Mientras algunos organismos, como el Instituto Casla, denuncian la intensificación de las torturas del régimen de Nicolás Maduro contra los presos políticos –según informó ABC–, la familia del dictador chavista sigue disfrutando de sus privilegios dentro y fuera del país.
El último ejemplo es el viaje, calificado de "lujoso", de Nicolás Maduro Guerra –el hijo tirano–, a Tailandia.
El hecho de usar mascarilla para protegerse del COVID-19 no libró a ‘Nicolasito’ de ser reconocido a su llegada a Bangkok. El joven diputado, de la ilegítima Asamblea Nacional, fue recibido por un chofer de la empresa The Oriental Trans and Car Service Co., un servicio cuya flota cuenta con vehículos de fabricación alemana muy exclusivos, según recoge el medio argentino Infobae.
‘Nicolasito’
Como es conocido popularmente por la prensa, subió a un Mercedes Benz Vito y fue trasladado en el vehículo al lugar donde permaneció hospedado. De acuerdo con el medio argentino, el joven chavista estuvo ausente en las redes sociales entre el viernes 25 de febrero y el sábado 5 de marzo, algo inusual en él, ya que suele tener una presencia muy activa en las plataformas digitales.
‘Nicolasito’ habría viajado y descansado en Tailandia en ese tiempo y habría procurado pasar desapercibido. El hijo de Maduro aprendió a mantener un perfil bajo tras haberse convertido en el foco informativo, por su opulenta vida, durante una temporada que coincidió con el recrudecimiento de la crisis económica y política en Venezuela, que ha obligado a más de seis millones de personas a abandonar el país.
Uno de los sucesos más recordados es la participación de ‘ Nicolasito’, en 2015, en una fiesta del empresario sirio José Zalt Hazim, en la que el hijo de Maduro fue grabado bailando al tiempo que lanzaba al aire montones de dólares. El vídeo, que se hizo viral en las redes sociales, indignó a los venezolanos, y desde entonces el vástago del líder chavista ha sido cuestionado de manera continuada, hasta el punto de haber sido tildado como el ‘Kim Jong-un venezolano’, especialmente después de que el joven visitó en 2019 Corea del Norte, una gira que encendió las alarmas en la oposición venezolana.
Carrera en la política
Como su padre, ‘Nicolasito’ también quiere hacer carrera en política, una trayectoria que comenzó cuando tenía apenas 23 años. A esa edad fue designado jefe del Cuerpo Especial de Inspectores de la Presidencia de la República.
Durante las negociaciones en 2021 entre el chavismo y la oposición, también formó parte de la delegación de Maduro cuando hubo intentos de diálogo en México con los representantes del presidente interino, Juan Guaidó.
El hijo de Maduro también ha sido señalado por la oposición venezolana por los negocios que lo vinculan con tramas de corrupción y con mafias que devienen de la explotación ilegal de la minería en el Arco Minero venezolano, el área más rica situada al sur del país. En 2019, entró en la lista de sancionados por Estados Unidos.
Unas acusaciones que ha reafirmado la jurista venezolana de nacionalidad española, Tamara Suju, al asegurar, en su cuenta de Twitter, que el joven chavista pertenece a «bandas mafiosas». La indignación de ‘Nicolasito’ ante dichas afirmaciones, que calificó de «injurias», no se hizo esperar. En enero de este año, el joven chavista emprendió acciones judiciales ante los tribunales españoles contra la principal impulsora de la investigación ante el Tribunal Penal Internacional de los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Maduro.
FUENTE: Con información de ABC de España