JOSUÉ BRAVO
Especial
Daniel Ortega mostró una posición sin moral y cerró un año en contra de la integración centroamericana por quedar bien con La Habana
JOSUÉ BRAVO
Especial
SAN JOSÉ. Daniel Ortega cerró un año en el que posiciona a Nicaragua como país en contra de la integración centroamericana y al servicio de los Castro de Cuba, al no haber sido parte de un acuerdo regional logrado esta semana para que 8,000 cubanos varados salgan de Costa Rica y continúen el camino hacia Estados Unidos.
El exembajador nicaragüense y diputado al Parlamento Centroamericano, Mauricio Díaz, que Ortega y su Gobierno mostraron una vez más su doble moral, al ser Nicaragua un país expulsor de inmigrante pero a la vez bloquea el paso a los inmigrantes de la isla que quedaron varados desde noviembre en el norte de Costa Rica.
“Un país trógrado”
“Nicaragua se convirtió en el Gobierno retrógrado que no se sienta a buscar soluciones comunitarias, como hicieron los europeos, en el caso de los migrantes sirios y de otras latitudes”, dijo Díaz a DIARIO LAS AMÉRICAS.
“Quedamos como el país anti integración, anti SICA (Sistema para la Integración Centroamericana), por quedar bien con el régimen de los Castro de Cuba. Nicaragua es un país expulsor de emigrantes y con esta posición el Gobierno que se dice ser ‘cristiano, socialista y solidario’, Ortega mostró una doble moral, o mejor dicho, una posición sin moral”, añadió el legislador.
Fuera del acuerdo regional
El lunes 28 de noviembre, varios países acordaron en Guatemala un plan piloto para sacar a los migrantes de manera gradual de Costa Rica, quienes viajarán con gastos propios vía aérea a El Salvador y de ahí en autobuses hacia Guatemala, México y finalmente a la frontera de Estados Unidos, país donde se acogen a los beneficios migratorios que le concede a ciudadanos de la isla.
Nicaragua fue el país ausente del encuentro y de lo acordado, nada extraño de un Gobierno sandinista que cerró sus fronteras desde el 13 de noviembre a estos inmigrantes, y se mostró en diferentes reuniones previas contrario a la solicitud costarricense que pedía ayuda a sus vecinos para resolver la crisis humanitaria.
“El Gobierno de Ortega pretende ubicar el problema humanitario de los inmigrantes cubanos en la ‘lógica’ de la confrontación con los Estados Unidos de América, lanzando la solución a Washington vía derogación de la ley Pies secos Pies mojados, y no a partir de una postura cooperativa en el seno del SICA”, criticó Díaz.
Postura de confrontación
El 18 de diciembre, luego de una nueva frustrada reunión para buscar una salida a los cubanos por Guatemala o Belice, Costa Rica anunció la salida del SICA pero solo de la parte política, no así de la económica y social.
La decisión, es la consecuencia de un proceso iniciado desde que Luis Guillermo Solís asumió el poder en Costa Rica en mayo del 2014, según el canciller tico Manuel González.
González dijo que la retirada no fue porque en ese momento no había una solución regional a la salida de más de 8,000 cubanos varados en su país, sino como consecuencia de un proceso de señalamientos por su Gobierno ante un SICA que no da resultados.
“No es como algunas personas lo han querido poner, que como no nos dieron una solución (en esa fecha) al problema de los cubanos, se nos prendió el bombillo y por primera vez dijimos: el SICA no está funcionando y entonces me llevo la bola porque no quieren jugar conmigo”, explicó González en lenguaje popular futbolístico.
“Hemos manifestado constantemente nuestras preocupaciones y nuestro deseo de que sea un Sistema más eficiente, la decisión que tomamos de suspender temporalmente nuestra participación en el SICA ha sido la consecuencia de todo ese proceso de señalamiento de falta de resultados, que hemos hecho desde el inicio de la administración”, añadió.
En ese sentido, el canciller recordó que en la primera cumbre del SICA en la que participó Solís, en Punta Cana, República Dominicana, en junio del 2014; manifestó el interés de que el organismo regional debía ser revisado y reformado. “Él lo manifestó sin que tuviéramos los problemas que tenemos en este momento”, explicó González.
Para González, la decisión ha funcionado porque otros países de la región se han manifestado en el mismo sentido sobre la inoperancia del SICA y el deseo de reformarlo.
Fue claro en que una solución definitiva a la crisis con cubanos varados en su país, no supone un regreso inmediato de Costa Rica a la parte política del Sistema; porque ambos son procesos diferentes.
LEA TAMBIÉN: