciudades pequeñas y caseríos, que es donde la pobreza es mayor. Mientras que en la Gran Caracas 64% la recibe mensualmente y 24% cada dos meses.

Entrega de bolsas CLAP 2017

Los venezolanos pierden kilogramos y nutrientes

En cuanto a la alimentación y nutrición de los venezolanos, la experta nutricional Marienella Herrera, explicó que la población ha adoptado una tendencia a la monodieta, en la que su estrategia es la sobrevivencia, no alimentarse, y en ese contexto cada vez es más difícil sustituir los alimentos de la dieta básica.

El estudio mostró que el arroz es el cereal principal (78,8%) que están consumiendo los venezolanos, mientras que cayó 10,4 puntos el consumo de la harina de maíz precocida (73,6%) y con ella la disminución de los micronutrientes en hierro, Vitamina A, y B. Herrera advierte que la harina importada que distribuyen los CLAP no cumplen los requerimientos de la población venezolana, lo que incide directamente en su estado nutricional.

Para 89,4% de la población son insuficientes sus ingresos para adquirir alimentos dentro y fuera del hogar, 10,6% puede cubrir la canasta básica.

En ese sentido, 70,8% de la población advierte que se le han presentado situaciones en las que no han tenido dinero para comprar alimentos, solo 29,2% han podido comprar lo que necesitan para alimentar a su familia.

63,3% de los venezolanos reporta haber tenido que recortar al menos una vez en el mes su cantidad de comida o se han saltado alguna de ellas por no tener suficiente dinero para comprarla, mientras que 36,8% nunca ha tenido que hacerlo.

En los últimos tres meses (previo al estudio) 79,8% de la población ha comido menos, mientras que 20,2% no ha pasado por esa situación. Encovi reporta también que 61,2% de la población venezolana se ha acostado con hambre por no haber suficiente dinero para comprar alimentos.

Sobre las comidas que dejan de hacer los venezolanos, la encuesta mostró que 20% no desayuna, teniendo afectación metabológicas. Herrera explica que si ello ocurre en el caso de un niño el impacto está relacionado con su rendimiento escolar. La especialista advierte que se evidenció en el trabajo de campo que en muchos casos las madres de varios hijos han llegado al punto de tener que decidir o alternar a cuál niño alimentar cada día, ante la carencia de los rubros y escasez de los mismos.

Tras responder el cuestionario alimenticio, el estudio evidencia que 80% de los hogares venezolanos presentan inseguridad alimentaria, una muestra de ello es la variación de peso: 64,3% perdió 11,4kilogramos en 2017, tres kilogramos más que en 2016, 7,2% aumentó peso (400 gramos), principalmente dentro del grupo de pobreza, debido a la malnutrición por exceso, y 28,4% no varió en su peso.

Dos millones y medio de jóvenes no reciben educación

De una población de 12.734.000 entre los 3 a 24 años, 9.931.000 asisten a un centro de enseñanza, lo que indica que 2.546.000 no reciben formación escolar ni universitaria.

El acceso a la educación descendió entre 2015 a 2017 de 78% a 71%, arrojando que poco más de un millón niños, niñas y adolescentes (3 a 17 años) están desescolarizados, cuando se incluye a los jóvenes hasta los 24 años (edad universitaria) la cifra aumenta hasta 2.546.000, producto del empobrecimiento generalizado de la población, en el que las barreras educativas afectan todo el espectro social y las brechas prácticamente se han mantenido.

De los 8.493.000 niños y adolescentes entre 3 a 17 años escolarizados, 7.330.000 (88%) asisten a clase, de ellos 61% nunca faltan, 39% faltan algunas veces por múltiples razones (19% por falta del servicio de agua, 11% por los constantes apagones, 12% por falta de comida en el hogar, 9% por problemas con el transporte y 6% por huelgas o paros. Mientras que hay 12% de estudiantes matriculados pero ausentes de las aulas.

En ese sentido, Anitza Freitez, doctora en demografía advirtió que se necesitan mecanismos de protección para los venezolanos a los que se le están vulnerando al menos dos derechos: el de la alimentación y el de la educación, comprometiendo no solo su desarrollo sino también su vida futura.

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