SANTIAGO DE CHILE.- canciller de Chile, Roberto Ampuero, señaló este martes que el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, debe cesar a la brevedad la represión en contra de su pueblo, país donde han muerto más de 350 personas y han quedado más de un millar de heridos en las protestas.
"Esto es un mensaje nuevo, adicional, muy serio que dirige gran parte de los países latinoamericanos al régimen de Ortega para que detenga a la brevedad la represión en contra de su pueblo", recalcó Ampuero, quien se encuentra en Bruselas participando en una reunión del Grupo de Lima.
El jefe de la diplomacia chilena recordó que fue el presidente, Sebastián Piñera, quien le entregó las instrucciones de activar en este sentido una declaración "porque la situación en Nicaragua es dramática".
El pasado sábado, el presidente Piñera condenó "con fuerza e indignación" la pérdida de vidas en la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde el mes de abril e hizo un llamamiento a ese país a poner término a la violencia y buscar acuerdos.
Piñera señaló que su homólogo nicaragüense debía reanudar la Mesa Nacional de Diálogo y sus respectivas comisiones, para acabar con la violencia y pérdidas de vida y buscar acuerdos amplios e inclusivos para recuperar las libertades, la democracia, el respeto y la paz en ese país centroamericano.
Exigen a Daniel Ortega el cese inmediato de la violencia en Nicaragua
El Senado uruguayo exigió hoy al régimen de Daniel Ortega el "cese inmediato de la violencia" contra el pueblo de Nicaragua, donde la crisis sociopolítica ha dejado más de 350 muertos desde abril.
La moción, que fue aprobada por unanimidad, condena de forma "enérgica" la "reiterada violación de los derechos humanos", así como a las "libertades fundamentales".
En el texto, los senadores alentaron a que se "proceda a identificar a los responsables" de las violaciones a los derechos humanos, a través de los "procedimientos legales correspondientes".
Asimismo, el documento insta al "Gobierno de Nicaragua y a todas las partes a que participen de buena fe en el diálogo nacional".
La "mejor garantía de estabilidad democrática", según la moción del Senado, es la celebración de elecciones libres, justas y oportunas en un ambiente libre de "miedo, intimidación, amenaza o violencia".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por "asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país", pero el Estado nicaragüense lo niega.
El régimen de Ortega acusa a los manifestantes de ser grupos terroristas.
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta de su historia en tiempos de paz, y la más cruda desde la década de los años 1980, también con Ortega siendo presidente, y que ha dejado más de 350 muertos, según organismos humanitarios.
Las protestas contra Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, se iniciaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.
Conferencia Episcopal de Colombia pide detener la violencia en Nicaragua
La Conferencia Episcopal de Colombia pidió este martes detener la violencia en Nicaragua y que se respete la vida y se protejan las organizaciones que trabajan en la búsqueda de soluciones a la crisis social y humanitaria que cumple casi tres meses en ese país centroamericano.
"Rogamos al Señor fervientemente que se detenga la violencia en el hermano país nicaragüense, que se respete el derecho a la vida de todos y que se garantice protección tanto a las instituciones eclesiásticas como a las demás organizaciones sociales que, con la Iglesia católica, han trabajado en la búsqueda de soluciones", expresó la Conferencia en un comunicado.
Este martes el régimen de Nicaragua aisló la ciudad de Masaya y lanzó un fuerte ataque contra la comunidad indígena de Monimbó, una de las que mayor resistencia ha opuesto al presidente Daniel Ortega desde el estallido social de abril, que ha cobrado más de 350 vidas.
Igualmente los obispos llamaron a la comunidad internacional para que mire la situación que afronta Nicaragua y "ofrezca ayudas válidas para superar la inestabilidad social, de modo que se puedan encaminar los esfuerzos de todos hacia la consecución de la paz".
FUENTE: EFE