WASHINGTON - La Policía Federal de Estados Unidos (FBI) admitió este miércoles por primera vez que algunos de sus agentes sufren el llamado "síndrome de La Habana", en alusión a los ataques que fueron detectados por primera vez en la capital cubana.
WASHINGTON - La Policía Federal de Estados Unidos (FBI) admitió este miércoles por primera vez que algunos de sus agentes sufren el llamado "síndrome de La Habana", en alusión a los ataques que fueron detectados por primera vez en la capital cubana.
El FBI, que en un primer momento aseguró a un empleado que no está autorizado a dar consejo médico alguno y que tampoco existe un programa médico para trabajadores actuales o retirados, anunció ahora que el problema es una "prioridad" para esa agencia y que se dará atención médica a todos los empleados que se hayan visto afectados.
La agencia admitió oficialmente que algunos de sus trabajadores sufren el síndrome, según informaciones de la cadena de televisión NBC. La decisión ha sido tomada después de que el mes pasado, un exagente del FBI asegurara sufrir síntomas del 'síndrome de La Habana' tras visitar un país "cercano a Rusia".
El antiguo empleado señaló entonces bajo condición de anonimato que padece vértigos, cansancio y fuertes jaquecas debido a su trabajo en un país que no ha querido identificar, si bien reveló que habría sido enviado a una Embajada expuesta a una operación rusa de "interferencia electrónica" que interrumpió las comunicaciones durante dos semanas.
En 2016 y 2017, funcionarios estadounidenses en Cuba sufrieron una serie de problemas de salud, englobados posteriormente en lo que ahora se conoce como "el síndrome de La Habana".
Desde entonces cientos de diplomáticos, personal militar y altos cargos estadounidenses se han visto afectados por este síndrome, que se caracteriza por provocar síntomas como mareos, nauseas, vértigos, migrañas, entre otros. El Departamento de Estado de Estados Unidos considera que los diplomáticos podrían haber sido expuestos a algún ataque acústico no identificado, aunque por el momento no han llegado a una conclusión definitiva.
En julio, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), William Burns, mencionó que Moscú podría estar detrás de estos episodios, aparentemente inexplicables. No obstante, Rusia ha negado estas acusaciones y ha tildado de falsos estos informes. Estados Unidos continúa investigando el origen del ataque.
FUENTE: Europa Press