El fantasma de la izquierda recupera terreno.
Collage/DLA
El 2021 estuvo marcado en Latinoamérica, además de los efectos de la pandemia del COVID-19, por las elecciones presidenciales. Ecuador, Perú, Nicaragua -aunque se vive una dictadura y lo que se efectuó fue un show electoral-, Honduras y Chile eligieron a su mandatario.
La izquierda, afín a los discursos de los fallecidos Fidel Castro y Hugo Chávez, tomó el poder en tres de las naciones que sufragaron en busca de un primer mandatario. Además se mantiene en Nicaragua el dictador Daniel Ortega.
Chile: el ultraizquierdista Gabriel Boric, con más de 4,6 millones de votos (55.9% de las papeletas) fue electo presidente del país austral el pasado domingo.
Rafael Gertin, abogado constitucionalista y profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas (UPC) en Perú, explicó a DIARIO LAS AMÉRICAS en noviembre que el resultado de las elecciones presidenciales en Chile repercutirá en el futuro de la región por ser un país con “influencia económica y geopolítica”.
Al día siguiente de conocerse los resultados que dieron como vencedor a quien en 2013 apoyara abiertamente al dictador de Venezuela Nicolás Maduro, escribiendo en Twitter “Mucha fuerza a todo el pueblo venezolano. Somos muchos los chilenos que estamos con ustedes! A seguir profundizando la revolución bolivariana!”, la Bolsa de Valores de Santiago sufrió una caída de 6.83%, mientras, la sesión cambiaria inició con un máximo histórico de 872,61, pesos chilenos por dólar tras un salto de 30 pesos respecto a la sesión del viernes 17 de diciembre. De esta forma, la divisa estadounidense superó su nivel más alto desde el 18 de marzo de 2020, según reseñó la agencia de noticias AFP.
Boric, que se mostró enfático con políticas de izquierda en primera vuelta, tuvo un discurso más moderado para el balotaje y en los últimos años ha sido “crítico” de las dictaduras. Sin embargo, la izquierda latinoamericana le respalda tras su victoria.
“Felicito al Pacto Apruebo Dignidad por su victoria, y al nuevo presidente electo de Chile, Gabriel Boric. Saludo al pueblo de Salvador Allende y de Víctor Jara por su contundente victoria sobre el fascismo. ¡Gran Jornada democrática! ¡Viva Chile!”, escribió en Twitter el dictador Maduro.
Perú: Pedro Castillo, un profesor y dirigente social, fue avalado presidente de esa república sudamericana un mes después de los comicios, tras un exhaustivo recuento de votos por presunto fraude electoral.
Si bien el reconteo le dio vencedor, su gobierno se ha visto inmerso en escándalos y ha intentado implementar la política castrochavista. Su gabinete de Ministros ha tenido que ser modificado dos veces y ahora enfrenta investigaciones por pretender subir de rango a militares que no cumplían con los requisitos.
Castillo ha sido enfático en su política social y ha tratado de nacionalizar la industria del gas, tal cual como hizo Hugo Chávez con el petróleo en Venezuela y Fidel Castro el azúcar en Cuba.
Honduras: Luego de tres semanas de finalizados los comicios, este lunes 20 de diciembre la izquierdista Xiomara Castro fue declarada oficialmente vencedora de las elecciones presidenciales en el país centroamericano.
Cuando era virtualmente ganadora, sentenció “hasta la victoria siempre” una de las más frecuentes en discursos de dictadores de Cuba y Venezuela.
Su discurso en campaña fue esperanzador, soñador y hasta utópico. Un análisis de Luis Rafael Monch, miembro de la organización de venezolanos perseguidos políticos en el exilio, compara las promesas de Xiomara Castro con el discurso del fallecido presidente Hugo Chávez en su campaña de 1998.
Entre los puntos similares se encuentran: implementar una estructura libre; habla de un período presidencial sin fecha de caducidad (elección indefinida), en el ámbito social se concentra la idea de que “el neoliberalismo y el capitalismo salvaje tienden a apropiarse de todo”, por lo cual “la democracia evolutiva es socialista” también había similitud en los planes jurídicos y militares.
Es probable que la ahora presidenta de Honduras, quien fue primera dama entre 2006 y 2009, intente hacer modificaciones en la Carta Magna del país centroamericano para poder seguir el estilo castrochavista.
El show de Ortega: En Nicaragua sucedió lo que todo el mundo sabía. El dictador Daniel Ortega, quien persiguió y encarceló a los opositores que le podían hacer frente, fue “reelegido” para un cuarto mandato consecutivo.
El tirano que manda en este país centroamericano desde hace más de una década ahora pudiese enfrentar más sanciones de la Unión Europea, luego de que el Parlamento, quien desconoció los comicios del pasado 7 de noviembre por no cumplir con las condiciones mínimas de unas elecciones democráticas.
“Daniel Ortega se ha convertido en la caricatura del dictador caribeño, se ha convertido en el espejo del dictador contra el que luchó”, expresó durante los debates en días pasados el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. Agregó que “tanto él como la vicepresidenta Rosario Murillo han acaparado ilegítimamente el poder en Nicaragua para promover sus intereses personales”.
Además de las sanciones que ya tienen y pueden aumentar de parte de Europa, el régimen de Ortega también tiene castigos por parte de Estados Unidos.
La dictadura se perpetúa en Nicaragua y cada vez que un movimiento opositor intenta retomar la democracia, el dictador juega una de sus cartas. Como pasó en abril de 2018, cuando las protestas sociales terminaron con más de 300 muertos.
Ecuador, un bastión de libertad: El país meridional, luego de más de 12 años de izquierda con Rafael Correa y un período con el expresidente Lenín Moreno, apoyó al derechista Guillermo Lasso.
Sin embargo, el actual presidente del Ecuador se las ha visto difícil para gobernar, aunque ha cumplido dos de sus principales promesas de campaña: logró que se aplicaran 10 millones dosis contra el COVID-19 en sus primeros 100 días de mandato y aumentó el sueldo básico de $400 a $425 para 2022.
Lasso, además de la oposición que tiene desde la Asamblea Nacional (AN), donde dirige la fuerza del correísmo, ha tenido que administrar un país afectado tras los efectos de la pandemia. También una crisis carcelaria, que ha dejado más de 300 muertos.
Los proyectos que ha intentado ejecutar Lasso, un empresario que llegó al Palacio de Carondelet en su tercer intento, son constantemente frenados en la AN, donde tiene el mayor de los retos.
Además, podría sucederle similar a Mauricio Macri en Argentina. Tras años de gobiernos populistas, aunque el país esté inmerso en crisis, desempleo y deuda, sus medidas pueden ser rechazadas por el pueblo que se acostumbró al “facilismo” del castrochavismo con el expresidente Correa.
El país centroamericano irá a elecciones generales en febrero del próximo año, eligiendo a un presidente, dos vicepresidentes y 59 diputados.
Una encuesta de semanas recientes indica que José María Figueres, expresidente del país tico entre 1994 y 1998, volvería a contar con el respaldo del pueblo. Sin embargo, el sondeo reflejó que ganaría en una segunda vuelta luego de la consulta pautada para el 6 de febrero.
El otro país de la región que irá a la urnas para elegir presidente es Colombia, donde el foro de Sao Paulo -auspiciado por los regímenes de izquierda de la región- han buscado desestabilizar en los últimos años con la intención de que el socialista Gustavo Petro se apodere de la Casa de Nariño.
En mayo próximo los colombianos tendrán la opción de elegir si se mantienen en la línea del libre mercado y separación de poderes o se inclinan por el socialismo del siglo XXI que ha dejado a cubanos, venezolanos y nicaragüenses sin opciones de un mejor futuro.
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