CARACAS.- El dictador Nicolás Maduro dijo que está dispuesto a dialogar con el nuevo gobierno de Estados Unidos para reducir las tensiones entre los dos países y resolver la crisis económica de su nación, aun cuando hizo una nueva acusación de que seis ejecutivos petroleros estadounidenses que se encuentran en prisión en Caracas espiaban para la CIA, una afirmación que fue rechazada por familiares y por un abogado defensor del caso.
Maduro, quien realizó los comentarios durante una conferencia de prensa con reporteros de medios internacionales en el palacio presidencial de Miraflores, se negó a decir si ha tenido algún contacto directo con el gobierno de Biden, que tomó posesión hace casi un mes.
Maduro repitió una frase que a menudo utiliza, señalando que está listo para entablar un diálogo con Estados Unidos en cualquier momento. Las relaciones entre ambas naciones se rompieron hace dos años cuando el gobierno de Donald Trump y decenas de naciones respaldaron a su principal adversario, Juan Guaidó, con el argumento de que el régimen de Maduro es ilegítimo debido a que la elección en la que se proclamó ganador fue fraudulenta.
El gobierno de Trump impuso duras sanciones a Maduro y al sector petrolero venezolano, además de presentar cargos formales de narcotráfico contra Maduro que conllevan una recompensa de 15 millones de dólares por su arresto.
“¿Hay espacio para el diálogo?”, manifestó Maduro en respuesta a una pregunta sobre si ha entablado conversaciones con el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden. “Siempre hay espacio para el diálogo”, añadió.
Pero las nuevas acusaciones de espionaje contra Citgo, una filial de la petrolera estatal de Venezuela con sede en Estados Unidos, probablemente complicarán ganarse la simpatía de Washington, donde los funcionarios del Departamento de Estado ya lo han descrito como un “dictador” con quien no se deberían entablar conversaciones directas.
Mientras las crisis económica y política de Venezuela empeoraban, los seis ejecutivos de Citgo fueron llevados a Caracas desde la sede de la compañía en Houston y detenidos bajo cargos financieros. Su juicio terminó en noviembre, luego de que un juez los declaró culpables y los sentenció a prisión.
La acusación de espionaje de Maduro se produjo en respuesta a una pregunta sobre si consideraría liberar a los estadounidenses encarcelados, incluyendo a los ejecutivos de Citgo, como gesto de buena voluntad hacia el nuevo gobierno de Estados Unidos.
Maduro dijo que si bien las gestiones diplomáticas siempre están sobre la mesa, no se involucraría con casos penales que hayan sido procesados en un tribunal de Venezuela.
“Yo no soy juez ni fiscal, y no debo meterme en este tema”, dijo, pero luego acusó a la CIA de infiltrarse en Citgo. “Comenzaron a trabajar como agentes de la Agencia de Inteligencia, la CIA... Esa es la verdad”, aseveró.
Maduro no presentó prueba alguna de su afirmación, la cual provocó una reacción inmediata del abogado venezolano Jesús Loreto, quien representó a uno de los seis ejecutivos de Citgo.
Loreto comentó que funcionarios estatales de Venezuela no presentaron ninguna acusación de espionaje en el juicio de los seis hombres.
“Nunca fueron juzgados por ningún delito relacionado con el espionaje. No fueron declarados culpables por ningún cargo que estuviera relacionado de alguna forma con el espionaje”, señaló Loreto. “Es la primera vez que escucho algo sobre espionaje, en relación con mi cliente”, apuntó.
La familia de Tomeu Vadell, uno de los seis hombres encarcelados, también rechazó las afirmaciones de Maduro de que el ejecutivo espió a Venezuela.
La familia instó al gobierno estadounidense a hacer todo lo posible para ayudar a poner fin al encarcelamiento de Vadell para que pueda volver a casa con ellos.
“Pedimos al gobierno de Biden que acelere la liberación de nuestro ser querido, Tomeu, y de otros estadounidenses detenidos injustamente en Venezuela”, dijo Verónica Vadell Weggeman, una de las hijas de Tomeu Vadell.
FUENTE: Con información de AP