
Maduro propuso combinar clases teledirigidas transmitidas por la Venezolana de Televisión, del régimen, con asignaciones impartidas por internet
"Sin lugar a dudas, el regreso presencial a clases no es favorable para el control a la pandemia, por eso no hay regreso presencial a clases en Venezuela y lo veremos si en enero regresamos", dijo Maduro en una alocución televisada.
La medida se tomó "tras ver el inicio de clases en el mundo", que produjo un aumento de contagios, señaló Maduro de cara al ciclo académico 2020-2021, cuyo inicio está previsto en el país caribeño a partir de esta semana en los diferentes niveles educativos.
"Vamos a mantener los servicios educativos del país vía online, por teleclases", aseguró el dictador desde el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
Tras la llegada del nuevo coronavirus, el régimen socialista suspendió las actividades académicas presenciales en el marco de una cuarentena impuesta a mediados de marzo, aún vigente.
Entonces, propuso combinar clases teledirigidas transmitidas en señal abierta por la gubernamental Venezolana de Televisión (VTV), de línea oficialista, con asignaciones y lecciones impartidas por internet, radio y redes sociales para finalizar el año escolar 2019-2020.
Sin embargo, los clips educativos recibieron críticas en redes sociales por considerar que tenían una pobre producción y un bajo nivel formativo.
Maduro, además, ordenó retomar el confinamiento reforzado por una semana en todo el país como parte del esquema "7+7" vigente desde junio, que alterna siete días de "cuarentena radical", cuando todos los comercios son obligados a cerrar salvo los de sectores priorizados como alimentos o salud, con siete de "flexibilización" que permiten reactivar el resto de las actividades.
"Tenemos que cumplir la cuarentena radical, es el método de Venezuela", exigió Maduro.
Este país de 30 millones de habitantes acumula 59.630 casos confirmados y 477 fallecidos por el nuevo coronavirus, según cifras oficiales del régimen, cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch por considerarlas poco creíbles.
Expertos señalan que muchos infectados se niegan a hacerse la prueba y solamente acuden a los centros hospitalarios cuando la condición física es grave. "Si me hago la prueba me internan en hospitales u hoteles que no tienen las condiciones básicas ni de atención médica, ni alimentaria, ni de higiene", asegura bajo anonimato una enfermera que con síntomas de estar contagiadas se encerró en su casa y decidió autotratarse, para no ser llevada a la fuerza a los sitios destinados para la atención.
El virus encontró a Venezuela con hiperinflación y casi siete años de recesión, debacle que ha causado el éxodo de unos 5 millones de migrantes desde finales de 2015, según la ONU.
La crisis socioeconómica dificulta el cumplimiento del confinamiento en un país donde cuatro de cada cinco familias no ganan dinero suficiente para cubrir la canasta alimentaria, según un estudio académico.