SAN JOSÉ.-Las polémicas elecciones nacionales cargadas de desconfianza transcurrían con normalidad a una hora del cierre de las urnas y con el creciente triunfalismo de los tres principales candidatos a la primera magistratura del país.
Los centros de votación abrieron con normalidad durante la mañana, al tiempo que a las 7 de la mañana, hora local, el Tribunal Supremo Electoral daba por iniciada la histórica jornada en la que por primera vez un mandatario aspira a la reelección.
Seis millones de hondureños estaban convocados este 26 de noviembre para elegir a presidente y vicepresidente, 128 diputados al congreso nacional, 20 diputados al parlamento centroamericano, 298 alcaldes y la misma cantidad de vicealcaldes, así como 2,092 regidores.
De diez partidos o agrupaciones políticas que participan en la contienda, solo tres tienen posibilidades: el Partido Nacional que postula de nuevo al actual presidente Hernández; la izquierdista Alianza de Oposición que lidera al expresidente Manuel Zelaya, pero que lleva como candidato al periodista Salvador Nasralla; y el derechista Partido Liberal (PL), con el académico Luis Zelaya.
La campaña electoral de estos tres candidatos ha sido tensa, cargadas de denuncias de un aparente fraude electoral que ejecuta el oficialismo y hasta el señalamiento del ex Subsecretario de Estado de los Estados Unidos, Otto Reich, de un presunto plan del régimen venezolano de Nicolás Maduro para infiltrar las votaciones.
A pesar de las denuncias de posible fraude, cerca de 16 mil personas observaban la jornada, incluidos 500 extranjeros miembros de organizaciones como la OEA, Unión Europea y el Centro Cárter.
Autoridades del TSE prolongaron una hora más el cierre de las urnas, previstas inicialmente para las 4 de la tarde. David Matamoros Batson, presidente del poder electoral, ordenó que aquellas personas que aún se encontraran en la fila al término de la jornada, podían ejercer el derecho al sufragio.
El jefe de la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex presidente boliviano, Jorge Quiroga, dijo percibir mucha calma en los comicios y se sintió esperanzado en que al final la jornada será cívica y democrática.
El ambiente de triunfalismo de los tres principales contendientes reinó durante la jornada. El mandatario Herdández, dijo antes de finalizar la jornada que “las metas se han cumplido, comienza la fase final de la operación Victoria Total”.
Hernández, quien asumió el poder el 27 de enero de 2014, se atribuye logros como una reducción de criminalidad en su país, calculada en 21.1 % en el primer semestre de este año en comparación con el mismo lapso de 2016, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Por su parte, el expresidente Manuel Zelaya, depuesto mediante un golpe de estado en 2009, aseguró que en su país no hay democracia, sino una dictadura, en referencia a la eventual reelección de Hernández.
El próximo gobernante tiene como principales retos sacar al papis de la pobreza, general empleo y luchar contra la inseguridad que principalmente generan las pandillas y el narcotráfico.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Honduras cuenta con 8,7 millones de habitantes, el 60,9 por ciento de la población del país vive en la pobreza y, entre ellos, un 38,4 se ubica bajo la extrema pobreza.
En 2014, San Pedro Sula, la capital administrativa del país, registró una tasa de 142 homicidios por cada 100.000 habitantes, según los datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma (UNAH). Honduras cerró 2016 con 5.154 homicidios, 59 por cada 100.000 habitantes.
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