PUERTO PRÍNCIPE.- Vecindarios enteros de la capital de Haití se vieron asediados por pandillas en una ola de violencia que incluyó incendios de viviendas y enfrentamientos armados con las fuerzas policiales durante horas. Este ataque masivo se produjo apenas días después del anuncio del nuevo primer ministro del país, Edgard Leblanc Fils.
Los incidentes comenzaron la noche del miércoles en áreas como Solino y Delmas 18, 20 y 24, situadas al suroeste del principal aeropuerto internacional, el cual permanece cerrado desde hace casi dos meses debido a la continua violencia generada por las pandillas.
Testigos relataron escenas de terror, con pandilleros incendiando todo a su paso. Un hombre identificado solo como Néne, por temor a represalias, describió cómo se escondió toda la noche mientras las llamas devoraban su vecindario. Con una maleta roja repleta de ropa, lo único que pudo rescatar, él y su familia lograron escapar durante una breve pausa en los enfrentamientos.
Lo que antes eran bulliciosos vecindarios ahora se asemejaban a pueblos fantasma al amanecer, con un silencio tenso interrumpido solo por los esporádicos sonidos de animales solitarios. Vehículos incendiados y muros marcados con grafitis eran el desolador paisaje que dejaba a su paso la violencia.
Entre aquellos que perdieron sus hogares se encontraba Martineda, quien huyó con su hijo de 4 años después de que pandilleros incendiaran su vivienda. “Le dije: ‘No tengas miedo. Así es la vida en Haití‘”, comentó mientras sostenía una pesada carga de mercancías sobre la cabeza, que incluían mantequilla, que esperaba vender para ganar algo de dinero y encontrar un nuevo hogar.
Este reciente episodio de violencia dejó a cientos de personas desplazadas, obligadas a huir a pie, en motocicletas o en coloridos minibuses conocidos como tap-taps. Las nuevas autoridades esperan el despliegue de una misión internacional supervisada por la ONU, con policías kenianos, cuya puesta en marcha no termina de concretarse.
FUENTE: Con información de AP