miércoles 5  de  marzo 2025
ANÁLISIS

Exdiputada española advierte de las similitudes entre el sanchismo y el chavismo

La exportavoz de Unión Progreso y Democracia Rosa Díez hace un llamado de atención a los españoles para que estén atentos de lo que ocurre en su país

La exportavoz de Unión Progreso y Democracia Rosa Díez publicó un artículo de opinión en el portal Expansion en el que se pregunta si los españoles pueden ¿seguir mirando para otro lado, pero a la Venezuela de hoy tampoco se llegó de la noche a la mañana?. La exdiputada hace un minucioso análisis de situaciones similares que ocurrieron en Venezuela y que están ocurriendo actualmente en España. Llama a los españoles incrédulos a revisar las hemerotecas para que constaten que lo ella dice es cierto. Transcribimos el texto completo del análisis.

Sánchez y Maduro: Lo que les une

El 8 setiembre de 2018 publiqué en www.elasterisco.es un artículo titulado "¡Hay que ver cuánto se parece ya la España de Sánchez a la Venezuela de Maduro!". Para nuestra desgracia lo que hace dos años era algo que algunos veían, otros temían y la mayoría callaban, es hoy una realidad solo cuestionada o acallada por quienes han unido su futuro profesional al poder sectario del gobierno de España. España y Venezuela están ahora mismo gobernadas por unos tipos sin escrúpulos que han sabido utilizar las leyes democráticas para hacerse con el poder y utilizarlo desde el primer momento para destruir el propio sistema. Todos sabemos cómo obtuvo Chávez el poder en Venezuela y, sobre todo, cómo lo utilizó inmediatamente para cambiar las reglas del juego y apalancarse en él. Y todos recordamos cómo llegó Sánchez por primera vez al Gobierno: burlando el sentido de la moción de censura -que en nuestro ordenamiento jurídico es positiva- montando un pacto en negativo con populistas, pro-etarras y golpistas y mintiendo sobre su intención de convocar elecciones de forma inmediata.

La segunda vez Sánchez llegó a la Presidencia haciendo un gobierno de coalición con Podemos -sellado a las 24 horas de cerrarse las urnas y tras haber rechazado esa posibilidad de forma rotunda durante toda la campaña electoral en la que pedía el voto comprometiéndose a no pactar con Podemos "para poder dormir tranquilo". Primera similitud: en la Venezuela de Chávez/Maduro y en la España de Sánchez, todo vale para conseguir el poder.

La segunda similitud entre el sanchismo y el chavismo la encontramos en las decisiones que ambos gobernantes han tomado para controlar las instituciones del Estado. Véase las injerencias de Chávez/Maduro/Sánchez sobre la fiscalía, sobre la justicia y sobre los funcionarios y servidores del Estado en general. Tanto en Venezuela como en España el Gobierno persigue a los profesionales independientes y trata de destruir su prestigio cuando no consiguen doblegarles.

La tercera similitud es la estrategia política desarrollada por los gobernantes de ambos países con el objetivo de liquidar a la oposición democrática y enfrentar a los ciudadanos. Sánchez considera que los buenos españoles son únicamente quienes apoyan su gobierno sostenido por bolivarianos, pro-etarras y golpistas; aquellos que se oponen y critican sus políticas son malos españoles o directamente fachas.

Al otro lado del océano pasa igual: quienes denuncian al chavismo por sus ataques a la democracia y por la sistemática vulneración de derechos humanos son tildados de enemigos de Venezuela y/o sicarios de los yanquis. Así que, puestos a dividir, Maduro pasea a Chávez y Sánchez desentierra a Franco y resucita el franquismo. Sánchez se está demostrando como el mayor nostálgico del franquismo.

Todo gobernante totalitario que quiera imponerse en un país democrático ha de lidiar con la Justicia, uno de los pilares básicos del Estado. Por eso tanto el chavismo como el sanchismo tratan de eliminar, por activa o por pasiva, a los jueces independientes. Maduro les persigue, encarcela o destituye directamente; Sánchez, que delegó inicialmente esa competencia en sus socios los golpistas catalanes (acuérdense de las campañas de Torra y los suyos contra el Juez Llarena) ahora se ha hecho con las riendas y utiliza con total desparpajo a la Abogacía del Estado y a la Fiscalía para perseguir, presionar e intentar desacreditar a los jueces que investigan presuntos delitos cometidos por el Ejecutivo. Nunca tuvieron los grandes delincuentes españoles mejor abogado defensor que Lola, la de Villarejo. En eso también se parece el gobierno de España al de Venezuela: en su desprecio por las reglas y las instituciones democráticas que constituyen el entramado constitucional del Estado. Esa sería la cuarta similitud entre Maduro y Sánchez, que tiene un objetivo común: liquidar la separación de poderes para implantar el despotismo gubernamental.

La corrupción es el síntoma más evidente de una democracia de baja calidad. En Venezuela la corrupción institucional y el chavismo se retroalimentan. En España el régimen bolivariano/sanchista -que utilizó el macguffin de acabar con la corrupción para justificar la forma en la que se apropió del poder- no podía consentir que quienes investigaron la corrupción que afectaba al PP siguieran haciéndolo de forma profesional y autónoma y llegaran al corazón de la corrupción que afecta al PSOE y a sus socios. Por eso lo primero que hicieron fue dejar sin fondos a la UCO y lo segundo, cesar a su máximo responsable. Quienes llegaron al gobierno de España al grito de acabar con la corrupción conviven con los mayores corruptos, pues no hay corrupción mayor que el terrorismo y el golpismo, enemigos mortales de la democracia. Esa sería la quinta similitud entre Maduro y Sánchez: ambos quieren tapar su corrupción y la de sus socios y beneficiarse de ella.

Cualquier sistema totalitario intenta reescribir la historia. Lo hizo Chávez en Venezuela para tapar sus mentiras, sus abusos, su incompetencia, su persecución a los demócratas... Sánchez también necesita blanquear la historia de ETA para justificar el pacto anti natura del secretario general de un partido democrático con los enemigos de la democracia. Por eso Sánchez blanquea la historia de los padrinos de los bildu etarras que le ayudaron a ganar la moción de censura, que sostienen su gobierno en Navarra y con quienes firma pactos en el Congreso de los Diputados. Esa es la sexta similitud entre Sánchez y Maduro: reescribir la historia para ocultar sus vergüenzas.

Qué decir de la comunicación, ese aliado imprescindible para mantener el engaño y pervertir la realidad. Sabido es que en el mundo actual lo que no sale en la televisión no existe; por eso el desembarco en la televisión pública ha sido el principal objetivo de Iglesias, representante genuino y asalariado del chavismo golpista de Venezuela. Así han montado el semanal Aló Presidente a la española para pervertir la realidad y apalancarse en el poder. En eso también se parecen Maduro y Sánchez.

A quien piense que exagero en las similitudes le animo a buscar en la hemeroteca cómo se fueron sucediendo los hechos en Venezuela y cómo a la situación actual se llegó tras un proceso continuo de deterioro democrático que pilló desprevenidos a la inmensa mayoría de los ciudadanos y que contó con la aquiescencia, el apoyo o el silencio de quienes tenían el poder -mediático, político y/o económico- para poder frenarlo al inicio. También en eso se parecen ambas situaciones, pues los españoles miramos para otro lado mientras Sánchez emplea todo su poder para demoler el sistema del 78 e implantar un modelo de democracia tutelada con el que sustituir la democracia plena que nos dimos con la Constitución del 78. Ojalá que los españoles seamos capaces de aprender de la experiencia dramática de nuestros hermanos venezolanos y reaccionemos a tiempo para impedir que lo que les une a Sánchez y a Maduro termine convirtiendo a España en una anomalía en Europa.

A ver si espabilamos porque nuestro tiempo también se está agotando.

https://twitter.com/rosadiezglez/status/1270611026262798339

FUENTE: REDACCIÓN

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