SAN SALVADOR - Médicos sin Fronteras (MSF) reanudó este lunes sus labores de asistencia en comunidades dominadas por violentas pandillas en la periferia este de San Salvador, que estaban suspendidas tras un ataque contra una de sus ambulancias, consigna un comunicado de la organización humanitaria.
"MSF ha reanudado sus actividades en los municipios de Soyapango y San Salvador tras haberse visto obligada a suspender temporalmente su trabajo" luego del ataque ocurrido el 31 de enero en la comunidad de Las Cañas, en Ilopango, en el este de San Salvador, la capital.
La organización precisó en el comunicado que "ha esclarecido" de "manera independiente" sobre lo ocurrido en el ataque, en tanto ratificó que los equipos en el terreno pueden ahora "trabajar en forma segura".
Agregó salvo el mencionado incidente, no ha registrado problemas de seguridad de esta índole desde el inicio del trabajo en El Salvador en 2018.
"Regresar y atender a estas comunidades que han sido históricamente estigmatizadas debido a la violencia es nuestro compromiso", precisó MSF.
Luis Romero, coordinador de MSF en San Salvador, indicó que para poder seguir con su trabajo, la organización ha "reforzado" con las comunidades que los equipos médicos "deben ser respetados" porque operan "con neutralidad, imparcialidad e independencia".
"MSF renueva su llamado para que todas las partes involucradas en las comunidades y los actores armados respeten a los equipos médicos y los servicios de emergencia", detalló el comunicado.
MSF representa una esperanza de atención médica para poblaciones que sufren la pandemia de COVID-19 en áreas dominadas por pandillas a las que no llega la salud pública de El Salvador.
El Salvador, uno de los países más violentos del mundo, cerró 2020 con 1.322 homicidios, lo que significó un promedio de 20 muertes cada 100.000 habitantes, la más baja desde el fin de la guerra civil en 1992.
En 2019 acumuló 2.398 homicidios, 36 muertes cada 100.000 habitantes.
Las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, entre otras, tienen unos 70.000 miembros en el país, más de 17.000 de los cuales están encarcelados y se dedican a la extorsión, el narcotráfico y otras actividades ilegales.
FUENTE: Con información de AFP