domingo 24  de  marzo 2024
América Latina

Migrantes sopesan opciones limitadas en frontera con México

El Instituto Nacional de Migración de México informó el miércoles que más de 2.000 centroamericanos habían sido detenidos en puntos de inspección en los estados sureños de Chiapas y Tabasco en la víspera

TECÚN UMÁN.- Cientos de migrantes centroamericanos varados en Guatemala sopesaban el miércoles sus limitadas opciones para entrar a México mientras los vigilan agentes policiales y de inmigración.

El objetivo de los migrantes es ya sea vivir y trabajar en México o continuar el viaje rumbo a Estados Unidos. Para ese fin, algunos se separaron de la caravana estancada y se fueron por su cuenta para cruzar en grupos pequeños a cierta distancia del puente fronterizo del río Suchiate -que forma un cuello de botella en la ruta de los migrantes con dirección al norte-, con la esperanza de eludir a los agentes.

Una mujer en Ciudad Hidalgo, México, dijo que vio entre 30 y 40 personas correr hacia la parte sur del puente y pasar sin que las fuerzas de seguridad las detuvieran a primeras horas de la mañana.

Pero tres jóvenes que trataron de eludir a la Guardia Nacional a través de los matorrales fueron capturados y enviados de regreso al lado guatemalteco.

Aquellos que lograron cruzar enfrentan varias dificultades en México, con puntos de control y más patrullas que buscan y detienen a los migrantes.

“Hemos visto y constatamos que hay grupos que se han dispersado a lo largo del río Suchiate, a través del cual intentan cruzar por diferentes fronteras”, comentó el padre Fernando Cuevas, quien opera el refugio de la Casa del Migrante en la localidad fronteriza de Tecún Umán, en el lado guatemalteco.

“Sin embargo, si hay la Guardia Nacional en México, si hay agentes de migración, están al tanto y están deteniendo en los puntos claves”, dijo.

Varios cientos de migrantes descansaban sobre cobijas y catres de lona azul el miércoles al otro lado de la calle del refugio en un terreno con césped del tamaño de un campo de fútbol americano donde se colocaron tiendas de campaña y carpas para albergar a los migrantes. En un día normal, la Casa del Migrante recibe a la gente a cuentagotas en lugar del enorme flujo de miles que se ha visto en los últimos días, señaló el sacerdote.

Los migrantes hicieron una fila, con los hombres de un lado y las mujeres en el otro, para recibir un desayuno caliente compuesto por spaghetti con “hot dogs”, tortillas, plátanos fritos y una ensalada de zanahoria y rábano.

Había una enorme cantidad de opiniones sobre lo que debían hacer a continuación.

Miriam Patricia Enamorado, de 30 años, emprendió el viaje hace cinco días. Caminó y viajó de dedo desde Santa Bárbara, Honduras, con su hija de 11 años sólo para quedarse varada en el río luego de que les impidieron la entrada en los últimos días.

Espera llegar a Estados Unidos, pero está dispuesta a quedarse en México si encuentra un empleo. Sin embargo, no quiere exponer a su hija a otro posible altercado con los agentes fronterizos. Por ahora, su plan es esperar a que el cruce fronterizo en el puente sea reabierto y pedir formalmente refugio en el país.

“Es el sueño que todos tenemos, porque en nuestro país ya no podemos vivir”, comentó Enamorado, alegando los mismos problemas que otros que huyen de la pobreza y la violencia de pandillas que azota a Centroamérica.

Los críticos creen que las medidas adoptadas por las autoridades mexicanas, que han sido celebradas por Washington, sólo tendrán un resultado: hinchar los bolsillos de los coyotes, los traficantes de seres humanos.

El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador pregonó el éxito de la estrategia de su gobierno el miércoles, apuntando que muchos de los migrantes han empezado a regresar voluntariamente a sus países de origen.

En tanto, el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional, Chad Wolf, elogió las acciones de México.

“Las labores de la Guardia Nacional mexicana y de otros agentes han sido hasta ahora efectivas para mantener la integridad de su frontera, pese a los brotes de violencia y desobediencia de la gente que trata de ingresar ilegalmente a México para dirigirse a Estados Unidos”, comentó Wolf.

Señaló que el DHS (siglas en inglés de su departamento) monitoreaba de cerca a la caravana y que tenía a decenas de agentes ayudando con las labores a lo largo y ancho de Centroamérica.

La semana pasada, periodistas de la AP vieron algunos agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) trabajando con la policía guatemalteca en puestos de control ubicados en las carreteras mientras los miembros de la caravana pasaban por ahí. Estados Unidos informó que estaban en el sitio para ayudar a capacitar y asistir a los agentes locales.

“Absolutamente deben estar muy satisfechos con su actuación (de México) porque en realidad es su plan (de Estados Unidos)”, manifestó Guadalupe Correa Cabrera, profesora en la Universidad George Mason que está investigando cómo se forman las caravanas.

Comentó que es un tema complicado para México, pero que no tenían por qué haber colocado a la Guardia Nacional en la frontera para manejar la inmigración debido a que no estaba capacitada para hacerlo.

Aunque las caravanas de los últimos años han atraído la atención, representan una pequeña fracción del tráfico migratorio habitual que se mueve de Centroamérica hacia el norte a través de México.

El Instituto Nacional de Migración de México informó el miércoles que más de 2.000 centroamericanos habían sido detenidos en puntos de inspección en los estados sureños de Chiapas y Tabasco en la víspera. No comentó cuántos de ellos podrían haber formado parte de la caravana.

FUENTE: Con información de AP

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