El gobierno de Bolivia y la secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA) chocaron este miércoles por la detención de opositores en el país, acusados de participar en un supuesto golpe de Estado contra el exmandatario Evo Morales en 2019.
La cancillería boliviana señaló en un comunicado que "no caerá en provocaciones malintencionadas" llegadas desde la secretaría general de la OEA, que ostenta Luis Almagro, y "defenderá su soberanía, la independencia de sus órganos" del Estado.
La oficina de Almagro había emitido más temprano otra nota en la que destacaba que la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, "tiene un papel fundamental para juzgar violaciones sistemáticas de derechos humanos que se hayan producido en Bolivia".
Los choques entre La Paz y la OEA surgieron a raíz del encarcelamiento el pasado fin de semana de la expresidenta interina de derecha, Jeanine Áñez, y de sus ministros de Justicia y Energía, denunciados por un supuesto derrocamiento de Morales en noviembre de 2019.
Una jueza dictó el domingo cuatro meses de cárcel para la exmandataria y sus colaboradores, tiempo que la Fiscalía usará para acumular pruebas sobre los incidentes registrados a fines de 2019.
la exdiputada del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) Lidia Patty presentó una denuncia en la que apunta a los arrestados, así como a otros tres exministros, al gobernador electo de la rica región de Santa Cruz (este), Luis Fernando Camacho, a exjefes policiales y militares y a otros civiles por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración.
Frente a los últimos acontecimientos, la Secretaría General de la OEA expresó primero el lunes su "preocupación ante el abuso de mecanismos judiciales que nuevamente se han transformado en instrumentos represivos del partido de gobierno".
La cancillería boliviana respondió el martes afirmando, de su lado, que "Almagro se pronunció utilizando el discurso sobre derechos humanos para favorecer a los intereses particulares y políticos que representa".
Y agregó que el secretario general "no tiene la autoridad moral ni ética para referirse a Bolivia, después del daño profundo que le hizo al pueblo boliviano con su injerencia colonialista durante el proceso electoral del 2019".
Según el expresidente izquierdista Evo Morales, (2006-2019) y su partido, el MAS, el informe de una misión de observación electoral de la OEA, que dijo haber hallado irregularidades en los comicios de octubre de 2019, fue parte de un complot contra el entonces mandatario indígena.
Morales dimitió en noviembre de 2019, en medio de una fuerte convulsión social en el país, mientras los opositores le acusaron de haber cometido fraude en las elecciones presidenciales de 2019 para gobernar de manera ininterrumpida hasta 2025.
FUENTE: AFP