TEGUCIGALPA- El gobierno de Honduras acordó con la administración de Donald Trump mantener el tratado de extradición de narcotraficantes, un pacto clave en la lucha contra el crimen organizado en la región.
La mandataria hondureña, Xiomara Castro, ha dado un giro forzado, optando por mantener el tratado de extradición con EEUU que en el pasado intentó desmantelar
TEGUCIGALPA- El gobierno de Honduras acordó con la administración de Donald Trump mantener el tratado de extradición de narcotraficantes, un pacto clave en la lucha contra el crimen organizado en la región.
La presidenta Xiomara Castro anunció en su red social X, que llegó a un "acuerdo con la nueva administración de los Estados Unidos" para garantizar la continuidad del tratado con una aplicación "objetiva", aunque sin precisar detalles.
Cabe recordar que Castro había denunciado el tratado el 28 de agosto, argumentando que buscaba evitar que Washington lo utilizara contra militares leales a su gobierno y que esto facilitara un intento de golpe de Estado similar al que en 2009 derrocó a su esposo, el expresidente Manuel Zelaya.
Sin embargo, la oposición sostiene que la verdadera razón detrás de su cancelación inicial fue proteger a miembros de su gobierno y de su círculo familiar. Durante su vigencia, el tratado permitió la extradición de unos 50 narcotraficantes hondureños, incluyendo el expresidente Juan Orlando Hernández (2014-2022), condenado en EEUU a 45 años de prisión por narcotráfico.
Este acuerdo con la administración Trump se produce en un contexto de tensiones bilaterales, especialmente por la política de deportaciones de EEUU. En enero, Castro amenazó con cerrar la base militar de Palmerola, ubicada a 50 km de Tegucigalpa, si Trump cumplía su promesa de reforzar la seguridad migratoria con deportaciones masivas. No obstante, la llegada de varios vuelos con migrantes expulsados sugiere que la Casa Blanca no ha cedido ante presiones.
La controversia en torno a la postura de Castro sobre el tratado de extradición cobró fuerza tras la filtración de un video en el que su cuñado, Carlos Zelaya—hermano del expresidente y padre del exministro de Defensa José Manuel Zelaya—aparece reunido con un reconocido narcotraficante. Este escándalo llevó a su renuncia como diputado y secretario del Congreso.
Días después, el ministro de Defensa también renunció en solidaridad con su padre, abriendo más interrogantes sobre los vínculos de altos funcionarios con el narcotráfico.
En marzo, el nombre de Carlos Zelaya salió a relucir en el juicio en Nueva York contra el expresidente Hernández, donde la fiscalía estadounidense describió a Honduras como un "narco-Estado".
Con la presión internacional en aumento y la determinación de la administración Trump en fortalecer la seguridad regional, Castro ha dado un giro forzado, optando por mantener el tratado de extradición que en el pasado intentó desmantelar.
FUENTE: Con información de AFP