CIUDAD DE MÉXICO.- Al menos 728 docentes, escritores e investigadores de América Latina, Estados Unidos, Canadá, Europa y África unieron sus voces para condenar enérgicamente el cierre y la confiscación de la Universidad Centroamericana de Nicaragua (UCA) por parte del régimen de Daniel Ortega.
En una carta pública divulgada a la prensa, los firmantes expresaron su rechazo al "acoso y criminalización" que sufrió la UCA, culminando en su cierre y confiscación el pasado 16 de agosto. El régimen sandinista la acusó de ser "un centro de terrorismo", lo que fue ampliamente desestimado por los académicos.
La UCA, fundada en 1960, fue la primera universidad privada en Centroamérica y formó a miles de profesionales en diversas disciplinas. Además, siempre mantuvo un fuerte compromiso social y llevó a cabo importantes investigaciones científicas.
Entre los firmantes destacados se encuentran la escritora estadounidense Margareth Randall, el teólogo Paul DeHart, el catedrático brasileño Clifford Andrew Welch y el exrector nicaragüense Ernesto Medina. Todos expresaron su apoyo a las autoridades de la universidad, a la Compañía de Jesús y a sus docentes y estudiantes. Además, hicieron un llamado a las instituciones académicas de todo el mundo a mostrar su solidaridad activa con la UCA.
Más de 20 universidades cerradas
Desde diciembre de 2021, al menos 26 universidades en Nicaragua han sido cerradas y sus bienes confiscados por orden del régimen de Ortega, incluyendo siete universidades extranjeras. La UCA fue objeto de campañas de desprestigio y ataques físicos desde 2018, cuando estalló una rebelión estudiantil en el país. La comunidad internacional observó con creciente preocupación la erosión de las libertades académicas en Nicaragua.
La carta emitida por los académicos calificó el cierre de la UCA como una "medida arbitraria" y una "clara manifestación de desprecio hacia las libertades, la educación de calidad, el pensamiento crítico y los valores" que la universidad promovía. Los firmantes se identifican como defensores del derecho a la educación y la libertad de cátedra.
La escritora y traductora británica Helen Dixon, una de las firmantes de la carta, señaló que la desaparición de la UCA sorprendió al mundo académico europeo, que no puede concebir cómo un gobierno puede tomar por asalto las instalaciones de una universidad. Dixon también destacó la preocupación por el intento de Ortega de suprimir el pensamiento crítico a través del control de la educación.
La crisis en Nicaragua persiste desde las protestas de 2018, con un saldo de al menos 355 muertos, más de 2.000 heridos y miles de exiliados debido a la represión policial y paramilitar. La comunidad internacional sigue de cerca la situación en el país y se han incrementado las llamadas a tomar medidas enérgicas contra el régimen de Ortega.
FUENTE: Con información de AP