El Gobierno de México dio este miércoles otra vuelta de tuerca en la implementación de su reforma educativa, combatida desde hace meses en las calles por el ala más radical del magisterio, al presentar los contenidos pedagógicos del nuevo modelo.
La propuesta gira en torno de los ejes y contenidos curriculares y fue presentada por el ministro de Educación, Aurelio Nuño, mientras en paralelo se llevan a cabo sin éxito negociaciones con los maestros opositores a la reforma, aprobada en 2013.
"Hoy nos encontramos en un momento decisivo", dijo Nuño. "La reforma educativa nos da una oportunidad que pocas veces tiene un país en su historia: transformar de fondo la educación".
Según los resultados del examen PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 55 por ciento de los estudiantes mexicanos no alcanza el nivel de competencias básicas en matemáticas, el 41 por ciento reprueba en lectura y el 47 por ciento en ciencias.
En el acto estuvo Juan Díaz de la Torre, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Este gremio, representante oficial los 1,6 millones de empleados de la educación de México, respalda la reforma, a diferencia de los "disidentes" aglutinados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).
Hasta ahora la controversia sobre la reforma se había centrado en sus aspectos administrativos y laborales, entre ellos el proceso de evaluación y cese de maestros.
Bajo el nuevo régimen los maestros tienen que someterse a exámenes para ingresar, permanecer o ascender en la carrera magisterial. Si reprueban tres veces son reubicados en labores administrativas, lejos del aula. Si no se presentan a la evaluación o faltan a clases más de tres días seguidos pueden ser cesados.
"En la historia del mundo las naciones que han logrado prosperar lo han hecho a traves de la educación. No hay atajos ni soluciones fáciles", señaló Nuño.
El ministro de Educación dijo que la nueva propuesta pedagógica busca transformar un modelo educativo de más de 100 años para adaptarlo a las exigencias del siglo XXI, donde es más importante adquirir habilidades que acumular contenidos.
Los tres documentos se someterán a análisis y discusión en las siguientes semanas en escuelas y foros especializados. Los resultados serán la base para elaborar nuevos libros de texto, planes de estudio y programas de formación de maestros a partir de 2018.
LEA TAMBIÉN
