JOSUÉ BRAVO
Especial
Tras el arresto y la dimisión del presidente Otto Pérez Molina, la nación centroamericana se apresta a celebrar el curso de la democracia
JOSUÉ BRAVO
Especial
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala garantizó la celebración de las elecciones de este domingo, unos comicios que se desarrollarán en un contexto de convulsión política por la renuncia de Otto Pérez Molina como presidente y cuyos sondeos los encabeza el comediante de 46 años, Jimmy Morales, un candidato que probablemente ofrezca algo diferente a los ciudadanos pero sin una historia política que lo respalde.
Más de 7,7 millones de ciudadanos están convocados a las urnas el domingo para elegir al presidente, vicepresidente, 158 diputados al Congreso, 20 al Parlamento Centroamericano y 338 corporaciones municipales para el periodo 2016-2020.
A pesar de la convulsión política que provocó la renuncia del mandatario Pérez Molina por corrupción y el clamor de las protestas populares para suspender las elecciones, el presidente del TSE, Rudy Pineda, aseguró que las elecciones se celebrarán como están previstas y que el Tribunal espera que se registre una masiva afluencia de votantes.
“Nos alegra el cambio porque fortalece la democracia", subrayó Pineda, quien aclaró que las elecciones y el cambio de mandatario son dos temas distintos y no modificarán las planificaciones ya establecidas para el próximo domingo.
“El tono de las manifestaciones ha sido pacifica, si continúan en ese mismo sentido (…), yo no veo por qué no se puedan celebrar las elecciones”, ha explicado por su parte a periodistas de Guatemala, la magistrada del TSE, María Eugenia Mijango.
“No es en un ambiente normal, no obstante, cabe recordar que en la misma Ley Electoral establece que ni siquiera un estado de Excepción puede dejar sin vigencia y así evitar que las elecciones se celebren. Realmente la obligación constitucional de celebrarlas persiste”, reitera.
Posibilidades
Una encuesta de la empresa Pro Datos para el diario Prensa Libre, dice que Morales alcanzó un 25% en la intención del voto.
Con este resultado de intenciones desplaza al derechista Manuel Baldizón (22,9%), quien había liderado los anteriores sondeos; y a la socialdemócrata y ex primera dama Sandra Torres, con un 18,4%; detalla la muestra realizada entre el 23 y el 29 de agosto pasado con margen de error de 3,1%.
Los tres son los candidatos más visibles de una lista de 14 aspirantes a la presidencia, pero es el humorista quien más ha sacado provecho del descalabro político del gobierno actual. Los tres llegan con las opciones más bajas de las últimas 4 elecciones y si ninguno logra la mayoría absoluta este domingo, los dos más votados se verán las caras en una segunda ronda el 25 de octubre.
Aunque la renuncia de Pérez Molina alegra a la mayoría de guatemaltecos y fue celebrada dentro y fuera del país, para diputados del Parlamento Centroamericano como el sandinista nicaragüense Orlando Tardencilla, la situación en Guatemala sigue siendo caótica, anárquica y preocupante; no solo por el desajuste institucional que hay sino también por el entorno político.
A su criterio, la situación se puede prolongar después de las elecciones del domingo próximo porque sobre los principales candidatos a la presidencia, también penden casos pendientes por corrupción.
"El que el presidente y la vicepresidenta estén siendo procesados por corrupción, no resuelve la crisis. Elegir un nuevo presidente no resuelve la crisis, porque hay muchos candidatos involucrados en actos cuestionados", manifestó diputado indígena guatemalteco Amílcar Pop, un opositor que en junio hizo el primer intento de privar a Pérez de su inmunidad.
A la crisis política se suma un informe de la Comisión Internacional Contra la Impunidad de Guatemala (CICIG), que insta a las autoridades a cambiar el sistema de financiamiento de los partidos políticos para evitar la infiltración del crimen organizado y la corrupción.
El estudio identificó el patrocinio del crimen organizado y el narcotráfico a partidos políticos, en su afán de obtener los criminales protección a sus actividades, controlar información y colocar personal en las instituciones del estado.
Edgar Barquín, ex presidente del Banco Central y actual candidato a vicepresidente del partido Libertad Democrática Renovada (Líder) que lleva a Baldizón como aspirante presidencial, es acusado de lavar dinero por la Fiscalía y la CICIG.
Las protestas populares que presionaron por la salida de Pérez Molina, también iban dirigida contra este partido político por los señalamientos de corrupción de Barquín, además de las multas y sanciones impuestas a la agrupación por el TSE debido por su gasto excesivo en la campaña.
De ahí que los reclamos callejeros pacíficos hayan sido clamando la nulidad de las elecciones.
No obstante, con el aval del TSE al día electoral, la caída de Pérez Molina de la presidencia podría beneficiar aún más a Morales, según analistas, al no provenir de los partidos políticos tradicionales que la ciudadanía rechaza ahora en las calles.
"Es probable que Jimmy Morales represente algo diferente, pero hay muchas preguntas sobre él. No tiene historia en la política, es un comediante; hace bromas con el rostro pintado como una persona de raza negra, lo cual genera preguntas sobre la manera como se conducirá, pero será interesante ver lo que pasa el domingos", dijo a la prensa internacional Eric Olson, director adjunto del programa para Latinoamérica para el centro de estudios escolares Woodrow Wilson.
Baldizón, un potentado de un lejano departamento de Guatemala, se mantuvo buena parte de la campaña como favorito para vencer este domingo en las urnas, pero llega a la cita con una aceptación ciudadana en acelerado deterioro y enfrentado a la duda y al rechazo urbano.
Torres, ex primera dama de Guatemala que se divorció del presidente Álvaro Colom (2008-2012) para postularse en 2011 a la presidencia sin que entonces se le permitiera la inscripción, compite ahora por primera vez confiando en llegar a la segunda ronda.
La frustración de los guatemaltecos por la política tradicional señalada de corrupta y la crisis política actual, generarían un descontento provocador de un alto abstencionismo. Así se calculaba mientras Pérez Molina se aferraba el poder.
A falta de una semana de los comicios, se decía que el abstencionismo y el voto nulo se incrementará hasta un 30% por la falta de “entusiasmo” de los votantes, en medio de las protestas por los casos de corrupción.
El ambiente preelectoral no lo marcan las campañas de los partidos o la indecisión, sino las protestas por los casos de corrupción y ahora la renuncia de Pérez.
Diego Maza, miembro de Mirador Electoral, organización que aboga por elecciones transparentes, pacíficas y libres, dijo aunque no existe una proyección fiable, la situación actual desencadenará en una abstención “como nunca antes en la historia”, sobre todo en la clase media-alta urbana.
No se sabe si el panorama podría cambiar en una Guatemala efervescente que ha visto dimitir a su presidente, quien ahora permanece recluido en una prisión provisional con comodidades; la misma donde ya estuvo la exvicepresidenta Roxana Baltetti, quien ahora se encuentra en una cárcel de mujeres ordinaria.
Maza insiste en que la población no muestra “entusiasmo” por los comicios porque está cargada de “apatía” y “desgano”, aunque en las zonas rurales del interior del país, las cifras si variarán con respecto a otros años, pero “no se notará tan fuerte”.
Alta desilusión
Históricamente la ciudadanía guatemalteca “sale a votar, le gusta y participa”, no solo ejerciendo su derecho a sufragio, sino actuando como voluntario en el proceso de observación electoral; dijo Maza a la prensa extranjera.
Sin embargo, añade, este año “el papel se ha invertido” y rechazan las elecciones porque consideran que el proceso es “ilegítimo”, máxime cuando no se han escuchado todas sus demandas, como reformas a la legislación electoral y partidos políticos. Otra demanda no satisfecha fue la suspensión de la contienda de LIDER.
El poco ambiente pre elecciones también se debe a la falta de ofertas electorales "serias y sólidas", según Maza, quien en su opinión, los candidatos para presidir el país, al igual que sus respectivas formaciones políticas, no ahondan en detalles como el futuro equipo de Gobierno o las fuentes de financiación.
No obstante, apuntó, las elecciones son "una salida" a la crisis que reina en Guatemala, ya que permitirá elegir a nuevas autoridades.
El TSE ya empezó a distribuir las papeletas y utensilios que serán usadas para los comicios. La empresa encargada para la transferencia de resultados de cada junta receptora de votos dijo estar lista.
Entre 50,000 y 60,000 observadores locales y extranjeros se desplazarán en todo el país para verificar la transparencia de las elecciones generales. El TSE autorizó a por lo menos 36 misiones de observación electoral. Además, el Tribunal Electoral desplazará a 5,100 voluntarios y 900 empleados. Todos estarán ubicados en los más de 17,000 centros de votación.
Guatemala tiene una superficie de 108,889 kilómetros cuadrados repartidos en 22 departamentos; en los que habitan 16, 051.208 habitantes, según cifras de 2014, con una densidad de 142,6 habitantes por kilómetros cuadrado.
Su capital es Ciudad de Guatemala, con 2,149.107 habitantes, según datos de 2012. Otras ciudades importantes son Quetzaltenango, con 152,223 (datos de 2001), y Escuintla, con 114,626 habitantes (datos de 2001).
