SANTIAGO DE CHILE.- El sueño del presidente de Chile, Gabriel Boric, se desploma frente a la fuerte crítica de la población debido a la inseguridad en el país. Según una encuesta reciente de la Universidad del Desarrollo, el 76% de los consultados cree que el gobierno reaccionó tarde en el combate a la violencia en Chile. Además, las cifras oficiales indican que la delincuencia creció un 44% en comparación con el año anterior, incluyendo los homicidios y los robos con violencia o sorpresa.
A pesar de haber prometido en su plan de gobierno varias medidas para abordar el problema de la inseguridad, como la reforma estructural a Carabineros, el control de armas y un nuevo código penal, Boric enfrenta actualmente una cruda realidad con el aumento de crímenes violentos y una población que espera medidas más efectivas.
De igual manera, la oposición de centroderecha continúa criticando las acciones del presidente chileno, tras la promulgación de la ley sobre el uso de armas por parte de la policía y otras tres que aumentan las condenas para los delitos de extorsión, secuestro y porte de armas en lugares altamente concurridos.
Migración ilegal
Al debate del aumento de la delincuencia, también se ha sumado la discusión sobre la inmigración sin papeles, despertando un clima de xenofobia particularmente hacia la comunidad venezolana, actualmente la más numerosa en el país.
La Fiscalía arrestó a dos jóvenes venezolanos como "personas de interés" en la investigación por el crimen de un policía y las fotos de sus rostros circularon por redes sociales y la televisión.
"Los extranjeros que no porten su cédula nacional de identidad y que sean detenidos, se solicitará la prisión preventiva", dijo el fiscal nacional Angel Valencia en conferencia de prensa.
Sobrepoblación penitenciaria
A pesar de la atención del mandatario chileno en la protección de los oficiales, incluyendo un incremento de 1.500 millones de dólares al presupuesto de seguridad para reforzar el equipamiento de los policías, la sobrepoblación en las cárceles se suma a las preocupaciones crecientes.
El ministro de Justicia de Chile, Luis Cordero, mostró su preocupación por la situación de sobrepoblación en las instalaciones penitenciarias del país, que se encuentra en constante aumento desde hace trece meses. Según señaló en una entrevista para T13 Radio, las autoridades han detenido a unas 6.000 personas desde que Gabriel Boric asumió la presidencia chilena, lo que ha llevado a que la población carcelaria haya pasado de 40.000 a 46.000 reclusos.
El ministro chileno destacó que la infraestructura penitenciaria del país está pensada para albergar a 41.000 o 42.000 personas desde 2012, lo que ha provocado que la situación actual sea alarmante. Las proyecciones de la Gendarmería para principios del próximo año indican que el número de presos podría superar los 50.000, lo que agravaría aún más la situación.
Cordero reconoció que la complejidad de la situación dificulta encontrar una solución a corto plazo, ya que la construcción o remodelación de cárceles son proyectos que se planifican en un Gobierno y se ejecutan en otro. Por ello, el ministro de Justicia abogó por una solución que pueda servir para descongestionar la situación en las prisiones a corto plazo, pero que también esté pensada con vistas al futuro para evitar que este problema se vuelva a producir.
Las autoridades chilenas están trabajando para encontrar una solución a esta situación, que se ha convertido en una de las principales preocupaciones del Gobierno en materia de justicia y seguridad.
FUENTE: Con información de Europa Press, AP y AFP