miércoles 12  de  febrero 2025
CRISIS MIGRATORIA

"Los gobiernos nos echan como quien barre la basura de su puerta a la del vecino"

Muchos de los cubanos procedentes de Colombia están recibiendo ayuda de la Pastoral Social Cáritas en Ciudad de Panamá. Muchos se quejan de la indiferencia de las autoridades

Al llegar a la terminal de transporte de Ciudad de Panamá, el cubano Yoel Ortiz se sintió el ser más insignificante sobre la tierra. La fragilidad de su mente no soportó la imagen de decenas de emigrantes varados allí.

El recuerdo de su hijo, a quien vio por última vez hace 12 meses, menguó la ya poca voluntad que le quedaba tras pasar 10 días en la selva del Darién para sortear la frontera colombo-panameña.

"Me entregaré a Migración para que me deporten", le escucharon decir sus amigos cubanos. Ellos lo retuvieron y, juntos, se subieron a un autobús con destino a la localidad panameña de David, en la frontera con Costa Rica.

El hambre y el encontrarse sin un solo dólar los devolvió a la realidad. Sin pensarlo dos veces, Ricardo Velázquez vendió su bien más preciado, el celular que le permitía sentirse cerca de su familia, para poder comprar pan y cola.

La situación para los cubanos en David, es la misma que en Turbo (Colombia), La Miel, Puerto Obaldía y Ciudad de Panamá. Están varados, deambulando de un lado a otro.

"Los gobiernos nos echan como quien barre la basura de su puerta a la del vecino", dijo un emigrante.

Para cuatro cubanos sin dinero continuar el camio era una locura. Solo quedaba una opción, pedir ayuda a los amigos en las redes sociales. El auxilio llegó el lunes 23, a través de la Pastoral Social Cáritas Panamá y su diácono Víctor Berrio.

Berrio brinda techo, alimento y medicinas a Yoel Ortiz y a 170 emigrantes cubanos más, en dos improvisados albergues en las oficinas de la organización católica.

Según el diácono, a las instalaciones de la Pastoral Social Cáritas en Ciudad de Panamá han llegado en pequeños grupos cubanos procedentes de Colombia.

Primero llegaron los enfermos, deshidratados, hambrientos y con los pies destrozados. Eran los que habían atravesado la selva del Darién, explicó. El resto procedía de Costa Rica, habían sido sacados a la fuerza de los hoteles donde estaban en Paso Canoas y llevados a la frontera.

El diácono, secretario ejecutivo de Pastoral Social Cáritas Panamá, dijo que en el censo de la mañana del 23 de agosto se contabilizó un total de 70 cubanos, pero para las horas de la noche llegó un grupo de 100, de los que se encontraban varados en La Miel, en la frontera con Colombia.

En Obaldía queda todavía un grupo significativo que no cuenta con recursos económicos para llegar a Ciudad de Panamá. Según Berrio, se está evaluando la posibilidad de fletar un avión para trasladarlos.

El diácono afirmó que además de alimentación y servicio médico, a los emigrantes se les brindará apoyo social y la asesoría de un grupo de abogados para disipar dudas legales.

Además se hablará con las autoridades de Migración y con la policía "porque a veces hablan de deportación y eso no cabe aquí, ni el presidente (Juan Carlos Varela) habla de la deportación", señaló.

FUENTE: DIARIO DE CUBA/JUAN ARTURO GÓMEZ TOBÓN

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